Lavado

Intrigas europeas y un misterioso “arrepentido” detrás de la denuncia de Echegaray contra el HSBC

La “investigación” de la AFIP es en rigor el “capítulo argentino” de una base de datos robada al HSBC de Suiza.

RicardoEchegaray sacó pecho esta tarde de implacable sabueso impositivo y presentó unaimpactante investigación de cuentas no declaradas de 4.040 argentinos en elHSBC de Suiza, en los que depositaron fondos no declarados al fisco.

Sinembargo, la noticia de por si impactante tiene por detrás una historia dignadel mejor cine de intrigas de guante blanco europeo. En rigor, Echegaray nohizo otra cosa que difundir el “capítulo argentino” de un material mucho másamplio que un ex empleado del HSBC Private Bank de Suiza se robó de la entidad.

Elmisterioso Hervé Falciani, sustrajo del banco en el que trabajaba en el área desistemas, una base de datos encriptada con los datos de 106.682 personasfísicas y 20.129 sociedades, que según denuncian en la propia entidad,primero intentó vender, sin conseguirlo.

Acorraladopor los investigadores, Falciani se “refugió” en Francia y llegó a algún tipode acuerdo con las autoridades, interesadas en acceder a esos datos paraperseguir a sus propios evasores.

Lasaga tiene incluso el previsible capítulo de desengaño amoroso: Una ex noviadel prófugo Falciani, despechada, reveló a la prensa que el objetivo de su expareja siempre fue robar información del banco, decisión que según su relato yatenía tomada incluso antes de ser contratado.

Comosea, enterado Echegaray que Francia había accedido a ese filón, no dudó entomarse un avión y negoció que le pasaran los datos de todos los argentinos queaparecían en esa impresionante base de datos.

Estecanje poco presentable de información robada por un empleado infiel, fuedisimulado entonces bajo la firma de distintos convenios de intercambio deinformación entre la Argentina y Francia. Es por eso que curiosamente, laimpactante denuncia presentada hoy por el titular de la AFIP no provenía deSuiza –como hubiera sido lógico- sino de un tercer país.

Echegarayse cuidó de no mencionar el origen de la información presentada, no sea cosaque le apliquen la teoría penal de la fruta del árbol envenenado y por elorigen de dudosa legalidad de la información s ele caiga toda su mega denuncia.

Sin embargo, por la noche, la agencia estatal Télam empezó ablanquear la situación acaso para prevenir un efecto boomerang. "La investigación se inició a partir de lainformación brindada por un ex ejecutivo del banco HSBC en Suiza, HervéFalciani, que tomó los datos de esa entidad y se refugió en Francia, país quefirmó un convenio de intercambio de información con Argentina", sostienela edulcorada versión de la agencia oficial.

Lo cierto es que el tema noes ninguna novedad en Francia donde se sustancia un proceso judicial que suelellegar habitualmente a la tapa de diarios importantes como el prestigioso LeMonde.

Los jueces GuillaumeDaïeff y Charlotte Bilger realizaron una audiencia por este tema el pasadomartes 18, en el marco de una investigación por blanqueo, fraude fiscal y otrosdelitos financieros contra el HSBC de Suiza.

La pelea tiene su costado geopolítico. En el inicio de sugobierno, el socialista François Hollande, impulsó unafuerte suba de impuestos que motivó que muchos multimillonarios y famosos comoGerard Depardie se sacaran la nacionalidad belga o rusa, para tributar en otrospaíses.

Esto disparó una polémica de rasgos chauvinistasobra la “traición” de estos empresarios y famosos a Francia. Más allá que elgobierno socialista luego empezó a volver sobre sus pasos y hoy se encuentraintentando instrumentar un fuerte giro pro empresa, el tema de la evasión sigueal tope de la agenda.

Por eso, los jueces franceses le fijaron al HSBC por lospresuntos delitos cometidos entre el 2006 y 2007, una caución inicialde 50 millones de euros. Una pregunta interesante que se abre entonces es si ellistado de Echegaray se limita a operaciones realizadas siete años atrás.

Losjueces franceses acusaron al HSBC de Suiza de montar una arquitectura desociedades offshore, ubicadas en Panamá y las Islas Vírgenes, puesta alservicio de sus clientes para ocultar al fisco francés el rastreo de susfondos. Exactamente lo que hoy repitió Echegaray.

Indignados,los magistrados acusaron a los directivos del banco de “banda organizada”, enel marco de una investigación que ya lleva más de 80 interrogatorios realizados por lagendarmería francesa.

Entreellos el de Brigitte Sibona, una ex ejecutiva del HSBC Private Bank, quienreconoció que “el interés” de los clientes del banco era evadir la famosa tasaESD que aplicó Francia.

“Lafinalidad del banco es cuidar los intereses de sus clientes”, dijo estaejecutiva, con elegancia europea.