Santa Cruz

Peralta resiste la Ley de Lemas de Máximo para no entregarle la gobernación

Teme que la jugada para bloquear al radical Costa termine perjudicándolo. La apuesta a un acuerdo.

Daniel Peralta intenta resistir el intento final de Máximo Kirchner para instalar la Ley de Lemas en la elección de gobernador de Santa Cruz, una jugada planeada para intentar complicar la posible elección del radical Eduardo Costa como el próximo mandatario provincial pero que podría ser un tiro en el pie para Peralta.

El gobernador santacruceño tiene una posición más que ambigua: no avala en público el proyecto kirchnerista pero tampoco termina de oponerse. Es que desde que se peleó con Cristina, Peralta siempre cuestionó ese mecanismo pero ahora parece ser el único camino para que el peronismo mantenga el control de la provincia.

El diputado Costa ganó con comodidad las elecciones legislativas del año pasado y ni Peralta ni ninguno de los posibles candidatos del kirchnerismo se le acercan en las encuestas. Aunque claro que no está todo dicho, en ambos bandos del peronismo ven que el sistema de lemas podría permitirles ganarle al radicalismo, aun si individualmente sus candidatos sacan menos votos.

El bloque kirchnerista en la Cámara de Diputados santacruceña, que en las sombras maneja Máximo, viene amagando desde hace semanas con presentar el proyecto para modificar el sistema electoral y permitir que la categoría gobernador también se elija por Ley de Lemas, algo que Néstor Kirchner ordenó eliminar en 2001. Pero los amagues no se concretan ante la negativa de los diputados de Peralta de ponerle la firma.

Ayer, el jefe del bloque K, Leonardo Álvarez, confirmó que impulsarán la reforma electoral aunque aclaró que "aún se está dando la discusión". No obstante, desde la semana pasada circula el borrador del proyecto para ampliar la Ley de Lemas a la categoría gobernador, y en el que no se incluye una exigencia del sector de Peralta para establecer un piso electoral para los candidatos.

El propio Peralta hizo ese pedido el viernes pasado, para “no tener veinticinco candidatos que todos sumen de a 200 votos”. “Se debería elevar el piso de avales a presentar por sublemas o limitar la cantidad de sublemas a los que debe acotarse cada lema, para mí por ahí debería estar la discusión”, indicó el gobernador.

Peralta mantiene su doble juego. Mientras insiste en que no cambio su oposición contraria a la Ley de Lemas, admite que “como PJ participaremos en cualquier sistema” y que “hay que esperar que la Cámara de Diputados resuelva”. Lo que la Cámara de Diputados resuelva, es lo que el kirchnerismo resuelva ya que tiene una absoluta mayoría.

¿Por qué Peralta no termina de avalar el proyecto? Primero por temor a pagar el costo político de la aplicación de un sistema que es mayormente rechazado en la provincia. Segundo y más importante, sabe que compartir un lema con la lista que digite Máximo, podría ser entregarle la gobernación. “O pierde con Costa o pierde con Máximo”, dijo a LPO un dirigente santacruceño.

El año pasado, la lista que armó el kirchnerismo terminó en segundo lugar en las legislativas nacionales y la que armó Peralta tercera. Máximo logró meter en el Congreso a su amigo Mauricio Gómez Bull. El hijo de la Presidenta controla una estructura territorial importante y maneja a discreción los recursos nacionales, lo que quedó a la vista la semana cuando en cuestión de minutos llegaron a Río Gallegos cuatro ministros en tres aviones. 

Es decir, nada indica que el kirchnerismo no esté en condiciones de ganarle a Peralta bajo un mismo lema. Por eso el gobernador reclama un sistema "acotado", para que Máximo no le arme varios sublemas que terminen restándole votos. Siempre, claro, con la apuesta de que en la sumatoria terminen superando a Costa.

Peralta tiene dos opciones ante la avanzada kirchnerista. La más a mano es el veto. Su sector no puede frenar ningún proyecto en la Legislatura, pero al bloque K podrían no alcanzarle los votos para llegar a los dos tercios que hacen falta para ratificar una ley vetada por el Ejecutivo. El problema es que el veto puede romper la frágil tregua entre ambos sectores y Peralta podría tener serios problemas para gestionar. 

La segunda opción parece más difícil de concretar. Peralta blanqueó días atrás su intención de llegar a un acuerdo con el kirchnerismo para competir juntos en 2015.  "El PJ va con candidatos propios en toda la provincia de Santa Cruz, inclusive diputados nacionales, lo que no implica que con el Frente para la Victoria que gobierna el país no busquemos puntos de acuerdo", señaló.

Luego fue más explícito. "Claramente a la gente no le gusta esta pelea que tuvimos y lo demostró en las elecciones (del año pasado) al volcarse a Eduardo Costa, y esto quiere decir que si todo el mundo hubiera estado de acuerdo con la pelea con el Gobierno Nacional la elección hubiera sido otra. Hay que tomar nota de las cosas, la gente lo que quiere es un trabajo conjunto", sostuvo.