Funcionario del Tribunal de Faltas de Mestre dio positivo en un control de alcoholemia
Dos inesperados dolores de cabeza sufrió el intendente de Córdoba, el radical Ramón Mestre, en apenas unas horas por desventuras de un chofer y de un funcionario.
Hoy se conoció que el 8 de marzo pasado el presidente del Tribunal de Faltas, Ramón Ortega, dio positivo en un control de alcoholemia realizado a las 3.37 en la zona del barrio Villa Belgrano.
En la ciudad de Córdoba el control de alcoholemia establece un límite de 0,5 y el funcionario dio 0,7, por lo que le correspondió una multa de 1.865 pesos que pagó inmediatamente.
De todos modos, se produjo un escandalete mediático al conocerse el episodio por el cargo que ocupa Ortega y, fundamentalmente, porque es el titular de una comisión que se formó a nivel municipal para analizar reformas al Código de Faltas.
Además, la oposición castiga a Mestre, más que nada desde el juecismo, cada vez que aparece algún hecho vinculado de cualquier manera a la noche o al alcohol.
Luis Juez acusa a Mestre de ser un producto de la noche, al igual que sus principales funcionarios y colaboradores. Por eso, suele decir que la agrupación mestristas debería llamarse La Cárcano, en referencia a la avenida donde están ubicados los boliches vip de Córdoba.
Daniel Juez, hermano del senador del Frente Cívico y se sienta en una banca del Concejo Deliberante, protestó porque la Municipalidad “tapa estas cosas”.
Ortega reconoció el episodio y dijo que esa noche manejaba su auto Honda Accord luego de haber cenado y bebido dos copas de vino y una de champagne, por lo que creyó que quedaría, luego de unas horas de sobremesa, por debajo del límite punitivo.
Hasta esta noche el funcionario seguía confirmado en su cargo.
El caso del chofer
El sábado a la madrugada, el chofer de Mestre, el policía Gregorio Carreras, evitó un control policial en la ciudad de Villa Allende, vecina a Córdoba, y fue detenido después de una persecución.
Carreras manejaba un Fiat Línea asignado a la Intendencia de Córdoba y para evadir el control casi atropella a un policía.
Como era un agente asignado a la Municipalidad por la Policía Provincial, Mestre se despegó y pidió que cese ese contrato.