Planificación

Pases de facturas contra De Vido por el fracaso del congreso que organizó su mujer

Gobernadores e intendentes se fueron furiosos. Los faltazos de Lula y Felipe González y la crítica del Nobel preferido de Cristina.

Julio de Vido quedó en la mira de gobernadores e intendentes peronistas que asistieron al 2° Congreso Internacional de Responsabilidad Social que organizó su esposa, Alessandra Minnicelli, y en el que no sólo hubo notorias ausencias sino también fallas de organización y hasta inesperadas críticas al Gobierno.

El ministro de Planificación se encargó de garantizar el éxito del congreso convocando a dirigentes oficialistas de todo el país, a los que garantizó un evento con invitados de primera línea de todo el mundo. De Vido buscó así enviar un mensaje a la interna kirchnerista, como avisando que está activo de cara al año electoral que viene.

De Vido logró reunir a buena parte del Gabinete, además de gobernadores como Daniel Scioli, José Luis Gioja, Juan Manuel Urtubey, Sergio Urribarri y Francisco Pérez; intendentes como Juan Patricio Mussi; los legisladores Miguel Pichetto, Gerardo Zamora y Julián Domínguez; el presidente de YPF Miguel Galuccio; o el titular de la Anses Diego Bossio, entre otros.

Pero no todo le salió bien a ministro. Lo primero que le falló a su esposa fueron los invitados de honor: Lula da Silva y Felipe González. Los ex presidentes de Brasil y España fueron anunciados como los oradores principales, pero pegaron el faltazo y nadie explicó las causas.

El lugar de figura principal lo ocupó entonces el Premio Nobel de Economía preferido de Cristina Kirchner, Paul Krugman. Tantas veces elogiado por la Presidenta y el kirchnerismo, esta vez el economista estadounidense sorprendió con críticas al modelo argentino.

Antes de disertar en el congreso que se realizó en el predio de la Rural, Krugman escribió en su blog del New York Times que "la Argentina realmente parece tener mucho mayor inflación que aquella que el gobierno admite". "Argentina que se ha beneficiado enormemente de las políticas heterodoxas después del colapso de su régimen de convertibilidad en el 2001, se mantuvo siendo heterodoxa demasiado tiempo, y ahora está experimentando problemas clásicos de países en desarrollo, con un déficit presupuestario persistente que está monetizando porque carece de acceso a los mercados de capitales, lo que lleva a la inflación persistente y problemas de balanza de pagos", señaló.

Luego siguió con las críticas en el congreso de la esposa de De Vido. “Está bien preocuparse por la justicia social pero tiene que hacerse de manera realista. Con esto quiero decir que a veces es necesario ser un poco ortodoxo”, indicó Krugman, que repitió sus críticas a la medición de la inflación y también del populismo en Argentina.

Pero más allá de las críticas de Krugman y algunas del premio Nobel indio Amartya Sen a las políticas sociales, muchos de los dirigentes que asistieron al evento se fueron molestos porque no sólo no consiguieron alguna foto con Lula o Felipe González sino que tampoco encontraron razón alguna para estar ahí.

Molesto, alguno sugirió después que De Vido los presionó para que vayan a la Rural. “Si no venimos no nos dan los fondos para las obras”, sostuvo un dirigente, que tampoco dio por seguro que a partir de su presencia vaya a recibir los fondos más adelante.

Al mismo tiempo, otros de los asistentes se quejaron por fallas organizativas tan sencillas como que no funcionaba el wifi. En su discurso, De Vido alabó sus programas Argentina Conectada y la Televisión Digital Abierta, lo que fue tomado en sorna por quienes intentaban sin éxito lograr conexión.