Diputados

La Cámpora presiona por la vice de Diputados para manejar la caja y nombrar empleados

El 3 de diciembre se eligen autoridades. Si Domínguez va al Ejecutivo, se quedarían con el control de la Cámara.

Luego de tres años de total ostracismo, La Cámpora quiere levantar el perfil en la Cámara de Diputados pero no precisamente para tener mayor tarea legislativa.

Según pudo confirmar LPO, la agrupación de Máximo Kirchner quiere nombrar al próximo vicepresidente del cuerpo, cuando el próximo 3 de diciembre se elijan nuevamente autoridades en una sesión preparatoria.

El cargo parece menor pero si Julián Domínguez reemplace a Jorge Capitanich en la jefatura de Gabinete, como se rumorea, el camporista elegido lo relevaría y tendría control total de la Cámara de Diputados para manejar el presupuesto y nombrar personal. Todo lo que Máximo anhela en el último año de gestión de la madre.

Son atribuciones que tiene la secretaría general y la administrativa, donde La Cámpora no pudo poner un pié. Debió conformarse con la parlamentaria, con el decorativo Lucas Chedrese, casi sin roles porque las sesiones las controla la experimentada prosecretaria Marta Luchetta.

El futuro de Domínguez sigue siendo una incógnita pero nadie de su entorno se imagina todo el 2015 en Diputados, sobre todo si su candidatura presidencial se define.

Planea para fin de mes un acto en parque norte con dirigentes de todo el país que integran su “Grupo San Martín” y para marzo esperan la orden de Cristina para salir al ruedo.

Aunque Cristina lo sorprendió en septiembre pidiéndole que permanezca en la Casa Rosada, Capitanich sigue con las valijas hechas: en un encuentro con diputados oficialistas confesó que a más tardar el 15 de enero retornará a Chaco para hacer campaña para intendente de Resistencia.

La actual vicepresidenta de la Cámara de Diputados es la santiagueña Norma Abdala de Matarazzo, destacada en las últimas sesiones por ejercer la presidencia por 12 horas ante la ausencia de Julián Domínguez por enfermedad.

Barrerla no traería costo interno alguno: por el contrario, fueron muchos los legisladores que reclamaron demasiado favoritismo a Santiago del Estero cuando Gerardo Zamora fue nombrado presidente provisional del Senado. Pero ninguno pidió por La Cámpora.