China

Los negocios de los chinos con amigos del poder, exponen a Peña Nieto y Cristina

El escándalo de la mansión del presidente de México revela como operan los chinos con gobiernos de la región.

Un escandaloso caso por presunta corrupción que afecta al presidente de México, Enrique Peña Nieto, dejó al desnudo las sospechosas vinculaciones de las grandes corporaciones chinas con los gobiernos latinoamericanos y los empresarios de obra pública ligados a éstos, que Argentina salieron a la luz en las últimas grandes licitaciones.

Peña Nieto, que atraviesa el peor momento de su gobierno por el brutal asesinato de 43 estudiantes, ahora enfrenta un escándalo por la revelación de que posee una mansión de 7 millones de dólares que está registrada a nombre de Ingeniería Inmobiliaria del Centro, una firma que forma parte del Grupo Higa, del poderoso empresario Juan Armando Hinojosa Cantú.

El Grupo Higa es uno de los grandes beneficiarios de la obra pública del gobierno mexicano, y también ganó numerosos y millonarios contratos durante los años de Peña Nieto como gobernador del Estado de México. Ahora, el presidente debió salir a decir que se trata de una propiedad de su esposa y que no está a su nombre porque todavía no completó el proceso de compra. Una explicación que no cierra a los mexicanos.

Pero la revelación periodística de este caso se dio un día después de una noticia que sorprendió en México y China. Es que sorpresivamente Peña Nieto dio de baja un contrato para la construcción de un tren de alta velocidad que uniría la capital y Querétaro. Ese contrato había sido ganado por la empresa China Railway Construction Corporation, en asociación con tres firmas mexicanas, entre ellas Constructora Teya, del Grupo Higa.

Ese contrato, por 3.700 millones de dólares, estuvo precedido por una polémica licitación en la que grandes actores del sector como la alemana Siemens, la francesa Alstom y la canadiense Bombardier se retiraron y dejaron vía libre al consorcio chino-mexicano, denunciando al Gobierno de Peña Nieto por los condicionamientos que estableció.

La premura de Peña Nieto por cancelar ese contrato, justo antes de partir de viaje oficial a China, fue leída en México con una señal de que el Presidente estaba al tanto de la revelación que haría la periodista Carmen Aristegui sobre el sospechoso triángulo con Hinojosa Cantú y las empresas chinas.

Hinojosa Cantú no sólo se favoreció por las obras públicas. En 2012, le alquiló a Peña Nieto aviones para la campaña presidencial por unos dos millones de dólares. Hinojosa Cantú fue uno de los principales aportantes a la campaña del PRI, satisfecho quizás por el crecimiento de su fortuna durante la gestión de Peña Nieto como gobernador del Estado de México, cuando multiplicó sus contratos.

Cristina en el espejo de Peña Nieto

Lo que también revela esta trama es un modelo de negocios que los empresarios chinos desplegaron en América Latina para hacerse de los grandes negocios de obra pública. El esquema, simple, es asociarse a empresarios cercanos a los gobiernos de turno y establecer el lobby a través de ellos para ganar los contratos.

El caso de la construcción las represas en Santa Cruz es paradigmático y también deja a las claras cómo las empresas que dependen del gobierno de China se vieron favorecidas por su acercamiento a empresarios amigos de la Casa Rosada.

Allí, los chinos atacaron por dos frentes. Por un lado, Gezhouba Group se asoció con Electroingeniería, del cordobés Gerardo Ferreyra, un íntimo de Carlos Zannini. Por otro, Sinohydro Group se asoció con el santacruceño Lázaro Báez, pero la revelación del escándalo de la "ruta del dinero K" lo perjudicó y el contrato se lo quedó el cordobés. El proceso estuvo plagado de irregularidades e incluso fue llevado a la Justicia por la oposición y hasta el propio Báez. Ni siquiera se tuvo en cuenta la frágil situación económica.

La licitación de la represa Chihuido, todavía sin adjudicar, también muestra a los chinos asociados a empresarios cercanos al Gobierno. Gezhouba repitió su asociación con Electroingeniería, mientras que Hydrochina Corporation y Power China presentaron una oferta en conjunto con CPC, de Cristóbal López. También podría mencionarse la aceitada relación de Franco Macri con el Gobierno chino, que sirvió para que empresas orientales hicieran millonarios negocios aquí.

En diálogo con LPO, el especialista en relaciones internacionales Diego Guelar opinó que este modelo de negocios no es atribuible solamente a las empresas chinas y afirmó que “operan como absolutamente todos los países”. “Hay algunos países que son más neutrales, más transparentes. Otros tienen una inclinación por inclinar estos procesos”, agregó.

Guelar, autor del libro “La invasión silenciosa” sobre el desembarco de China en América del Sur, sostiene que la ofensiva china sobre la región se ha hecho “muy notoria en los últimos diez años” y uno de los sectores a los que apunta es a la infraestructura, especialmente en ferrocarriles, puertos y energía.

“Hay países con más transparencia que otros. Uruguay y Chile, por mencionar a dos, tienen sistemas que están interpretados como menos proclives a corruptelas. Otros, en cambio, tienen más capacidad de apuntalar a sus empresarios amigos, tienen relaciones de mayor intimidad. En algunos hay arbitrariedades muy grandes”, analizó.

De todos modos, Guelar indicó que “sería injusto identificar a China o a otro país” con este tipo de prácticas, habituales en todos los empresarios. “Las empresas que buscan este tipo de grandes contratos son proclives a esto. Las que no lo quieren hacer directamente no se presentan. O aceptan las reglas o no se presentan, aunque en general tampoco denuncian las irregularidades cuando pierden una licitación”, detalló.

Finalmente, Guelar dijo que los controles a las empresas chinas de parte de instituciones estatales “no son transparentes” como todo el sistema judicial y político. “Actualmente están muy preocupados por fortalecer los sistemas de control debido a la revelación de muchos casos de corrupción. Es el objetivo principal del Partido Comunista a partir de las denuncias que surgieron en la prensa occidental”, completó.