Convergencia

La supremacía del cable, amenazada por los servicios online y OnDemand

La nueva ley de telcos abre el juego del cable a las telefónicas, pero la verdadera competencia surge de la aparición de jugadores como Netflix.

En medio del debate que disparó el anuncio de una nueva ley de telecomunicaciones, Fox lanzó en América Latina una nueva plataforma para TV por cable e Internet que incluye 12 canales Premium y HD y un servicio online para ver las producciones de la cadena de manera on demand.

El lanzamiento coincide con la discusión sobre la convergencia digital, el concepto bajo el cual empresas de telecomunicaciones podrían prestar simultáneamente telefonía fija y móvil, TV por cable e Internet -conocido como Cuádruple Play- y aviva las especulaciones de que, en el futuro, los propios productores de contenidos sean quienes entreguen el contenido directamente al usuario.

Por ahora, la nueva plataforma, llamada FoxPlay+, se trata de un servicio Premium que desde el último lunes se puede contratar sobre la prestación de TV por cable que el usuario ya tiene, como DirectTV, Cablevisión o Telecentro. Pero la experiencia de Netflix demostró que cada vez más usuarios se alejan del cable y optan por un servicio “on demand” que permite ver películas, series y todo tipo de contenido en el momento que se desee.

De ahí surge la pregunta: ¿cuánto tiempo tardarán las cadenas en eliminar el intermediario que significan las compañías de cables y aprovechar la convergencia para cobrar al usuario por el contenido directamente?

“Se está dando la tendencia de que los jóvenes que se van a vivir solos no contratan el TV cable que tenían en la casa de sus padres y lo reemplazan con Netflix y otros servicios de video on demand”, explicó a LPO el consultor de medios Enrique Carrier. “Se trata de un tema generacional: sentarse a ver que hay en el momento es algo que simplemente no hacen”, agregó.

Para Carrier, sin embargo, la transición no será inmediata por el poder que aún conservan las cableras, que al negociar con los productores de contenido ponen sobre la mesa los millones de abonados que tienen asegurados en su cartera.

La relación de poder sí va a empezar a equilibrarse a medida que la generación Y y la Z se transformen en el principal público consumidor de contenidos y cambie el paradigma de consumo pasivo por uno activo en que el usuario decide qué y cuándo lo quiere ver.

De todos modos, las cableras ya responden a este cambio con sus propios servicios OnDemand, como los que ofrecen Cablevisión y DirectTV. El problema de estos servicios, explica Carrier, es que implican un cambio del sistema acutal de broadcasting –uno a muchos- por uno de multicasting –uno a uno-, lo que implica un altísimo consumo de banda.

Para poder seguir ofreciendo este servicio sustentablemente, las cableras deberán invertir fuertemente sobre sus redes ya existentes, lo que implica un altísimo costo de infraestructura, que las plataformas que se transmiten a través de Internet directamente no tienen.

El peso de Netflix

El enorme uso de datos que consume la transmisión de video en HD a través de las redes de Internet ya desató a nivel global el debate sobre si las empresas de VOD (video on demand) deben contribuir a las inversiones en infraestructura. En EE.UU., Netflix representó el 34% del total del consumo de datos a través de Internet en el primer cuatrimestre de 2014.

Para Carrier, sin embargo, ese problema surge de la forma en que las proveedoras de Internet cobran a sus clientes, que es de manera fija, o tarifa plana, y no proporcionalmente al consumo.

“En el modelo actual, los que consumen poco subsidian a los que los grandes consumidores de video”, explicó Carrier. “Si cobraran una tarifa variable, las compañías no tendrían problema en transmitir datos de Netflix”, aseguró.

La entrada de las telefónicas

La nueva ley de telecomunicaciones Argentina Digital permitirá a las telefónicas ofrecer servicios de TV por cable, lo que agregaría una competencia, que, en un principio, sería saludable para un mercado concentrado.

El problema es que para ofrecer cable, Telecom y Telefónica deberían invertir sobre sus redes existentes, de la misma manera que Cablevisión debería hacer para ofrecer on demand. Durante la discusión sobre la ley que se dio en el Congreso, el propio senador Miguel Pichetto acusó a las telefónicas de no invertir sobre sus durante los 90.

Las redes que hoy se utilizan para transmitir voz se deben llevar a una capacidad de entre 12 a 15 megas de ancho de banda, una inversión que las empresas no harían en lo inmediato por el alto costo que implica. Especialmente teniendo en cuenta que el mercado de cable está fuertemente saturado –deberían salir a canibalizar abonados de otras empresas- y, al mismo tiempo, se achica por la migración a los servicios de VOD.