Diputados

Di Tullio frenó la creación de la Universidad de Hurlingham para molestar a Rossi

Supo que su antecesor estaba detrás del proyecto y lo frenó. Aprovechó la ausencia de Julián Domínguez.

Una dura secuencia de discusiones, gritos y portazos se dio el miércoles en la Cámara de Diputados por los proyectos para crear universidades, que terminó con la llamativa exclusión de la Universidad de Hurlingham y la incorporación de la Universidad de Comechingones, de San Luis.

Esta última y la de las Artes (UNA), que reemplazará al actual Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA), son ley y pueden empezar a funcionar cuando el gobierno asigne su presupuesto.

Y el Senado deberá definir si avala las de Rafaela, Raúl Scalabrini Ortiz (en San Isidro), Alto Uruguay (en Misiones), Ezeiza, Guillermo Brown (en Almirante Brown) y la Universidad Pedagógica Nacional.

Las negociaciones previas tuvieron tantos condimentos, que muchas voces de la oposición denunciaron que la apertura de Universidades se convirtió en una pelea de oficialistas y aliados que deja afuera cualquier estudio de factibilidad.

“Hoy de cada cien chicos que inician su carrera universitaria hay sólo 18 que egresan. ¿No les llama la atención esto? ¿No es un tema a discutir también junto con la creación? Hoy tenemos universidades que están al borde de no poder pagar los sueldos cuando en realidad se destina muchísimo dinero a la universidad pública”, exigió Luis Sacca, diputado radical por Tucumán.

Con los servicios descentralizados y las facultades delegadas, los diputados pelean por los fondos de las universidades cada vez que llega el presupuesto y en los últimos años se hizo habitual que todos quieran la suya.

Con Julián Domínguez de licencia por enfermedad, Di Tullio tomó las riendas de la negociación y sorprendió con idas y vueltas a último momento.

El martes a la noche bajó el proyecto para sancionar la Universidad de Comechingones, pero en la reunión de labor parlamentaria cambió de idea tras una dura presión del jefe del bloque Compromiso Federal, Walter Aguilar, con discusiones en los pasillos.

Di Tullio cedió y recibió su premio: los cinco diputados de esa bancada aportaron al quórum y sancionaron la polémica estatización de la Universidad de Madres de Plaza de Mayo. Sin ellos, el kirchnerismo no hubiera tenido la mitad más uno del total, por lo que había riesgo de perder de la votación.

También contó con el aporte de Adrián San Martín y María Villar, los dos neuquinos que responden al sindicalista Guillermo Pereyra.

Aguilar consiguió además sumar 10 millones de pesos a la Universidad de Villa Mercedes.

La mayor sorpresa fue la exclusión de la Universidad de Hurlingham, propiciada por Juanchi Zabaleta, concejal kirchnerista y candidato a intendente de ese distrito; pero también por Agustín Rossi cuando presidía el bloque, antes de irse al Ministerio de Defensa.

En su rol de candidato a presidente, Rossi fue a Hurlingham con Zabaleta a promocionar la creación de la Universidad, que finalmente no llegó.

“Juliana supo que Rossi estaba metido y por alguna cuenta pendiente la cajoneó”, contó a LPO una fuente del bloque oficialista. Otro dato: Hurlingham lo gobierna Luis Acuña, del Frente Renovador.

Pero el tema volverá a discutirse en breve, porque está claro que no hay legislador que no quiera su universidad.