Entre Ríos

¿Se rompió la relación entre Urribarri y Cristina?

El gobernador entrerriano echó a una consultora afín a Cristina. Kicillof barrió del BICE a su economista.

La relación entre Sergio Urribarri y Cristina Kirchner parece haber entrado en una etapa de crisis, tal vez la primera desde que la presidenta consagró al entrerriano entre sus preferidos por haberle puesto el cuerpo a la pelea con el campo en 2008.

Urribarri anticipó el año pasado su candidatura presidencial, no hizo grandes recorridas por el país pero al menos evitó con la jugada que se abra en Entre Ríos la pelea por su sucesión, ya que no buscará otro mandato como gobernador.

Pero la gestión en su provincia está en su peor momento: Como reveló LPO, paga los sueldos con la emisión de letras del tesoro que lo obligarán a cancelar mil millones de pesos antes de fin de año, ya que no pueden trasladarse al 2015.

Todavía no sabe cómo los conseguirá y no hay indicios de una ayuda de Cristina, que tampoco llegó en Mayo de 2012, cuando tuvo que desdoblar el pago de salarios. “Si él es ultra y no lo ayudan que puedo esperar yo”, decía por esos días Daniel Scioli, antes de desdoblar por su parte el pago de aguinaldos.

Fisuras

Semanas atrás, Urribarri echó a la agencia de comunicación de Doris Capurro, amiga de Cristina Kirchner y artífice del vínculo entre la Presidenta y el también entrerriano Miguel Galuccio. Contrató en su lugar al brasileño Duda Mendoca, que supo asesorar a José Manuel de la Sota y Eduardo Duhalde.

Pero como acostumbra, el golpe de Cristina fue más fuerte: Despidió de la presidencia del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) a Mauro Alem, un economista con estudios en Chicago ligado al gobernador.

En su lugar designó a Federico Pastrana, un inexperto economista de La Cámpora, que hizo sus primeros palotes militantes en Aeda -el think tank heterodoxo que supo liderar Matías Kulfas-. Como era previsible, el arribo de Pastrana se debe a una decisión de Axel Kicillof que lo tuvo como "asesor" en la Secretaría de Política Económica.

Los medios oficiales hablaron de una renuncia de Alem y la de la necesidad de “potenciar” la capacidad del Banco Público, objetivo que al parecer no podía cumplir el entrerriano. Pero hasta ahora no se ha visto mayor cambio, salvo que Pastrana este preparando en secreto un volantazo que reposicione al insignificante BICE. 

Pero tal vez el desplante más evidente a CRistina fue su rechazo a ocupar la Jefatura de Gabinete tiempo atrás, cuando era inminente la salida del chaqueño Jorge Capitanich. Aunque él se encargó de desmentirlo, LPO supo que le fue ofrecido el cargo y su rechazo obligó a Cristina a demorar el recambio.

Inmune a las necesidades de la Casa Rosada, Urribarri parece haber entendido que ser funcionario de Cristina Kirchner no es el mejor camino para sumar votos en su proyecto presidencial. Un pensamiento razonable, que tal vez no le haya salido gratis.