Presidenciales

El plan de Duhalde para intervenir al PJ y dárselo a Scioli

El ex gobernador gestiona con Servini de Cubría tomar el partido para quitarle la lapicera a Cristina.

Eduardo Duhalde quiere que la jueza María Servini de Cubría intervenga el Partido Justicialista de la Nación, para quitarle el control a Cristina Kirchner y armar una interna amplia con Daniel Scioli como principal protagonista.

La jugada llegó a oídos de varios senadores nacionales que trabajan para la candidatura del gobernador, que aprovecharon la poca actividad de esta semana para discutir su viabilidad.

El grupo lo lidera el jefe de la bancada, Miguel Pichetto, quien ya no oculta su apoyo a Scioli pero a puertas cerradas no descarta abandonarlo si cada movimiento de su campaña dependerá de Cristina y La Cámpora.

Nada parece indicar lo contrario: la semana pasada, Karina Rabolini le imploró a Cristina que elija a su esposo como candidato. El tono de ruego dejó claro que no hay un plan B.

Duhalde está dispuesto a armárselo echando mano a su vieja amistad con Servini de Cubría, la jueza a cargo de controlar los comicios en Capital Federal que viene de varias peleas con el Gobierno.

Hace poco más de un mes allanó la sede de la AFA como parte de una denuncia por el manejo de los fondos de Fútbol para Todos. De inmediato, fue acusada de difundir la identidad del nieto de Estela de Carlotto.

Duhalde quiere aprovechar esa tensión para tomar control del Partido Justicialista, que eligió autoridades en mayo pero Cristina lo maneja a gusto al tener como apoderado a Carlos Zannini.

Eso le da la posibilidad de estirar hasta último momento la definición de las candidaturas y definirlas sin atender demandas de intendentes y gobernadores, cada vez más nerviosos por su futuro.

La única forma de cambiar esas reglas de juego es volver a definir las autoridades del PJ y para eso es necesario intervenirlo y elegir otra vez las autoridades.

La estrategia sería denunciar un incumplimiento de la ley de partidos políticos por no haber celebrado internas, lo que ya empezó a hacer un grupo de dirigentes del PJ porteño.

Para que el plan se cumpla, Servini sólo tendría que atender el reclamo y llamar a elecciones. Llegada a esa instancia, Duhalde imagina a los gobernadores con un papel protagónico definiendo la estrategia electoral para las presidenciales sin llamar a la Casa Rosada.

“Lo llama todo el tiempo a Scioli, pero le responde que si rompe con Cristina no puede pagar los sueldos”, dicen ceca de Duhalde, quien fiel a su estilo ya lanzó como gobernadora a su esposa Hilda, seguramente con la aspiración de colarla en alguna lista.

Scioli tiene otro problema: cualquier encuesta le adjudica una parte de su caudal de votos a su vínculo con Cristina Kirchner y así enfrentarla en malos términos no sería gratis.

Duhalde entiende que si lo gobernadores e intendentes vuelven a tener peso en el PJ, Scioli podría repatriar a los dirigentes que trabajan para Massa por no estar dispuestos a seguir las instrucciones de “Wado” De Pedro. Y todo sin llegar al anuncio de ruptura que tanto teme el gobernador.

Los retornos más esperados son los de Adolfo Rodríguez Saá y José Manuel de la Sota, quienes, como adelantó LPO, lo acordaron en una cena pero luego no siempre acordaron dar los mismos pasos en las votaciones del Congreso. Si el PJ vuelve a divorciarse de la Casa Rosada, podrían rever esa decisión.