Diputados

Estalló la interna del kirchnerismo por el aborto y la fertilización asistida

En el oficialismo hay tensión por los logros de la iglesia. Con su ausencia, la oposición ayudó a disimular las grietas.

Las bancas vacías de la oposición ayudaron al kirchnerismo a disimular ayer sus internas por la despenalización del aborto y el régimen de fertilización asistida, que por gestión de la iglesia quedaron limitados en el nuevo Código Civil y Comercial.

La curia logró en diciembre que el dictamen de la bicameral que debatió el Código modificara el artículo 19, para que la vida sea considerada desde la concepción y no en el seno materno.

Aunque se adapta a la Constitución, ese texto complica el debate por la interrupción del embarazo y también la aplicación de la ley de fertilización asistida, porque los embriones podrían considerarse personas. Reclamos históricos de los comités de la bioética de la Iglesia.

El éxito de la gestión de los obispos desató esa vez la furia de la jefa de bloque de Diputados, Juliana Di Tullio: y de su par Diana Conti, históricas defensoras de la interrupción del embarazo.

A esa disputa le atribuían en Diputados la demora en sancionar el Código Civil. Para destrabarlo, antes que pensar en las denuncias de la oposición, Julián tuvo que habilitar el tratamiento del proyecto de regulación de embriones no implantados y aceptar que Conti, por las suyas, se pusiera a juntar firmas a favor del aborto.

La Comisión de Salud, presidida por Andrea García, se reunió el martes y con sólo cinco firmas, el kirchnerismo anunció un predictamen sobre regulación de embriones implantados para debatir la semana que viene.

Como adelantó LPO, el texto fue discutido en los últimos diez días y deja intacta el concepto de nacimiento desde la concepción.

“Nos sorprendieron con un borrador que ni habían planteado en asesores. Hablan de darles mucha concesión a los médicos y habilitan el donante para terceros. Tenía sólo cinco firmas y no creo que lo apoyemos”, contó a LPO el radical correntino Agustín Portella.

En la sesión de Diputados, las diputadas del Frente para la Victoria Mónica Gutiérrez y Adriana Puiggrós, y las aliadas Alicia Comelli (Movimiento Popular Neuquino) y Ramona Puchetta (Frente por la Inclusión Social) rechazaron el polémico artículo 19.

Para evitar cualquier sorpresa, Domínguez, de reconocido vínculo con la iglesia, acordó una votación en general y particular, una jugada que no se hizo notar por la falta de opositores.

El aborto, otra vez en debate

Diana Conti y Juliana Di Tullio defendieron a Domínguez en el recinto por la denuncia de la oposición, una escena que les permitió disimular que 24 horas antes habían iniciado una nueva pelea con la iglesia por la ley de aborto.

Ambas vienen batallando hace tiempo por logarla, aun cuando saben del rechazo de Cristina Kirchner.

El martes Conti propuso en la Comisión de Legislación Penal apurar un dictamen sobre interrupción del embarazo, como siempre, con una alianza intrabloques que incluyó a Margarita Stolblizer y Victoria Donda (UNEN), Manuel Garrido (UCR) y sus pares de bloque Mara Brawer, Leonardo Groso y Marcos Cleri, entre otros. Nicolás del Caño, del Frente de Izquierda, estaba dispuesto a apoyar.

La sesión dejó claras las diferencias con otros kirchneristas como Graciela Giannettasio, José María Díaz Bancalari y Alejandro Abraham.

A cargo de la Comisión, Patricia Bullrich se negó a tratarlo y prometió hacerlo en la primera semana de noviembre, cuando el Congreso volverá a estar rodeado de organizaciones católicas y pro abortos cruzándose insultos.

La última vez que sucedió fue en 2011 y ganó la iglesia, porque ni siquiera pudo firmarse un dictamen en minoría y mucho menos llevarlo al recinto.

En ese año todavía no estaba el papa Francisco y la Iglesia no podía influir en la agenda de Cristina Kirchner como ahora. Y provocar grietas en el kirchnerismo, que terminan escondidas por los debates reglamentarios planteados por la oposición.