El Gobierno depositó el pago de la deuda en la cuenta que Kicillof puede usar a discreción

Luego de que Griesa declaró al país en desacato, Economía depositó u$s161 millones en Nación Fideicomisos.

El Ministerio de Economía depositó hoy 161 millones de dólares una cuenta de Nación Fideicomisos, creada por el Gobierno para ael pago de la deuda reestructurada en 2005 y 2010 pero que podrá ser usada a discreción por Axel Kicillof si es que los acreedores no aceptan cobrar en esa plaza.

El primer depósito de servicios de deuda al amparo de la Ley de Pago Soberano, que se sancionó para evitar nuevos bloqueos del juez Thomas Griesa, se realizó un día después de que el magistrado declarara en "desacato" a la Argentina por pedido de los fondos buitre.

"En el día de la fecha, la República Argentina depositó los montos correspondientes a los intereses de los Títulos de Deuda Bonos Par emitidos en los Canjes de Reestructuración de Deuda Soberana de los años 2005 y 2010 sujetos a la legislación del Estado de Nueva York, Estados Unidos de América, y a la legislación de Inglaterra y Gales por el equivalente a 161 millones de dólares", sostuvo el Palacio de Hacienda en un comunicado.  

La cartera de Kicillof agregó que "al realizar dichos depósitos, la República Argentina ratifica una vez más su compromiso inquebrantable de cumplir todas sus obligaciones respecto de los Bonistas y contribuir mediante las medidas que estén a su alcance a preservar su derecho a cobrar las sumas que les corresponden bajo los Títulos de Deuda".

El Gobierno informó que "el depósito fue realizado en las cuentas fiduciarias 'Fondo Ley N° 26.984 - Pago Soberano de Deuda Reestructurada en Dólares Estadounidenses' y 'Fondo Ley N° 26.984 - Pago Soberano de Deuda Reestructurada en Euros' (las 'Cuentas Fiduciarias') de Nación Fideicomisos S.A. (...) abiertas en el Banco Central de la República Argentina".

La nota oficial señala que "de acuerdo al Contrato de Fideicomiso y a lo establecido en la Ley N° 24.441, el depósito de fondos en las Cuentas Fiduciarias perfecciona su cesión irrevocable en propiedad fiduciaria al Fiduciario en beneficio de los tenedores de los correspondientes Títulos de Deuda (los 'Bonistas')".  

No obstante, la letra chica del contrato permite a Kicillof hacer uso de los fondos si es que, como prevén todos los analistas del mercado, la enorme mayoría de los bonistas no los retira de la cuenta en Nación Fideicomisos.

LPO había adelantado la maniobra del Ejecutivo, que le permitiría disponer de los fondos depositados en esa cuenta para autofinanciarse, en un momento de escasez de dólares y caída de reservas. Es que la normativa que rige los fideicomisos permite al fiduciario (en este caso Nación Fideicomisos) invertir los fondos para que no pierdan valor. 

Pero el Gobierno ni siquiera se agarró de ese argumento y directamente estableció que Kicillof tenga discrecionalidad para usarlos. El diario El Cronista reveló que el contrato tiene una cláusula que dispone que "los fondos disponibles en las Cuentas Fiduciarias podrán mantenerse en efectivo o, si así lo dispone el Mecon (Ministerio de Economía), ser invertidos de acuerdo a las instrucciones específicas y fehacientes remitidas por el Mecon".

"Habitualmente, el fiduciario maneja el dinero. Una vez que entra la plata, el fiduciante (aquí, el Estado) no tiene discrecionalidad para opinar", explicó a ese medio a un abogado. Pero igualmente en este caso fiduciante (el Estado) y fiduciario (Nación Fideicomisos) son el mismo actor: el Gobierno. La regla mencionada por el especialista corre para casos donde el agente fiduciario es un privado o un tercero.

De esta forma, Kicillof empieza a crear una cuenta que podría ser usada para financiar al Gobierno, como una especie de banco central paralelo. En el mercado creen que la enorme mayoría de los acreedores no retirará los pagos porque podría ser objeto de acciones legales por parte de los buitres. Además, los grandes fondos de inversión no pueden hacerlo por su propia normativa, que sólo les permite cobrar en determinadas plazas financieras.