En su debut como orador político, Maximo pidió la reelección para su mamá

“¿Por qué no compiten contra Cristina?”, desafió a la oposición, a pesar de que lo prohíbe la Constitución.

El debut de Máximo Kirchner como orador en un acto político lo mostró con un oficio razonable, pero fue el texto de su discurso acaso el punto más flojo por las numerosas y evidentes contradicciones. La más flagrante: El hijo de Cristina promovió una nueva candidatura de su mamá, a pesar de que lo tiene prohibido por la Constitución Nacional.

"Si Cristina está tan mal y no sirve, si quieren acabar con el kirchnerismo, por qué no dejan y compiten con Cristina, y le ganan a Cristina y sanseacabó. No le tengan miedo a las urnas, no le tengan miedo a la sociedad", desafió el líder de La Cámpora, luego de aclarar que la Presidenta se enojaría con él por pronunciar esa frase, y olvidando que por más que quiera, la oposición no podría competir con su madre por la sencilla razón de que lo prohíbe la carta magna.

Detalle que ignoró nuevamente cuando pidió a la oposición que "no le tengan miedo a las urnas, no le tengan miedo a la sociedad, al pueblo o al ciudadano, como le guste llamarlos".

Máximo encabezó el acto que organizó La Cámpora en el estadio de Argentino Juniors, bajo la consigna “Irreversible”, en referencia a las “conquistas” sociales alcanzadas durante el kirchnerismo.

Fue un intento de demostración de fuerza hacia el resto de las agrupaciones del oficialismo y la búsqueda por instalar -ahora bajo el supuesto liderazgo de Máximo-, que en el 2015 lejos de decretarse el fin del ciclo político del kirchnerismo, comienza una nueva etapa protagonizada por La Cámpora.

"El 2015 no es el fin de La Cámpora sino el comienzo", le dijo a LPO uno de sus máximos dirigentes y explicó que "lejos del poder vamos a purificar nuestra base y quedarán los más convencidos".

Algo de eso intentó transmitir máximo, aunque otra vez cayó en contradicciones: "No hay apellidos milagrosos, hay proyectos políticos, que son proyectos de vida, que tienen que ser un proyecto de país y dejen definitivamente de lado el ostracismo al que nos sometieron durante tantos años tirando por la nuca al pueblo", explicó, contradiciéndose con lo que había dicho unos minutos antes, cuando reclamó por la re reelección de su madre.

El acto también marcó la ausencia notable de los principales dirigentes del peronismo. En la primera fila del acto, estaban el cura Juan Carlos Molina, titular de Sedronar, al intendente de La Matanza Fernando Espinoza, el vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto, y el dirigente piquetero Luis D’Elía, todos abrazados por Máximo, que cristalizó así el presente del kirchnerismo duro o si se quiere de La Cámpora y sus aliados.

En esa línea el único gobernador que estuvo presente fue el entrerriano Sergio Urribarri, que no abandona su sueño de ser el candidato presidencial del kirchnerismo duro y que acaso sin fingir, se lo vio visiblemente emocionado, cuando escuchaba a Máximo.

Espinoza fue otro al que las palabras de Máximo también parecieron llegarole al corazón: En un twitter dijo que al verlo hablar "le pareció estar escuchando a Néstor".

En el palco también se vio a otros aspirantes a representar al kirchnerismo en la pelea presidencial, como el ministro de Economía, Axel Kicillof y el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez.

Pero la ausencia de las figuras de mayor tracción electoral del oficialismo como Daniel Scioli, Florencio Randazzo y la mayoría de gobernadores e intendentes de peso, reveló hasta que punto la experiencia de La Cámpora ahora ya liderada a plena luz por el hijo de la Presidenta, les resulta ajena. 

Esto se vio acaso en la dificultad con la que pronunció la palabra “peronismo”, en un discurso que cayó en las muletillas del kirchnerismo como las críticas a Clarín y el intento por darle épica a las fracasadas negociaciones con los fondos buitres.

En la misma línea y apelando a la idea reiterada del intento de golpe al Gobierno, llamó a “redoblar los esfuerzos, casa por casa, como hizo Néstor cuando era consciente de que se querían cargar el Gobierno. Hoy el último dique es Cristina".

Para cerrar blanqueando cual es la mayor amenaza que perciben entre sus filas: "Parece mentira ver gente que estuvo muy cerca de nosotros convertidos en punteros de otros candidatos a presidente", criticó, en lo que pareció una cr´tica a Sergio Massa que acaso también incluya a Daniel Scioli.