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Apareció el rabino Bergman y ahora quiere una ley de Educación Emocional

El diputado del PRO busca que en la primaria enseñen a “conocerse a uno mismo” y a “autorregular las emociones”.

El rabino Sergio Bergman salió del ostracismo y, tras confesar a sus pares del PRO que se aburre en el Congreso, presentó una ley para crear la “Educación Emocional”.

Como explicara LPO, el diputado nacional del PRO tiene un rumbo errático por el parlamento, que ya había evidenciado en su paso por la Legislatura porteña, donde no lo recuerdan por su desempeño sino por la pochoclera y la cascada para meditar que le dejó al bloque macrista.

El rabino, que abandonó la campaña que iba a hacer en Tigre después de dejar plantada a María Eugenia Vidal, quiere retomar la iniciativa política con una ley que propone modificar la enseñanza desde la primaria.

El artículo primero de la ley propone “Desarrollar, mediante la enseñanza formal, cada una de las habilidades emocionales –conocimiento de uno mismo, autorregulación emocional, motivación o aprovechamiento productivo de las emociones, empatía y habilidades sociales- así como las habilidades de elección en cada niña y niño y tutores/as –docentes y padres- mediante la Educación Emocional, con el objetivo de alcanzar una mejor calidad de vida de todos los ciudadanos”.

El rabino explicó que “la inteligencia emocional agrupa al conjunto de habilidades psicológicas que permiten apreciar y expresar de manera equilibrada nuestras propias emociones, entender las de los demás, y utilizar esta información para guiar nuestra forma de pensar y nuestro comportamiento”.

“El impacto de la inteligencia emocional en la vida de las personas ya fue empíricamente comprobado en Estados Unidos. Se demostró que el éxito obtenido en la vida de las personas es debido, en un 70-80%, a las habilidades emocionales”, aseguró Bergman.

“Considerando esta información, es indispensable fomentar una educación que estimule y desarrolle la salud emocional y satisfacción personal, la tolerancia a la frustración y automotivación, entre otras habilidades emocionales”, explicó el rabino.