Los colectiveros no adhieren al paro y denunciaron un intento de echar a Cristina

“No soy parte de este gobierno pero tampoco sé si es momento de un paro. Acá lo más importante es la unidad sindical”, le dijo a LPO Roberto Fernández, secretario general de la Unión Tranviaria Automotor (UTA), el gremio de choferes de colectivos y subtes el pasado 7 de julio.

Este medio anticipó entonces que Fernández fue el primer sindicalista no alineado al Gobierno que empezó a bajarse del paro nacional que Hugo Moyano y Luis Barrionuevo convocaron para el jueves.

Moyano y Barrionuevo vienen insistiéndole desde hace semanas a Fernández para que el paro del jueves tenga un impacto como el del 10 de abril. Es que con los colectivos en la calle, un paro ferroviario no logra dejar las calles vacías. Como la UTA agrupa también a combis y micros particulares, en abril paralizó las fábricas al impedirles trasladar personal.

Pero Fernández no sólo confirmó esta noche que no se sumará al paro sino que le imprimió a la medida de fuerza un carácter golpista, al decir que no se sumaba porque no quiere echar al Gobierno.

"Se ha resuelto que estamos de acuerdo con todos los reclamos pero lamentablemente en este momento, por la situación económica que vive el país, con los fondos buitres, no compartimos el paro", afirmó Fernández, luego de la reunión del consejo directivo de la UTA.

Consultado por qué los colectiveros se sumaron al paro de abril pasado y no al del próximo jueves, Fernández repitió lo que había dicho a LPO en julio: "Nosotros no tenemos ningún acuerdo con el gobierno", dijo el “Gallego”, acaso respondiéndole a Moyano, que hoy dijo que “la UTA acordó con el Gobierno”.

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