Presidenciales

Exclusivo: Massa, De la Sota y Rodríguez Saá acordaron ir juntos a la elección presidencial

Se reunieron ayer y darán a conocer un documento con tres ejes centrales. Tantean sumar a Scioli.

Sergio Massa, José Manuel De la Sota y Adolfo Rodríguez Saá almorzaron ayer en la costanera porteña y avanzaron en la creación de un frente electoral para las primarias, con el objetivo de imponer al ganador que defina al próximo presidente de la Nación.

Por ahora, la idea es anunciar en breve la unidad con un documento titulado “El país que queremos”, que tendrá tres puntos principales: lucha contra la inseguridad, una bandera de Massa; el plan mi primer vivienda, que hizo famoso a Rodríguez Saá en San Luis; y el de mi primer empleo, eslogan de última campaña que consagró a De la Sota en Córdoba.

La aparición de este texto recuerda a aquel famoso documento de los 14 puntos, que los gobernadores peronistas le plantearon al entonces presidente Eduardo Duhalde, en un momento de zozobra programática y falta de rumbo del Gobierno.

Uno de los temas que quedó abierto para seguir discutiendo en este nuevo polo de poder es si conviene o no sumar a Daniel Scioli, por ahora, candidato en el Frente para la Victoria.

De la Sota lo invitó a formar romper con el Gobierno y sumarse al peronismo no kirchnerista, el pasado fin de semana. Sin embargo, en el almuerzo de ayer, De la Sota se mostró escéptico respecto a su pase: “Daniel eligió ser el gerente del kirchnerismo”, afirmó. 

Sumarlo no es un tema menor ya que su pase significaría la defunción del kirchnerismo como espacio peronista, no le quedaría prácticamente nada importante "adentro" al Gobierno y el pase de Scioli seguramente terminaría de desencadenar la fuga de gobernadores e intendentes hacia el nuevo polo, además de garantizar que el candidato que gane la primaria de ese espacio estaría en el ballotage.

Sin embargo, Rodriguez Saá tuvo conceptos muy duros sobre su gestión en la provincia de Buenos Aires y el tema quedó ahí.

Fue una reunión de muchas chicanas cruzadas y hasta hubo lugar para un dato de color: Massa llevó a Juan José "Juanjo" Álvarez y lo obligó a reencontrarse con Rodríguez Saá. La leyenda del peronismo dice que a fines de 2001 el operador bonaerense fue enviado por Eduardo Duhalde a Chapadmalal para advertirle al puntano que lo mejor era dejar la presidencia de la Nación. Hasta le adjudican ser quien le cortó la luz al chalet presidencial. Pero el tiempo todo lo cura, al menos en el peronismo.

Impacto nacional 

El frente que se dará a conocer en los próximos días, cambia el mapa político del país. De la Sota y Rodríguez Saá dominan la región centro y Cuyo y Massa sigue al tope de las encuestas y es líder en Buenos Aires. Si se consolida el pase de Reutemann, sólo ese despliegue territorial garantiza un potencial electoral ineludible.

Al que hay que sumar al gobernador de Río Negro Alberto Weretilneck y el chubutense Mario das Neves y el salteño Juan Carlos Romero, entre otros actores de primer orden.

Como sea, el puntano ya empezó a jugar con la idea de una primaria que se tanteó: mandó a hacer una encuesta en toda la región (Córdoba, San Luis, Mendoza, Catamarca, Salta, La Rioja, La Pampa) para ver si supera a De la Sota. Es la pelea previa a un eventual mano a mano con Massa.

Se trata de un esquema de poder suficiente para que en enero los gobernadores estudien si la interna peronista es esa o la que diagrame Cristina Kirchner en el Frente para la Victoria, con Carlos Zannini definiendo las listas a último momento.

Massa, De la Sota y Rodríguez Saá coincidieron en algo más: No es negocio empujar al Gobierno a un final catastrófico, que complique el inicio del mandato del sucesor.

De ahí los gestos que hicieron esta semana. De la Sota anticipó que aportará los votos de sus tres diputados para garantizar el canje de deuda que Cristina quiere abrir en el país.

Y Massa tampoco fue a fondo con la derogación de la ley antiterrorista en la Comisión de Legislación Penal: Adrián Pérez propuso eliminar sólo los artículos controvertidos y no la norma porque podía complicar al país ante el Grupo de Acción Financiero Internacional (GAFI). Tal como advirtió Cristina Kirchner un día más tarde en la Bolsa de Comercio.