El impresentable apriete del Gobierno al periodista que investiga la ruta del dinero k

Mandaron a un inspector de Migraciones a la casa de un periodista de Clarín que hizo enfurecer a Cristina con una infografía.

“Esos periodistas de investigación que andan por todos lados, que tienen investigaciones y hacen cuadritos, vinculan cosas de aquí para allá, nunca descubren estas cosas”, dijo el jueves desde la Rosada una Cristina Kirchner desencajada.

Hablaba sin nombrarlo de Daniel Santoro, el periodista de Clarín que logró que condenaran al ex presidente Carlos Menem tras investigar el tráfico de armas a Ecuador y Croacia.

Santoro enfureció a Cristina con una nota sobre la red de sociedades fantasmas afincadas en Estados Unidos que ocultan los supuestos fondos de Lázaro Báez, el oscuro empresario amigo de los Kirchner.

La presidenta, que cuestionó los “cuadritos” de Santoro, anunció que iba a aplicar por primera vez la Ley Antiterrorista con la insólita intención de hacerlo sobre la imprenta estadounidense Donnelley por "alterar el orden económico y financiero" del país.

Pero el apriete a Santoro no fue meramente discursivo. Según reveló Ricardo Kirschbaum en Clarín, en su editorial de este domingo, luego de la nota que enojó a Cristina el Gobierno envió un inspector de Migraciones a la casa de Santoro, para averiguar cuál era el status legal de su mujer, que es rusa.

“Los papeles estaban bien: la visita fue explicada como de `rutina´. Una sospechosa rutina”, advirtió Kirschbaum, que recordó que Santoro ya había sido denunciado, con la colaboración del aparato de propaganda oficial y de los servicios que maneja el Gobierno, de ser un “espía ruso”.

Según el propio Santoro, se trató de una campaña con el sello de la SIDE, que provocó que Estados Unidos le quitara la visa y que el FBI lo interrogara.

“Cuando todo se reveló como una verdadera patraña con origen en una sucia maniobra de inteligencia en Argentina, el Departamento de Estado le restituyó la visa”, señala Kirschbaum en su editorial de hoy.

Santoro ya había sido cruzado por el canciller Héctor Timerman tras revelar que el Gobierno Nacional libró un exhorto a Homeland Security de Estados Unidos para que investigue a tuiteros críticos con el intento de destitución del fiscal José María Campagnoli

El nuevo ensañamiento con el periodista de Clarín no es casual: según señala Kirschbaum, la hipótesis de los investigadores es que “si se tira el hilo” en la investigación de las sociedades fantasmas de Lázaro en EEUU, se puede llegar no sólo a Báez sino a Néstor Kirchner.