Cristina toma u$s 3.000 millones del Central para pagar deuda

Las reservas sufrirán un fuerte impacto con la cancelación de deuda con organismos financieros internacionales.

El Gobierno dispuso la cancelación de los servicios de deuda con organismos financieros internacionales y de deuda externa oficial bilateral correspondientes al presente ejercicio fiscal, por un monto de 3.043 millones de dólares, que se pagarán con reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).

"Como contraprestación, el BCRA recibirá instrumentos de deuda emitidos por el Tesoro Nacional consistentes en una o varias Letras intransferibles denominadas en dólares estadounidenses", a un plazo de 10 años, indicó el decreto 1311 publicado hoy en el Boletín Oficial con las firmas de Cristina Kirchner, Jorge Capitanich y Axel Kicillof.

Sobre el decreto, el jefe del Gabinete dijo a la prensa que es una "previsión del fondo de desendeudamiento para amortizar servicios de capital e intereses del Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Mundial, Fonplata (Fondo para el Desarrollo de la Cuenca del Plata), Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola, organismos multilaterales de crédito o convenios bilaterales". "Para eso se asigna esta partida y se afectan reservas del Banco Central", abundó.

La norma aseguró en sus considerandos que "el Gobierno Nacional, en el marco de sus políticas financieras, está ejecutando un proceso de desendeudamiento externo" y que "dicha política se ha revelado eficaz para disminuir los costos de endeudamiento público, en el marco de la autonomía decisoria que caracteriza a la política económica nacional".

Respecto de los instrumentos que recibirá el Banco Central, serán a un plazo "de 10 años, con amortización íntegra al vencimiento, que devengarán una tasa de interés igual a la que devenguen las reservas internacionales" de la autoridad monetaria para el mismo período y hasta un máximo de la tasa LIBOR anual menos 1 punto porcentual. "Los intereses se cancelarán semestralmente", indicó el artículo 2º.

La medida llega en medio de la crisis por el default y la escasez de divisas, que ya está derivando en cada vez mayores restricciones a la venta de dólares para ahorro y menos autorizaciones para importar.