UNEN

Después del escándalo, Lilita se mostró con Sanz y avaló un acuerdo con Macri

El jefe de la UCR visitó a Carrió tras su altercado con Pino. Y dijo que tampoco tiene límites.

Elisa Carrió recibió hoy el respaldo del presidente de la UCR, Ernesto Sanz, en la disputa que abrió ayer con Fernando “Pino” Solanas por la posible inclusión del PRO en el Frente Unen (FAUNEN), que terminó en un desplante de la chaqueña cuando se levantó y se fue del acto en medio del discurso del senador.

“Pino tiene que entender que a él lo votó gente de izquierda y de derecha. Y ayer le faltó el respeto a una parte”, dijo Carrió a TN. Ayer, acusó el cineasta de “correrla por izquierda”, antes de irse cuando lo escuchó despotricar contra la posibilidad de un acuerdo con el jefe de Gobierno, Mauricio Macri.

“No voy a votar a Macri en una interna, pero lo que digo es que puede participar. Tampoco lo votaría a Pino”, explicó hoy Carrió, quien reiteró que no competirá como candidata a presidenta ni a jefa de Gobierno. "EL cargo que más amo es el de diputada rasa, donde puede defender a la gente", señaló.

La escena cristalizó una pelea latente en Unen, por hasta donde ampliar el frente. Y el primer apoyo llegó de la UCR: Sanz fue hasta el Instituto Ana Arendt y la foto con Carrió lo dejó cerca de Macri, como ocurre con la mayoría de los radicales -sobre todo del interior- que quieren competir aliados al PRO.

Sanz incluso se permitió bromera con la visita y tuiteó una foto en la que se lo ve junto a Carrió bajo el título "Belleza y Felicidad", una mítica galería de arte y editorial de poesía que en los noventa descolló en el barrio de Almagro.

Belleza y felicidad. pic.twitter.com/MdtpSyNeCZ

— Ernesto Sanz (@SanzErnesto) agosto 12, 2014

Bajo ese guiño alternativo, Sanz expresó la postura de la mayoría de los líderes provinciales de la UCR, que como adelantó LPO en sus provincias tienen frentes de centroderecha y se enfrentan a la izquierda. Y no tendrían problemas en caminar el país con Macri. 

"Estoy absolutamente más cerca de Carrió a la hora de pensar en el armado de una fuerza que enfrente al populismo decadente", dijo Sanz. Aclaró, por si hacía falta, que esto "no significa decirle sí a Macri". Aunque lejos estuvo de darlo de baja: "Yo no tengo límite", puntualizó.

"La verdadera discusión no es 'izquierda o derecha', sino que es 'populismo decadente versus República y progreso'", agregó, copiando sin timidez los ejes que suele plantear Carrió.

Pero mientras Sanz hablaba con Carrió, la mesa de FAUNEN se reunía para evaluar lo que pasó, con representantes de los ocho partidos, la mayoría reacio a cualquier vínculo con Macri.

“Nosotros ya dijimos varias veces que no haremos una alianza con Macri. Si viene nos vamos. Pero no es necesario este espectáculo, papelones no, por favor”, se quejó la diputada socialista Alicia Ciciliani, muy cercana a Hermes Binner.

El diputado Fernando Sánchez, de la Coalición Cívica, justificó el pedido de Carrió para que no la corran por izquierda. “Y ustedes, no me corran por derecha”, retrucó Mario Cafiero, representante de Proyecto Sur.

Por la noche, en un tuit, la mano derecha de Carrió ratificó que la alianza con el PRO es un objetivo necesario para mantener la esperanza de alcanzar el Gobierno.

Queremos gobernar. Necesitamos construir el consenso social más amplio posible para cambiar el paìs con una nueva mayoría.

— Fernando Sánchez (@sanchezfdo) agosto 13, 2014

 

Los socialistas y los alineados a Proyecto Sur descansan en que en el acta de fundación de FAUNEN se aclara que cualquier partido que se sume requiere el aval de los ocho partidos. Y la mayoría son reacios al PRO, como GEN, Libres del Sur y Socialismo Auténtico. 

Hasta la UCR no tiene en esa conducción formal a laderos de Sanz, sino a Ricardo Gil Lavedra y a Juan Casella, más cercanos a Alfonsín, temeroso de un nuevo pacto con dirigentes de centroderecha que le genere reproches, como aquel que cerró en 2011 con Francisco De Narváez. 

El documento de la mesa de UNEN buscó calmar los ánimos: "Un frente incluye partidos políticos y liderazgos fuertes, pero que los personeros de la decadencia no se ilusionen. Unidos, dirimiendo nuestras diferencias democráticamente como ya lo hemos hecho, vamos a cambiar definitivamente la Argentina".

La opción que queda abierta es la de la salida de la UCR y de Carrió hacia las filas del PRO, donde Gabriela Michetti, una buena amiga de Lilita y Sanz no se cansa de tirarle centros. “El tema es que la marca Unen mide. Por eso nos peleamos tanto”, confió a LPO uno de los miembros de la mesa.