Default

El cerebro jurídico de Kicillof confirmó que no tienen un plan

Federico Thea publicó una columna y no entregó una sola idea para salir del defaul.

El cerebro jurídico de Axel Kicillof confirmó que el Gobierno no diseñó ninguna estrategia para salir del default en el que entró el país la semana pasada. Casi dio la impresión de que esperan una suerte de "rendición" del juez Thomas Griesa, a fuerza de cuestionarlo en cuanta columna y foro se les presente.

El secretario Legal y Administrativo del Ministerio de Economía, Federico Thea, quien debería liderar por su cargo la estrategia para resolver el conflicto con los buitres, publicó hoy una columna en Página 12 en la que se limitó a mezclar los conocidos cuestionamientos a Griesa con vieja retórica anticapitalista, que remontó a los tiempos de Arturo Jaurectch, el célebre miembro fundador de FORJA en los albores del peronismo.

“Estas decisiones que ordenan el pago del cien por ciento del valor de los bonos en posesión de los fondos buitre que se negaron a ingresar a un proceso de reestructuración de deuda –al que accedió más del 92,4 por ciento de los acreedores– no pueden ser obedecidas por ningún Estado Soberano que se precie de tal”, aseveró Thea en la columna, dando a entender que el Gobierno no modificará su actual inacción que llevó al país al default.

El asesor jurídico de Kicillof, que fue uno de los funcionarios que llevó adelante la negociación infructuosa con los holdouts, afirmó que las `órdenes pari passu´(es decir, el pago a los holdouts en las mismas condiciones que a los bonistas que entraron al canje) del juez Griesa “resultan extravagantes e irrazonables”.

A pesar de que confirma que el Gobierno argentino cumplirá con la sentencia que llevó al país no al default luego de 12 años, curiosamente para Thea quien se encuentra en una “incómoda situación” es el juez neoyorquino.

“El Juez Griesa no puede pretender aplicar esta sentencia como si estuviera frente a un sujeto de derecho privado. Está frente a un Estado Soberano. Por ello, debía aplicar la letra y el espíritu de la Ley de Inmunidades Soberanas de los Estados Unidos”, aseguró Teha y añadió que “dado que no lo hizo, y dictó una orden cuidadosamente diseñada por los fondos buitre para evadir la propia Ley del Congreso de los Estados Unidos, se encuentra ahora en la incómoda situación de intentar hacer cumplir una medida que, como se explicó, es de imposible cumplimiento para cualquier Estado Soberano”.

Como explicó LPO, es justamente Thea quien debería haber firmado un dictamen jurídico, junto con la Procuración del Tesoro de la Nación, que respalde una decisión de semejante complejidad como es incumplir un fallo internacional, lo que puede ser entendido por Griesa como “desacato”.

En este sentido, la cesación de pagos podría costarle un juicio penal a la presidenta, a Kicillof y al director nacional de la Oficina de Crédito Público, porque estarían incumpliendo los deberes de funcionario públicos.

Pero acaso lo más grave es que la columna de Thea confirma que el Gobierno o bien no tenía un plan para el día post default o bien pensó que ese evento mágicamente iba a resolver el fallo judicial que lo ubicó en esa encerrona. 

El juez Griesa en su audiencia del viernes pasado le recordó a Cristina que si bien es una pena que Argentina haya entrado en default, eso no cambia nada respeto a la obligación que tiene de sentarse a negociar con los buitres y ver la manera de acordar el pago de los más de 1.300 millones de dólares que dispuso en su sentencia.

Si bien antes y después del default distintos abogados y especialistas intentaron ofrecer alternativas para empezar a solucionar el problema -incluso LPO publicó una nota con la experiencia de la quiebra de la ciudad norteamericana de Detroit, entre otras alternativas-, hasta ahora el Gobierno parece empeñado en "derrotar" a Griesa y ahora también al mediador Daniel Pollack, a quien insistirán en pedir su remoción, posibilidad ya rechazada por el juez neoyorkino.

Incluso, la más avanzada solución que fue la intentada por un grupo de bancos privados, fue dinamitada por Cristina y Kicillof en el marco de una fuerte interna en el gabinete, dejando la crisis a la deriva y acaso a la espera de algún milagro de bancos internacionales, posibilidad de la que a medida que pasan los días se habla cada vez menos.