Recesión

En la UIA advierten que tras las suspensiones habrá despidos

La ley de contrato de trabajo así lo dispone, en caso de no mejorar la situación. En Smata sólo confían en Cristina.

Los industriales ya se preparan para un segundo semestre cargado de despidos por la recesión, con posibilidad de profundizarse de producirse el miércoles un default que frene fuentes de financiamiento.

Los industriales que se reunieron con Daniel Scioli la semana pasada le recordaron que las suspensiones por falta de actividad, que se hicieron habituales en el sector automotriz, tienen un límite de 90 días. Trascurrido ese plazo el empleador está facultado a despedirlo, tal como indica la ley de contratos de trabajo.

El economista de la Fundación de Investigaciones Económicas para Latinoamérica (FIEL), Juan Luis Bour, advirtió sobre ese riesgo: “Si no hay una recuperación va a haber problemas porque algunos van a decidir que si esto sigue un año más es mejor despedir”, dijo en diálogo con la Once Diez.

“Lo que está pasando es que durante las suspensiones a los trabajadores les ofrecen retiros voluntarios y entonces no figuran despidos. Pero en el segundo semestre se harán comunes”, alertó Héctor Daer, diputado del Frente Renovador y líder del gremio de Sanidad.

Daer recuerda una estadística que se repite y asusta. “Siempre cada un trabajador formal que se toma en época de crecimiento, aparecen dos puestos informales. Y cuando hay recesión es la misma relación con los despidos. Si el Indec reconoce 20 mil despidos es porque la gente en la calle es mucha”.

En la UOM calculan que este año hubo 10 mil suspensiones su sector y unos 3000 despidos. En Smata son más optimistas, aun cuando se trata del gremio más golpeado.

“Nosotros tuvimos suspensiones escalonadas para que no lleguen a 75 días y sea necesario hablar de despido. Los únicos que se echaron fueron por cuestiones disciplinarias”, le dijo a LPO Alberto Maya, miembro de la conducción de la Smata.

Entre los “despidos disciplinarios” están los de las fábricas están los de Lear, que ocasionó múltiples protestas de las comisiones internas, que denunciaron complicidad de Smata.

“Nuestra esperanza es que crezca el plan de cero kilómetros que lanzó el Gobierno,, que hasta ahora logró al menes poner en una meseta a fábricas que se estaban cayendo a pedazos”, se esperanzó Maya.

Los industriales que hablaron con Scioli fueron claros: en 2008 el Gobierno aminoró la crisis de las automotrices con fondos de la Anses, pero esta vez no será posible, porque el déficit fiscal podría alcanzar los 3 o 4 puntos del PBI.

“Las empresas chicas por ahí se sostienen pero las grandes deben bajar su producción y despedir gente. No hay otra”, le advirtieron al gobernador.

El default no hace otra cosa que echar más leña al fuego: según pudo saber LPO al menos dos de las principales fábricas que preveían fondearse para el segundo semestre deberían cancelar esa posibilidad y seguir en caída libre. Una instancia en la que no ven otra salida que tener menos empleados.