Ciudad

Larreta quiere domesticar a los comuneros para que le hagan campaña

Quiere intervenir en los barrios en los que no le responden los referentes del PRO. El papel de la juventud.

Horacio Rodríguez Larreta quiere intervenir en los barrios porteños en los que no tiene nexo directo con los presidentes de las Comunas para que le sirvan a su campaña por la sucesión de Mauricio Macri.

La semana pasada el jefe de gabinete recibió un revés de la Justicia, que frenó un decreto de Macri que creaba unos sesenta cargos en las 15 comunas porteñas, lo que fue entendido por la oposición como un mecanismo para quitarle poder a los comuneros que fueron elegidos en las elecciones de 2011.

Antes de que la Justicia frenara el decreto, los presidentes de las juntas comunales quisieron tener la potestad de designar a los nuevos gerentes, pero Larreta no quiso.

Pese al fallo adverso, el jefe de gabinete no se quedó cruzado de brazos y quiere intervenir las comunas de otra manera, en especial las que tienen referentes que responden a sus rivales y que no han logrado armar una base de militantes.

La conquista

El objetivo de Larreta está puesto principalmente en seis comunas, puesto que en el resto tiene incidencia directa. Una es la comuna 5, que incluye a Almagro y Boedo, que es presidida por Marcelo Bouzas, un hombre del entorno de Daniel “Tano” Angelici al que le reprochan que no junta 50 personas ni haciendo un asado.

Otra es la comuna 15, que engloba a Chacarita, La Paternal, Villa Crespo, Agronomía, Villa Ortúzar y Parque Chas. Esta comuna la preside Ignacio Crevena, que responde a Gabriela Michetti, la principal rival de Larreta.

La comuna 2 (Recoleta), será otro de los objetivos de Larreta. Allí el presidente es Facundo Carrillo, que si bien es de Larreta, habla de su gestión como si fuera ministro pero el año pasado no pudo evitar la derrota del PRO en manos del frente Unen.

Algunos de los comuneros que quiere domesticar Larreta tienen armado territorial, por lo que si el jefe de gabinete intenta meterse podría tener problemas.

Ejemplos son la comuna 4 (Boca, Barracas, Parque Patricios y Pompeya), que también la maneja el Tano Angelici a través de Jorge Apreda, que el año pasado amenazó con pasarse al massismo hasta el día del cierre de listas. También podría tener encontronazos en la comuna 9 (Mataderos y Liniers), que maneja Cristian Ritondo a través de Néstor Di Natale; o la comuna 13 cuyo control es de Diego Santilli, a través de Gustavo Acevedo.

El papel de la juventud

Para llevar a cabo esta tarea tendrá un papel clave la Juventud PRO de la Capital, que Larreta controla junto a la vicejefa de gobierno, María Eugenia Vidal, desde el año pasado tras años de hegemonía del secretario general de Gobierno, Marcos Peña.

La juventud la preside Maximiliano Sahonero, que nació en la villa 20 y tiene un perfil militante que nada tiene que ver con sus antecesores en el cargo. Antes de la intervención de Larreta y Vidal, la Juventud PRO la manejaban dirigentes que no manejan grupos de militancia barrial, como Ezequiel Fernández Langan y Victoria Roldán Méndez.

Tras presidir la juventud y heredar una banca de legislador, Langan recibió un regalo inestimable: una silla en el directorio de Ausa representando a Peña por el que cobra unos 40 mil pesos mensuales. Pero el secretario general debió meter a Camila Suárez, otra funcionaria de su riñón, para "reforzar" el trabajo del ya no joven Langan.

Roldán Méndez, en tanto, ocupa una banca de legisladora y no se le anima a la jefa de bloque, Carmen Polledo, que sólo la deja presentar proyectos como el que intenta establecer un Día del Politólogo pese a que ya existe o uno para destacar a los amaestradores de perros lazarillos.

Para diferenciarse del estilo de Langan y Roldán Méndez, Sahonero tendrá la tarea de juntar unos 2500 militantes antes de fin de año para que recorran todas las comunas.

Las primeras dos comunas en las que los jóvenes PRO correrán a los referentes que no lograron un armado territorial serán la 5 y la 15.

La tarea de Sahonero estará abocada además a quitarle espacios a La Cámpora en los barrios más humildes, donde la organización de jóvenes kirchneristas le sigue ganando al macrismo pese a los triunfos del PRO en la Ciudad de los últimos años.