Legislatura

Mariotto se robó un proyecto del massismo para quedar bien con el Papa

Trasladó al hall del Senado una estatua de la Virgen que estaba en el subsuelo. Lo pedía el Frente Renovador.

Aquella defensa de Gabriel Mariotto a Jorge Bergoglio en 6,7 y 8 horas después de que fuera elegido Papa fue sólo el principio: desde ese día el vicegobernador hace lo necesario para mostrarse como cercano al sumo pontífice.

El Papa le reconoce haber bregado para que la iglesia tuviera su señal de televisión, donde siempre quedaba relegada. La audiencia de 40 minutos que le concedió en el Vaticano fue la prueba de esa gratitud.

El problema del vicegoberndor es que aún cuando acierta no le es fácil encontrar buenas ideas y tiene que robarlas.

Y eso hizo: basado en un proyecto del senador provincial del Frente Renovador Gabriel Pampín, el flamante devoto de la fe católica trasladó desde el subsuelo al hall del Senado bonaerense una réplica de la Estatua Nuestra Señora de Luján, donada por los empleados de la Cámara en 2002.

Pampín había solicitando que la estatua sea trasladada a un lugar “que permita su visualización por senadores, funcionarios, empleados y público en general que concurran al Senado”.

Mariotto se negó a poner ese proyecto en el orden del día, pero lejos de descartarlo lo implemento por las suyas y se anotó una cucarda para mostrarle al Papa Francisco.

Una discusión en el recinto tal vez no lo dejaba bien parado: el grueso del bloque oficialsita lo integran kirchneristas puros que bien podrían cuestionar la presencia de un símbolo religioso en una institución de un Estado laico.

En la Cámara de Diputados se entronizó una réplica de la virgen e Luján en 2010, en un acto que tuvo la presencia de Daniel Scioli y del arzobispo de La Plata Héctor Aguer, conocido por sus posiciones ortodoxas bien lejanas al kirchnerismo. En el Senado no hubo acto pero la estatua está visible. Lo decidió Mariotto.