Deuda externa

Conmoción en el Gobierno: Cristina quiere ir al default si Griesa no da garantías

En las últimas 24 horas se consolidó la posibilidad de ir al default, ante la falta de respuestas del juez. No hay nadie negociando.

La información circulaba esta noche en el más alto nivel delGobierno. La Presidenta está decidida a mandar al país a un nuevo default elpróximo 30 de Julio, si el juez Thomas Griesa no le ofrece las garantíasnecesarias –básicamente la reposición del stay- para evitar el riesgo de unanueva ola de juicios.

Las consecuencias sobre el sistema político y económico deuna nueva cesación de pagos de la Argentina, son imposibles de mensurar en todasu extensión; pero en el Gobierno se ha terminado imponiendo la visión delministro de Economía, Axel Kicillof –extensamente difundida en el diariooficialista Página 12-, sobre los beneficios de un default “técnico”, por sobreuna mala negociación con los buitres.

Imagina el ministro que podrá enarbolar un nuevo relato si Griesa no repone el stay y entramos en cesación de pagos: No fue la Argentina la que defaulteó sino el magistrado quien la llevó a esa situación. Y en consecuencia, se atreven a vaticinar cerca suyo, las calificadoras y el mundo de las finanzas e general no calificaran este "evento" como un default pleno.

Es en realidad –hasta ahora- la estrategia resignada de unfracaso. Kicillof sencillamente no logró encontrarle la vuelta a un problema degran complejidad técnica y política, como el que le planteó el fallo de Griesa,ratificado por todas las instancias de la justicia norteamericana. 

El estilo del ministro es en gran parte responsable por esta encerrona. Convencido que sabe de todo mejor que todos, Kicillof armó un equipo muy livianito para lidiar con este desafío, como quedó en evidencia en la última reunión con el mediador designado por Griesa. El ministro no sólo se rodeó de amigos de la secundaria y la facultad, sino que ni siquiera a ellos los escucha.

La situación es tan grave que faltando apenas 11 díashábiles para que la Argentina entre en default, hoy no hay nadie negociando eltema. Kicillof se entretuvo ayer peleándose con tamberos por el precio de laleche y hoy estaba armando las valijas para acompañar a Cristina a una reuniónde los BRICS en Brasil, donde ya todos sus miembros avisaron que Argentina noserá incluida, al menos en el corto plazo.

En el Gobierno la posibilidad, ahora cierta, de un nuevodefault genera lecturas encontradas. Kicillof cree que no será ni por asomo tangrave como el del 2001 y sostiene que es posible salir rápido de la situación,pero desde una posición de fuerza. “Creen que pueden entrar y salir del defaultde manera controlada y rápida”, afirmó a LPO una fuente con acceso a estosdiálogos.

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, opina todo locontrario e imagina consecuencias tremendas para el país y especialmente parael Gobierno, que sufriría un golpe definitivo. “Cualquier cosa menos eldefault, la muerte antes que el default”, bromean cerca del chaqueño, con esafacilidad envidiable de los norteños para sacarle dramatismo a las situacionesmás extremas.

El otro gran contrapeso a la estrategia del default es el CEO de YPF, Miguel Galuccio, que vería sepultados todos sus planes para aumentar la inversión de la petrolera estatal. 

El núcleo duro del kirchnerismo se ilusiona además conrecuperar parte del épica pérdida, presentando la decisión como una muestraincontrastable de la defensa de los intereses nacionales frente a los buitresdel poder financiero global y sus aliados locales.

Cristina, a diferencia de Néstor Kirchner, suele confirmaren la acción lo que anticipa en sus discursos. En ese sentido, la decisión deir al default si Griesa no cede, es consistente con sus intervenciones públicassobre el tema.

Todavía falta mucho y no falta nada. En las próximas dossemanas, se definirá buena parte del futuro de la Argentina.