Conflicto Social

El Gobierno reprimió a despedidos que cortaban la Panamericana

Gendarmería avanzó sobre trabajadores de la autopartista Lear. Ayer habían reprimido a operarios de Tatsa.

El Gobierno ordenó a la Gendarmería reprimir a un grupo de trabajadores despedidos de la autopartista Lear, que cortaban la Panamericana a la altura de Pacheco, acompañados por militantes de izquierda que los acompañan en su reclamo.

La Gendarmería avanzó con carros hidrantes y disparó gases lacrimógenos, confirmando que la nueva línea política de la Casa Rosada es reprimir a los manifestantes que hagan piquetes, como insinuó Cristina Kirchner en sus últimos discursos.

Los operarios de la autopartista Lear reclaman la reincorporación de unos cien operarios despedidos y el cese de las suspensiones, que totalizarían unas doscientas.

Jorge Medina, delegado de la Comisión Interna de la gráfica RR Donnelley que acompañaba la protesta, denunció que "más de diez" manifestantes resultaron heridos. "Fue un operativo desmedido, reprimieron con camiones hidrantes y balazos de goma. Tenemos varios compañeros heridos. Más de diez, seguro", enfatizó.

El conflicto forma parte de la crisis que traviesa el sector automotriz, producto de la recesión, la caída de compras por parte de Brasil y el nuevo impuesto a la venta de cero kilómetros que impuso el ministro de Economía, Axel Kicillof.

Mientras la Gendarmería reprimía a los trabajadores de Lear, otro grupo de militantes de izquierda cortaban una de las subidas al puente Pueyrredón, que une la Capital con el sur del Gran Buenos Aires, en apoyo a estos despedidos. La protesta comenzó a las 7 cuando los manifestantes marcharon por la avenida Mitre, en Avellaneda, y se instalaron en el puente, en la mano que conduce a la ciudad de Buenos Aires.

El conflicto en Lear comenzó el pasado 27 de mayo, cuando la compañía suspendió a 330 trabajadores, alegando una merma en la producción, situación que fue denunciada por los delegados ante el Ministerio de Trabajo.

Sin embargo, el problema se recrudeció con la ratificación de la suspensión de 200 empleados, pero esta vez sin goce de sueldo, y el despido de 100 de ellos, que se produjo el viernes 27 de junio.

Ayer, confirmando el giro represor del Gobierno, otra fuerza nacional, la Policía Federal, desalojó una protesta en la avenida General Paz, esta vez contra los trabajadores ferroviarios de Emfer y Tatsa, que denunciaron una "feroz represión".  

"Nos cagaron a palazos y balazos de goma", dijo uno de los delegados. Sergio Berni defendió el accionar policial: "No existen los desalojos pacíficos, esto se hace lamentablemente con el empleo de la fuerza mínimo necesaria para realizar el operativo".