Córdoba

La crisis del transporte público, complica el futuro político de Mestre

El intendente está investigado por dádivas del colectivero Juan Carlos Romero. Las peleas por millones detrás de la crisis del transporte.

Elcaos del transporte público en la ciudad de Córdoba se ha convertido en unapesada carga para el futuro político de Ramón Mestre.

Esta crisis se enlazó con los sucesivos escándalos decorrupción que golpean su gestión, en un combo que está minando la proyeccióncomo candidato a gobernador de Mestre, una figura que no mucho tiempo atráscortejaban Mauricio Macri y Sergio Massa, que ahora han puesto una prudentedistancia.

Golpeado,Mestre dijo que no opinará sobre la causa judicial que investiga un presuntopago de dádivas a su favor por la empresa de colectivos correntina Ersa de JuanCarlos Romero, un verdadero gigante del transporte público en la región.

Lainvestigación judicial, que incluyó un allanamiento a la empresa la semanapasada, se inscribe en la crisis del transporte urbano de pasajeros, que heredóde sus antecesores Germán Kammerath, Luis Juez y Daniel Giacomino, pero quetodavía no acertó a solucionar.

Ellanzamiento de una nueva estructura de transporte urbano lanzada en marzoprovocó muchos inconvenientes por las quejas de usuarios que aseguraban haberperdido los recorridos a los que estaban acostumbrados.

Allí,comenzó el deterioro de la gestión Mestre, acelerada luego por las denuncias decorrupción que provocaron a un cambio drástico del gabinete.

Mestresiempre manifestó su deseo de ir por la reelección en la Municipalidad deCórdoba, siguiendo los pasos de su padre que fue intendente entre 1983 y 1991,pero reconocía que de haber una chance provincial iba a aprovecharla. Ahora, elesfuerzo del radicalismo es tratar de hacer realidad la reelección, que aparecemuy complicada.

Pesospesados

Mientrasel servicio de transporte no conforma a los cordobeses, que castigan por ello aMestre, dos de las empresas, Ersa y Ciudad de Córdoba, protagonizan un duelo deimpredecibles consecuencias.

Ciudadde Córdoba es una empresa histórica en el servicio, mientras que Ersa llegójunto con la gestión Mestre, lo que despertó algunas suspicacias por tratarsede una firma correntina que habría estrechado lazos con el actual intendentecuando el padre de éste fue interventor en aquella provincia litoraleña, durantela presidencia de Fernando de la Rúa.

Yjustamente Ersa es la apuntada de ofrecer dádivas al intendente, alviceintendente Marcelo Cossar y al ex secretario privado, Juan Pablo Ostanelli,aunque la denuncia trate de un viaje a Corrientes y una noche de hotel en esaciudad, cuando los funcionarios concurrieron invitados a la fiesta aniversariode la empresa.

Ciudadde Córdoba tiene muchos problemas. El último fue la denuncia de UTA, acerca deque tuvo el rebote de cheques de la empresa por tres millones y medio de pesos,pese a que los empleados sufrieron el descuento.

LaMunicipalidad ordenó en abril una auditoría sobre Ciudad de Córdoba paraconcluir si está en condiciones de seguir prestando el servicio de transporteen los corredores que tiene asignados.

Elpresidente de Ciudad de Córdoba, Mariano Llabot, denunció que la gestión Mestretiene un claro favoritismo hacia Ersa, lo que provocaría a su empresadificultades financieras.

Llabot advirtió queCiudad de Córdoba le pidió a la Municipalidad un aumento de tarifa o unsubsidio para afrontar la suba de paritarias, sin suerte. Pero que, al mismotiempo, el mestrismo le concedía a Ersa un subsidio especial de 48 millones depesos.

"No leencontramos justificativo. De allí se derivaron los problemas financieros quehoy está atravesando la empresa", sostuvo Llabot en su momento.

Además, Llabotdenunció que la Municipalidad autorizó líneas de Ersa que invaden las zonas deexclusividad de Ciudad de Córdoba asignadas por el pliego de condiciones."Esto ha generado preocupación en el personal y en la empresa porque estáconcretamente disminuyendo los ingresos. Por efecto del nuevo sistema hemosperdido cerca de 20 mil pasajeros diarios y cuando estas líneas ocuparonexclusividad de Ciudad de Córdoba, perdimos 10 mil pasajeros más por día",puntualizó.

Por su parte, y paraalimentar la polémica, Ersa contestó con una solicitada las denuncias de Ciudadde Córdoba. “Con relación a los ataques y declaraciones difamatorias de losvoceros de Ciudad de Córdoba contra Ersa, entendemos que sólo pretenden cubrirsus ineficiencias, los incumplimientos en el servicio y, lo más grave, elincumplimiento de la oferta presentada en la última licitación. No quierencompetencia que evidencien sus incumplimientos. Durante años mantuvieron derehenes a los cordobeses con la excusa de que no había nadie más que pudieraprestar el servicio. La participación de Ersa”, disparó la compañía.

Y ante laspresunciones de que la idea de Mestre es quitarle la concesión a Ciudad deCórdoba para otorgársela a Ersa, la empresa correntina sostuvo: “No se puedeplantear la idea de monopolio, sino desde quienes ven una amenaza en un nuevo ymejor servicio”.