Telecomunicaciones

El pacto de Cristina con las telefónicas frena dos leyes claves

Ordenó trabar la ley para declarar servicio público la telefonía celular y la regulación de los call center. La pelea con los cables.

“¿Imaginoque vas a apoyar mi proyecto para sumar controles a los precios? ¿O estas conlas patronales?”, desafió el camporista Juan Cabandié a la radical Patricia deFerrari, presidente de la comisión de Defensa de usuarios y consumidor.

“Soy unpoco más compleja, pero ¿Si no estás del lado de las patronales por qué noapoyas la declaración de servicio público de telefonía celular?”, respondió DeFerrari.

“Si si,lo vamos a tratar”, titubeó un incómodo Cabandié. El tema molesta en elkirchnerismo que hizo de la “lucha” contra las corporaciones una de susbanderas. En 11 años Néstor y Cristina frenaron cuanto proyecto de ley hubopara regular las ganancias y las condiciones laborales de las telefónicas, queen la década kirchnerista multiplicaron sus ganancias.

Setrata de una alianza de fondo que continuó y acentuó la Presidenta, que las vecomo los aliados indicados para su guerra con las empresas de cable que lideranHéctor Magnetto (Cablevisión) y la dupla de Daniel Vila y José Luis Manzano (Supercanal).

No esuna decisión original la de Cristina. Hace también una década que el GrupoClarín entendió que el verdadero rival no eran los otros grupos mediáticos sinola telefónicas que de la mano del fenómeno de la convergencia tecnológica y eltriple play (televisión, banda ancha y telefonía en la misma red de fibraóptica) podía expulsarlos del mercado.

Eltemor de Magnetto es lógico. Las telefónicas son empresas realmente globales,con espaldas financieras que multiplican por decenas los recursos del grupoClarín.

Unapelea de fondo

Ayer,la Corte Suprema se metió en esta pelea y ratificó en un fallo una ley queCristina intenta obviar cada vez que puede. Se trata de la norma que impide alas telefónicas prestar servicios audiovisuales y que viene a reforzar lavigencia de una cautelar que impide a Telecom brindar su propio combo de tripleplay que incluye la banda ancha Arnet y la televisión satelital Direct TV.

De hecho, Cristina cadavez que puede

hace un desinhibido lobby a favor de Direct TV

,incluso en discursos por cadena nacional. En septiembre del año pasado alinaugurar una planta transmisora de esa multinacional en Martínez, se deshizoen elogios hacia la firma y afirmó: "Yo soy abonada porque tiene el mejor servicio.

Telecomrespondió hoy al fallo de la Corte Suprema con una solicitada en la quecuestionó el pronunciamiento judicial: “Medidas de esta naturaleza, contrariasa la evolución tecnológica y los derechos de los clientes, pretenden prolongarprivilegios, cerrando mercados y limitando las ofertas a disposición de losconsumidores”.

Laalianza de Cristina con las telefónicas es tan transparente que de hecho, elfallo de la Corte en este tema se produjo luego que el propio Gobierno apelaraun pronunciamiento de la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal quesostenía lo ratificado ahora pro el máximo tribunal.

“La Corte ha dejado en claro que las empresasde telefonía, que brindan un servicio público, no pueden tener participación enradiodifusión y al Gobierno le ha señalado que no puede otorgarle a éstas,licencias. Ambas conductas están tipificadas en el pliego de privatización dela ex ENTel y se han mantenido en la Ley de Servicios Audiovisuales sancionadadurante esta administración”, explicó el titular de la Unión de ConsumidoresArgentinos, Fernando Blanco Muiño.

Elfallo no sólo obliga a Telecom a dejar de prestar el servicio de Direct TV,sino que le mete más presión al Afsca que conduce Martín Sabbatella, para quedictamine sobre la irregularidad propiedad de Telefé por parte de Telefónica,un tema que por orden directa de Cristina la autoridad regulatoria dejó enstand by, con diversas excusas.

Cepolegislativo

Pero acasodonde más clara se ve la complacencia de Cristina con las telefónicas es en elCongreso, donde en los últimos años ordenó cajonear dos leyes para regular alas compañías: La que la declara servicio público a la telefonía celular –quebrinda uno de los peores y mas caros servicios del mundo- y la que crea unrégimen de trabajo digno para los call center.

Estaúltima falencia intentó ser subsanada con un reciente proyecto del camporistaAndrés “Cuervo” Larroque, que intenta acotar la explotación de los call centerslimitando las jornadas laborales, pero no van tan lejos como la iniciativa de lasenadora pampeana María de los Ángeles Higonet, aprobado en 2010 y cajoneadopor el kirchnerismo en la Cámara baja.

Higonetvolvió a presentarlo el año pasado y nunca logró que fuera tratado. Adiferencia del de Larroque, la pampeana quiere un estatuto que regule lasrelaciones laborales de los call center.

Larroque que suele levantar la bandera delcombate contra el neoliberalismo, no extendió esa pasión militante a una de lascaras más emblemáticas del capital transfronterizo: las telefónicas. No deberíaextrañar: Entre sus sindicalistas más afines está Osvaldo Iadarola, históricojefe del Sindicato de las Telecomunicaciones(Foetra), sede sindical que como reveló LPO, La Cámpora considera prácticamentepropia.

Iadarola es en los hechos un cómplice necesario–acaso por omisión en algunos aspector de su tarea sindical- de la explotación laboral que aplican lastelefónicas.

El mismo paraguas presidencial, se extiende aotro tema clave: La declaración de la telefonía celular por lejos el principalmedio -y a veces el único- de comunicación de la mayoría d elos argentinos.

La declaración de servicio público permitiríaregular una prestación que se cuenta entre las peores del mundo en calidad deprestaciones y a la vez de las más caras.

El proyecto fue presentado por el senadorsocialista Rubén Giustiniani y nunca pasó la barrera de las comisiones.

Desde el kirchnerismo jamás hubo una respuestahasta este año: Adriana Puigross y Hermán Avoscán, diputados del Frente Grandeque integran el Frente para la Victoria, presentaron un proyecto pidiendo quesea servicio público la telefonía celular.

Esta iniciativa replicala jugada de Larroque con el tema de los call center, con la excusa de“regular” en los hechos licúa proyectos presentados por la oposición. Lainiciativa de Puigross y Avoscán cuenta con laadhesión de FOETRA y se diferencia del de Giustiniani porque no crea nuevasestructuras de control.

Puigross lo presentó luego de ser separada dela Comisión de Educación para dársela a los radicales, que habían elegido aJulio Cobos.

Aunque Cabandié se comprometió a tratarlo, porahora no hay ni siquiera una señal de que formaría parte de alguna sesión.

En el Congreso creen que una salida de Cristinapara sacarse de encima estos temas políticamente tan tóxicos para las banderasque suele enarbolar el kirchnerismo, sería someter las iniciativas a audienciaspúblicas durante un año, cuando su gobierno empiece a decir adiós y su acuerdocon las telefónicas ya sea historia escrita en su gobierno.