El fiscal Ocampo se borró de la toma de Lugano y se fue de fiesta a Miami con Angelici

El Fiscal General de la Ciudad quiere traspasarle el conflicto a Berni mientras pasea con su jefe político por la Florida y las Bahamas.

Daniel “Tano” Angelici se llevó a sus amigos de fiesta por Miami y las islas Bahamas. Uno de los agasajados es el Fiscal General de la Ciudad, Martín Ocampo, que mientras disfruta del clima caribeño quiere sacarse de encima el conflicto por la toma del predio de Lugano que lleva tres meses.

Es sabido que Angelici maneja buena parte del mundo judicial porteño, gracias a su nexo directo con Mauricio Macri. El presidente de Boca consiguió, a lo largo de la gestión macrista, ocupar los principales espacios de la Justicia porteña.

Uno de ellos es la fiscalía general de la Ciudad, que a partir de marzo quedó en manos del ex legislador Ocampo. El primer gran conflicto de Ocampo, que maneja un presupuesto superior a los 500 millones de pesos, fue el del terreno situado en Pola y avenida Cruz, que fue tomado la noche del 24 de febrero pasado por vecinos de la Villa 20. Allí, un enfrentamiento entre las familias dejó como saldo un hombre muerto.

Pese a que el gobierno porteño había llegado a un acuerdo a través del ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, con el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, para desocupar el predio, la intervención del Papa Francisco frenó el desalojo.

Desde entonces el conflicto de la toma, que ya cumplió tres meses, quedó en vía muerta por las discrepancias entre los fiscales y jueces del caso. La única novedad reciente fue la detención de Marcelo Chancalay, el puntero de Unen acusado de organizar la toma, que fue apresado de casualidad: por una multa de tránsito.

En este marco, Ocampo le quiere transferir a Berni y el Gobierno nacional la resolución del conflicto, para que el secretario de Seguridad deje de cruzar a la justicia contravencional y a los fiscales porteños que dependen del hombre del Tano.

En ese sentido, el lunes 2 de junio se celebrará una audiencia oral y pública para resolver el planteo de incompetencia del fuero Penal, Contravencional y de Faltas local efectuado por la fiscalía de Ocampo en el marco de la causa que investiga la ocupación ilegal del actualmente denominado barrio Papa Francisco. La fiscalía considera que debería ser la Justicia Nacional la que intervenga.

En el caso que la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires decline su competencia de acuerdo a lo solicitado por la fiscalía porteña, la causa por la toma de terrenos en Lugano –la cual cuenta con el imputado Chancalay con prisión preventiva desde el pasado 29 de mayo, una orden de desalojo en espera de su ejecución, y más de una decena de imputados como autores y/o partícipes necesarios de la ocupación ilegal- podría quedar en manos de la Justicia Nacional de Instrucción.

Mientras se quiere sacar de encima el conflicto, Ocampo festeja con Angelici en el exterior. El Tano llevó a una decena de amigos que también ocupan lugares institucionales en la Ciudad, como el ex legislador Oscar Zago, defensor adjunto en la Defensoría del Pueblo y Juan Sebastián De Stéfano, consejero de la Magistratura porteña.

El artículo 5 de la ley de ética pública de la Ciudad (ley nº 4895), referido a la "Conducta acorde", establece que "los funcionarios públicos deberán observar una conducta acorde a las obligaciones previstas en la presente ley de ética pública en el ejercicio de sus funciones" y que "si así no lo hicieren serán sancionados o removidos por los procedimientos establecidos, aún en aquellos casos en los cuales los actos no produzcan perjuicio patrimonial a la Ciudad de Buenos Aires". Ocampo y Zago votaron esa ley cuando eran legisladores.

Angelici también llevó a sus amigos de Boca: uno de los animadores del viaje, como puede verse en las fotos, es César Martucci, secretario general del club xeneize que trabaja en la candidatura presidencial de Julio Cobos.

No es la primera vez que Angelici lleva a su tropa de fiesta por la Florida. En 2011, mientras Macri atravesaba una crisis política que lo llevó a desistir de su carrera presidencial, invitó a los entonces legisladores porteños Ocampo y Zago a pasar una semana de vacaciones a Disney.