Conflicto Sindical

Con lo justo, Moyano y Barrionuevo tuvieron su acto en la Plaza contra Cristina

A la movilización convocada no le sobró nada. Volvieron a pegarle al Gobierno por la pobreza y la inflación.

Con un escueto acto, sin discursos extensos ni banderas identificatorias, la CGT opositora se concentró en la plaza de mayo para reiterar los reclamos del paro del 10 de abril: que baje la inflación, de la pobreza y la inseguridad.

Luis Barrionuevo y Hugo Moyano buscaron mostrar que la coalición sindical gestada en el verano sigue vigente y tomaron todos los recaudos necesarios para evitar susceptibilidades.

Lo consiguieron: los gremios del transporte, representados en la Fraternidad (maquinistas) y la UTA (colectiveros) se sumaron a la movilización, aunque sus líderes Omar Maturano y Roberto Fernández volvieron a esquivarle al escenario.

Para atraerlos la principal restricción fue no levantar banderas de los gremios y tan estrictos fueron que a las 15.30, la hora precisa de la convocatoria, podían verse banderas de camioneros desplegadas en el césped.

“Por favor bajen las banderas así los compañeros pueden ver. La consigna de hoy es que haya solo banderas argentinas”, repetían los locutores desparramados en el escenario. La estrella era Jorge Formento, ex conductor de Feliz Domingo. La figura más llamativa fue Juan Carlos Blumberg. 

Aunque Moyano habló de 25 mil personas, la plaza nunca estuvo intransitable y las columnas de Avenida de Mayo y las diagonales sur y norte nunca llegaron hasta la 9 de julio.

El escenario también tuvo peculiaridades por tratarse de un acto sindical: a los laterales lucieron gigantografías verticales con las frases “No a la pobreza” o “No a la inflación”. No se escuchó tanto el reclamo de paritarias libres, que más se hizo sentir el 10 de abril.

Una de las locutoras leyó el documento, en el que los gremios señalaron que "el Gobierno está encerrado en su propio laberinto" y llamaron "a toda la sociedad" para protestar por la inflación, la pobreza y la inseguridad como reclamos puntuales. 

"Es urgente promover cambios para el futuro. La CGT aspira a proyectar esos cambios en el escenario nacional", manifestaron.

El documento dirigió sus principales críticas contra el kirchnerismo, aunque también hubo mensajes para la oposición. "Para nosotros la falta de seguridad ha dejado de ser un problema del oficialismo o de la oposición. La inseguridad perfora a todos los estamentos sociales, pero son los trabajadores, los pobres y los excluidos los que pagan el mayor precio", manifestaron.

En pos de mantener perfil bajo se había previsto que no haya oradores pero una vez que pisaron las tablas el gastronómico y el camionero algo tenían que decir.

"Esperemos que termine bien. La situación es difícil pero vamos a ayudar a que termine el mandato", dijo Barrionuevo, siempre al límite.

Moyano prefirió celebrar la unión de los gremios, tal vez su máximo éxito de este año. "Los trabajadores saben quiénes son los dirigentes que jamás los vamos a defraudar. Vamos a bregar por la unidad del movimiento obrero", reiteró. Y la gente se desconcentró rápidamente.