Córdoba

De la Sota y Juez advirtieron sobre el regreso de los problemas de empleo en el país

El gobernador pidió además "desenojar" a la sociedad. Luis Juez dijo que "la economía se está congelando".

Recién llegado de los Estados Unidos, adonde fue a buscar asesoramiento de la DEA y del FBI para luchar contra el narcotráfico en la provincia, el gobernador José Manuel de la Sota encabezó el acto peronista por el 1° de Mayo, donde aseguró que se necesita “desenojar al pueblo”. “Veo una sociedad enojada”, agregó.

En el Complejo Feriar, adonde concurrieron unas seis mil personas, De la Sota insistió con su discurso de proyección nacional, por lo que pidió un país de “diálogo” y no de “enfrentamiento”. Además, sostuvo que se debe “generar trabajo” para mejorar las condiciones de vida de la gente.

El gobernador mantiene sus aspiraciones presidencialistas, e incluso en los últimos días ratificó que los tres posibles sucesores en el peronismo cordobés son el diputado nacional Juan Schiaretti y los ministros de Desarrollo Social, Daniel Passerini, y de Industria, Martín Llaryora.

El peronismo cordobés reservó uno de los salones más grandes para realizar el acto del Día del Trabajador, apostando a la capacidad de movilización de su aparato partidario y de gobierno.

Luis Juez, en tanto, eligió el Comedor Universitario de la UNC, que tiene un alto valor simbólico para el progresismo. Allí, criticó al delasotismo porque desde 1999 “no pudo resolver los problemas de fondos de los cordobeses” y al radicalismo, cuyo intendente de Córdoba, Ramón Mestre, acaba de realizar un cambio profundo de gabinete. “Parece que se dio cuenta que no tiene gestión”, chicaneó Juez.

El actual senador nacional advirtió, además, sobre las suspensiones y despidos en las automotrices cordobesas, lo que afecta a la economía provincial: “la economía se está congelando y la principal tabla de ajuste sigue siendo el trabajador”.

El radicalismo cordobés, por su parte, suspendió el acto del 1° de Mayo que tenía previsto antes que estallara el caso de la financiera CBI que conmovió al Palacio Municipal.

En el peor momento de la gestión de Mestre, que es a su vez la principal esperanza de la UCR para recuperar el gobierno provincial después de 14 años, los radicales tuvieron que reservar el festejo para mejor ocasión. Lo más seguro, dada la crisis, era que a diferencia de otros años no fueran dirigentes de todos los núcleos internos, lo que agudizaría las diferencias internas.