Fracaso de Kicillof y Capitanich en las negociaciones para destrabar nuevos créditos del BID
El ministro de Economía Axel Kicillof y el jefe de Gabinete Jorge Capitanich fracasaron en su reunión en Costa de Suipe en la Asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo, en la que intentaron destrabar nuevos créditos para la Argentina.
El BID es uno de los organismos multilaterales de crédito que todavía le otorga préstamos al país, después de que el default del 2001 le cerró las puertas al financiamiento externo.
Por lo general son fondos que van destinados a infraestructura, que el organismo va reponiendo o refinanciando en montos similares, por lo que los vencimientos suelen tener un efecto neutro para las reservas.
Este año la situación va camino a revertirse: el BID podría prestarle al gobierno menos dinero y el flujo de dólares se volvería negativo.
"En 2012 y 2013 Argentina pagó neto US$1.024 millones", contó a LPO el economista Maximiliano Castillo Carrillo. Una cifra no muy relevante para las reservas.
Este año vencen con el organismo U$S910 millones de capital y U$S358 millones de interés, agregó el director de la consultora ACM.
En cuanto a las provincias, su stock de deuda con la totalidad de los organismos multilaterales suma U$S3.000 millones, sólo el 13% del total, de acuerdo a los datos de Economía y Regiones.
Es que los créditos que consigue la Argentina del BID son de escasa magnitud. "No veo que en el corto plazo consigan financiamiento significativo en términos macroeconómicos", apuntó Castillo, aunque aclaró que "si entran créditos de magnitud es porque el gobierno cedió aún más" en el giro visiblemente ortodoxo que está tomando.
Por el momento eso no sucedió. Lo único que difundió el gobierno sobre la Asamblea fue la suscripción de convenios por U$S270 millones de dólares en el marco de un Programa de Inversiones Municipales. En ese sentido, también se firmó el programa Becar por U$S26 millones.
La intención de Kicillof y Capitanich era conseguir préstamos de mayor magnitud que permitan engrosar las reservas y así frenar el goteo que viene sufriendo el stock de divisas del Banco Central. Pero los analistas coinciden en que todavía falta mucho para lograrlo si antes no se llega a un acuerdo con el FMI por el artículo IV, con el Club de París, y si no se hace un ajuste fiscal de magnitud.
“Es posible que vengan menos créditos. Para aumentar la exposición de la Argentina con el BID debería ampliar la cartera de proyectos y eso lleva mucho tiempo porque hay que coordinar con las provincias y varios ministerios”, sostuvo Carrillo.
“La falta de ajuste en la situación fiscal limita la ventanilla de créditos”, explicó otro economista que prefirió el off the record.
Además, otro punto que genera mala predisposición en el BID para sentarse a negociar son los manejos diplomáticos de los representantes argentinos. A eso se le sumó que la exposición argentina en la Asamblea celebrada en Brasil dejó bastante que desear.
La presentación estuvo a cargo del Secretario de Finanzas Pablo López y, según comentó una fuente que estuvo presente en el encuentro, “fue bastante pobre”.
El problema es que si vienen menos préstamos del BID las provincias podrían verse perjudicadas. "El impacto mas directo será en la obra pública", estimaron desde E&R.
“Lo más probable que suceda es que las obras públicas presupuestadas con préstamos del BID se dejen de ejecutar, o se ejecuten más lento”, concluyeron.