El kirchnerismo plancha el Código Penal pero acepta debatir límites a las excarcelaciones
El Gobierno no tiene fecha para iniciar el debate del nuevo Código Penal pero abrió la puerta para discutir un nuevo régimen de excarcelaciones, un pedido de toda la oposición.
El debate se iniciará mañana a las 15 en la Comisión de Legislación Penal de Diputados, convocada por su presidente Patricia Bullrich, quien llegó como parte de un acuerdo del oficialismo con el macrismo y la UCR.
La reunión tendrá como eje para debatir los proyectos pendientes que plantean modificar el Código Procesal Penal, que es el que regula las excarcelaciones, como le recordó Eugenio Zaffaroni a Sergio Massa
Fue la respuesta a los duros cuestionamientos del tigrense al anteproyecto de reforma del Código Penal elaborado por una comisión integrada por el juez de la Corte y juristas del oficialismo, el PRO, la UCR y el Frente Progresista.
“Bullrich habló con (la kirchnerista) Diana Conti y Victoria Donda (Frente Progresita), que son las vicepresidentas de la Comisión y coincidieron en avanzar con una reforma común”, explicaron cerca de la diputada del PRO.
Hay varios proyectos de ley con estado parlamentario, uno de ellos del ex diputado kirchnerista Oscar Albrieu, presidente de la Comisión hasta diciembre.
En la apertura de sesiones, cuando el bosquejo de la reforma penal no era público, Cristina cuestionó las excarcelaciones de personas detenidas por disturbios en manifestaciones, pero no hizo mención a otros delitos.
Y en la última semana el tema volvió a ser centro de atención por la sucesión de linchamientos a delincuentes, muchos de ellos beneficiados con excarcelaciones.
En Diputados admiten que la incursión mediática de Massa enfrió la redacción final del nuevo Código Penal, que nadie espera para este semestre.
Tampoco hay fecha para tratar el nuevo Código Civil que tiene media sanción en el Senado, donde el oficialismo asumió el compromiso de complementarlo con proyectos sobre temas excluidos del texto, como la interrupción del embarazo y la posesión de tierras ocupadas por aborígenes.
“No es fácil consensuar estos temas en una Cámara con más progresismo que el Senado. Difícil que se trate antes del mundial”, explican.