Legislatura

El PRO busca cerrar un otro pacto con los K e incomoda a los legisladores nuevos

La semana que viene el bloque macrista intentará colar varios proyectos que quedaron pendientes desde diciembre.

El bloque del PRO en la Legislatura porteña intentará acordar con el kirchnerismo, como viene haciendo en los últimos años, un nuevo pacto de leyes que necesitan 40 votos, en las próximas sesiones.

La bancada de Carmen Polledo necesita el respaldo del kirchnerismo para sancionar de manera definitiva varios proyectos que fueron aprobados en primera lectura en diciembre y, tras atravesar el proceso de audiencia pública, ahora deben votarse nuevamente en el recinto.

En la reunión de labor parlamentaria de ayer, el kirchnerismo no se opuso a que se incluyeran en el temario para la sesión del jueves próximo, el 3 de abril, unos siete proyectos del PRO.

El proyecto que más le importa al PRO es el del centro de convenciones y exposiciones que estará ubicado al lado de la Facultad de Derecho junto al Parque Thays y la Plaza de las Naciones Unidas. Se trata de la obra con la que Mauricio Macri quiere postular a Buenos Aires como la Ciudad sede de los congresos internacionales de Sudamérica y que ya fue adjudicada a la empresa Criba, que ofertó $313.660.000 en la licitación.

Por otra parte, el PRO intentará darle sanción definitiva al proyecto de José Luis Acevedo para concesionar “áreas de servicios” en las plazas y parques.

Otro de los proyectos que buscará acordar el PRO con el kirchnerismo es el que crea la figura de"Higiene urbana" dentro del Código de Planeamiento Urbano y el Código de Edificación, cuya autoría pertenece a Cristian Ritondo y Karina Spalla. El nuevo uso del Código se refiere a las plantas de tratamiento de residuos sólido urbanos que quiere construir el Ejecutivo porteño.

En tanto que el macrismo buscará aprobar otra norma para desafectar del dominio público de la Ciudad a un inmueble que utiliza el ministerio de Salud en la calle Carlos Pellegrini al 300.

La incomodidad

El pacto que busca cerrar el PRO incomoda a los legisladores kirchneristas que ingresaron en diciembre, tras la partida del entonces jefe de bloque K, Juan Cabandié, que en los últimos años le garantizó a Macri la aprobación de varios proyectos de envergadura que requerían los dos tercios de los votos.

El titular de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque, siempre cuestionó que Cabandié hacía una oposición funcional a  Macri. Del total de 10 legisladores que tiene el bloque del Frente para la Victoria, 6 accedieron a su banca tras el último recambio legislativo y aún no votaron junto al PRO. Tres de esos seis responden al Cuervo: Jorge "Quito" Aragón, Paula Penacca y Lorena Pokoik.

Ahora, la nueva jefa de bloque, Gabriela Alegre, deberá ordenarlos si accede a cumplir con el acuerdo que había trazado su antecesor camporista en diciembre.

En el bloque del PRO advierten que ya cumplieron con su parte del acuerdo, tras votarle hoy a los K la designación del ex Defensor General de la Ciudad, Mario Kestelboim, como consejero académico del Consejo de la Magistratura porteño.

En el PRO estiman que si no logran el acuerdo para el jueves próximo, lo cerrarán para el 11 de abril.

Insisten contra los trapitos

Por otro lado, el vicepresidente primero de la Legislatura, el macrista Ritondo, negocia por estas horas con insistencia para lograr los votos para una ley que prohíba a los “trapitos” y limpiavidrios.

El proyecto de Ritondo ingresó en la comisión de Justicia que preside Francisco Quintana y sería tratado en las próximas semanas para luego ser girado a la comisión de Asuntos Constitucionales, que preside Helio Rebot.

En ambas comisiones el PRO cuenta con mayoría, por lo que no le será dificultoso llevar el proyecto al recinto.

Aunque luego Ritondo deberá conseguir los 31 votos que el PRO no consiguió en 2011, cuando no sólo no pudo prohibir a los trapitos sino que tampoco pudo impedir que la oposición aprobara una ley para regularizar la actividad, una norma que fue vetada por Mauricio Macri.