Legislatura

Tensión entre el PRO y los K por un repudio a D'Elía

Legisladores de ambas bancadas se agarraron a los gritos en la previa de la sesión. En Unen ya se tratan de locos.

La Legislatura porteña volvió a la actividad en un clima de tensión que no sólo se reflejó en las afueras del Palacio sitiado por manifestantes sino entre los legisladores que se agarraron a los gritos aún antes de que comenzaran las dos sesiones que se realizaron esta tarde.

El Palacio Legislativo estuvo sitiado durante horas por manifestantes de izquierda, de La Cámpora, Unidos y Organizados y de los sindicatos docentes que reclaman por la faltante de vacantes en las escuelas.

Adentro del Palacio, sin embargo, se vivieron los momentos más picantes. Como explicó este medio, se esperaba un día turbulento puesto que la sesión especial que pidió la oposición para tratar varios proyectos que cuestionan a la inscripción online de las escuelas y la falta de vacantes se superpuso con la extraordinaria que el PRO convocó para repudiar a Luis D´Elía, que la semana pasada pidió fusilar a Leopoldo López, uno de los líderes de la oposición del presidente venezolano Nicolás Maduro.

Los proyectos de declaración para repudiar a D'Elía desataron un enfrentamiento entre el PRO y el kirchnerismo que llegó a los gritos. Los protagonistas de la trifulca fueron la presidenta del bloque del Frente para la Victoria, Gabriela Alegre y el vicepresidente primero de la Legislatura, el macrista Cristian Ritondo.

Se coló Lubertino                  La ex legisladora kirchnerista María José Lubertino, que dejó su banca en diciembre del año pasado, no quiso perderse la sesión por las vacantes en las escuelas, y se coló en el recinto. Estuvo sentada delante de Aníbal Ibarra, en los asientes reservados para los asesores, junto a otras ex legisladoras como María Elena Naddeo, Laura García Tuñón y Delia Bisutti.  

Alegre lo acusó a Ritondo de querer desviar el conflicto de las vacantes con los proyectos para repudiar a D'Elía, que podrían haber esperado tranquilamente a la apertura de las sesiones ordinarias que este viernes encabezará Mauricio Macri.

La polémica se agrandó luego de que desde La Cámpora presentaran un proyecto para respaldar al venezolano Maduro.

Debate caliente

La primera sesión duró cinco horas en las que la oposición, que logró abroquelar a sus 32 legisladores contra la bancada macristas, realizó durísimas acusaciones contra el ministro de Educación, Esteban Bullrich, a quien no pudieron interpelar por la resistencia del bloque del PRO.

El debate se puso caliente no sólo entre los legisladores, que se trenzaron a los gritos en varias ocasiones, sino también entre los asesores de los bloques. Ritondo debió parar la sesión cuando el secretario parlamentario del bloque kirchnerista amenazó a los militantes del PRO que estaban en el palco.

"Estas diputadas no son Lubertino, los esperamos afuera", provocó el parlamentario kirchnerista, en relación a las legisladoras de La Cámpora que le aportaron al bloque K una impronta muy diferente a la que aportaba la ex titular del Inadi.

Como sea, los legisladores del interbloque kirchnerista se retiraron de la sesión para no tener que defender a D'Elía. El PRO logró aprobar el repudio y coló algunas críticas a Maduro: el legislador Juan Pablo Arenaza exhibió un paquete de papel higiénico en plena sesión y lo catalogó como un "objeto de lujo" para los venezolanos, que según el diputado deben hacer colas de 5 horas para conseguir papel.

En el interbloque Unen, en tanto, la paz también se vio alterada por la división que genera el conflicto venezolano entre los bloques de Elisa Carrió y Pino Solanas.

Mientras que los "lilitos" presentaron un proyecto en el Congreso para exigir la intervención del Mercosur ante la represión de Maduro, la legisladora de Proyecto Sur, Virginia González Gass, envió una carta de respaldo a la embajada venezolana.

El interbloque, de 11 legisladores, se dividió entre los legisladores de la Coalición Cívica y los de Sumá+ (que pertenecen al sector de la UCR y Martín Lousteau), que en la intimidad se refieren a sus pares de Proyecto Sur y Verde Alameda como "los locos". Estos últimos, cercanos a Pino, se retiraron de la sesión para no votar los proyectos sobre Venezuela.

"A que bajo hemos caído para hacer una sesión extraordinaria por un tweet de D'Elía", concluyó el legislador del MST, Alejandro Bodart.