Reclaman la salida de Edwin e Itzcovich del Indec para que el nuevo índice sea creíble
La publicación del nuevo índice de precios al consumidor que presentó ayer el ministro de Economía Axel Kicillof, abrió el interrogante sobre el futuro los directores del Indec, Ana María Edwin y Norberto Itzcovich, fuertemente cuestionados por haber manipulado las cifras oficiales de inflación durante siete años.
Ambos funcionarios entraron al organismo estadístico de la mano del ex Secretario de Comercio Guillermo Moreno. Bajo su gestión, la suba de precios oficial nunca superó el 10% anual, menos de la mitad de la que medían los índices alternativos.
A pesar de que el primer número del flamante Índice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (IPCNU) fue de 3,7% y se acerca a los relevamientos de consultoras y organizaciones sociales, lo cierto es que la presencia de Edwin e Itzcovich en en la conferencia de ayer (estuvieron encargados de explicar la metodología) despertó desconfianza entre los analistas y los ex técnicos que fueron desplazados con la intervención.
De ahí que, más allá de que el gobierno reconoció una suba de precios que está varias veces por arriba de la que venía publicando-en lo que acaso podría ser un primer paso para normalizar el Indec-, entre los ex técnicos del organismo, economistas y miembros de la oposición reclaman la salida de estos dos funcionarios para que los índices del organismo vuelvan a ser creíbles.
En diálogo con LPO, la ex directora de la Encuesta Permanente de Hogares Cynthia Pok advirtió que “habida cuenta de que los que lo producen son los mismos, no hay evaluación técnica posible”.
“Lo único que se vio fue que se mostró un número mayor, tal vez por la necesidad política”, argumentó Pok. Es que uno de los requisitos para que el país pueda volver a tomar deuda en los mercados es arreglar sus números oficiales y volver a someterse al escrutinio del FMI. Sólo así podría llegarse a un futuro entendimiento con los acreedores nucleados en el Club de París.
“No hay ningún elemento para decir que sea es más transparente por el hecho de que haya sido más alto, porque el número puede estar retocado y aún así subir o bajar”, agregó.
Además, Pok comentó que el nuevo índice “está a cargo de la misma gente que lo manipuló”, y eso hace que “no haya ninguna garantía de que este índice no sea manipulado”.
En ese sentido, la ex directora del Indec Graciela Bevacqua, reforzó esta posición al señalar que "más allá de que los números han cumplido con lo que se esperaba, son los mismos que hace siete años intervinieron el INDEC". La titular de Buenos Aires City contó que “el índice es más alto que el nuestro”.
El ex ministro de Economía Roberto Lavagna hizo el mismo análisis. “Hay que ser extremadamente prudente porque quienes ayer lo presentaron son quienes, hace siete años, han venido mintiendo en materia de tasa de inflación y, en consecuencia, no generan como técnicos mucha confianza", consideró el ex titular del Palacio de Hacienda.
Por su parte, la diputada radical Patricia de Ferrari opinó que “hasta que no se sepa qué revela, no genera confianza por sí solo”, porque el gobierno ya tiene el antecedente de la manipulación y “no sirve de nada si o renuncia el equipo” que procesaba los datos hasta ahora.
Sin embargo, para Pok “no parece estar en marcha la salida” de Edwin e Itzcovich.
De todas formas, aclaró que “no alcanzaría” solamente con la renuncia de los actuales directores, porque todavía permanece todo el staff de técnicos que llegaron de la mano de Moreno al Indec y de la “patota” que sigue patrullando las oficinas de Roca al 600, sólo que con modales “emprolijados”. "Ahora hay algún nivel de disimulo”, contó Pok.
De hecho, ayer durante el tradicional abrazo al Indec que realizan una ves por mes los gremios, organizaciones sociales y trabajadores desplazados, la "patota de Moreno" estuvo atrincherada en el hall e incluso les tiraron cosas desde los balcones del edificio.
Por lo pronto, los "abrazos" al Indec van a seguir haciéndose cada vez que el ministerio de Economía de a conocer el índice mensual de inflación, al menos hasta que la gente de Moreno se haya ido por completo.