La sucesión

Scioli ya promete a los gobernadores liberarles recursos si es presidente

Propone replicar las transferencias automáticas. Busca diferenciarse de Massa y de los K garantizando autonomía política.

Daniel Scioli no descansa en su objetivo de ser el sucesor de Cristina Kirchner en 2015. Aunque no lo diga en público para evitar represalias de la Casa Rosada, el ex motonauta trabaja permanentemente para fortalecer su candidatura y una de sus metas es mantener alineados a los gobernadores peronistas.

Sus abrumadoras apariciones veraniegas se mezclan disimuladamente con contactos con dirigentes de diferentes sectores, en especial con los mandatarios provinciales. Por ejemplo, según confirmó LPO, el jueves pasado Scioli cenó en secreto con un gobernador en Mar del Plata. Días antes, en esa misma ciudad, había jugado al fútbol con el sanjuanino Sergio Uñac, en un evento que sí hizo público.

Durante todas esas charlas, Scioli comenzó a mostrar sus cartas y uno de sus caballitos de batalla es terminar con el uso de la caja para condicionar a los gobernadores, rasgo fundamental del kirchnerismo. Para eso, el bonaerense promete liberar los recursos de la coparticipación replicando el modelo de transferencias automáticas que aplica en la Provincia.

Este fin de semana, el ministerio de Economía provincial informó que durante 2013 las transferencias diarias y automáticas a los municipios alcanzaron los 16.851 millones de pesos, lo que representa una suba del 51,4% respecto al año anterior. Casi al mismo tiempo, Desarrollo Social anunció que las transferencias del Fondo de Fortalecimiento de Programas Sociales crecieron en 2013 un 25%, totalizando 362.961.665 pesos.

Según confiaron fuentes del sciolismo a LPO, esta política ha derivado en un crecimiento de la independencia económica de los intendentes. En ese sentido, sostienen que algunos jefes comunales de partidos importantes tienen asegurados los pagos de los próximos tres meses a los empleados municipales.

Además, reiteran que ese modelo de transferencia de fondos le permitió a algunos intendentes poder dar el salto hacia el Frente Renovador sin preocuparse por las consecuencias económicas del desplante al oficialismo, algo que la mayoría de los gobernadores no podría hacer.

Distinto a Massa

Pero en sus encuentros con gobernadores Scioli no sólo busca mostrarse diferente al kirchnerismo sino también a su principal rival, Sergio Massa.

El ex motonauta describe al tigrense como alguien parecido a Néstor Kirchner, preocupado por controlar de cerca a sus aliados y ejerciendo influencia directa sobre en el armado de los distritos que se suman a su fuerza. En cambio, Scioli es más partidario del estilo de Carlos Menem, que daba libertad a los gobernadores.

Scioli también trata de mostrar una cara diferente a la de Massa en sus encuentros con sindicalistas. El bonaerense se encarga de descartar cualquier intento de limitar los mandatos de los gremialistas y se muestra contrario al proyecto de democratización que impulsa el tigrense, que este fin de semana se reunió con Facundo Moyano para pedirle apoyo a su proyecto.

“Voy a hacer lo mismo que en la Provincia”, repite Scioli ante sus interlocutores, a quienes les recuerda que, por ejemplo, nunca se metió en el armado de las listas y que dará libertad al peronismo para que dirima su candidato a gobernador bonaerense en 2015.

Los gestos de Scioli a sus colegas no terminan allí. Según dijeron a LPO dirigentes que conocen sus movimientos, el mandatario bonaerense ya les prometió que en caso de ser presidente en su Gabinete habrá lugar para aquellos gobernadores que no pueden renovar sus mandatos.

Entre los mencionados por Scioli se encuentran el tucumano José Alperovich y el santiqgueño Gerardo Zamora, quien por lo pronto se aseguró una banca en el Senado y colocó a su esposa en la gobernación. Pero hay varios caciques que en 2015 deberán buscar otro camino, como Luis Beder Herrera, Eduardo Fellner o Paco Pérez. Lo mismo corre para Sergio Urribarri y Jorge Capitanich, aunque hoy por hoy mantienen sus aspiraciones presidenciales.

Mientras sigue tratando de endulzar los oídos de los gobernadores haciendo hincapié en la autonomía provincial y levantando las banderas del federalismo, Scioli también se hace tiempo para ordenar a su tropa y plantear objetivos para el 2014.

“Todo lo que no hagamos de acá a agosto o septiembre, después va a ser tarde”, arengó en una reunión con sus dirigentes más cercanos. Para esa altura del año, Scioli cree que estará mucho más claro el escenario y deberá aprovechar el verano para nacionalizar su campaña.