Río Negro

Weretilneck busca sacar del Gobierno a Vaca Narvaja y al Movimiento Evita

El ex montonero y un ministro del Evita, tienen un pie afuera del Gabinete. El papel de Pichetto y el vicegobernador en la interna.

La interna del gobierno de Río Negro volvió a recalentarse y ahora el gobernador Alberto Weretilneck está en un abierto enfrentamiento con dos hombres de su gabinete: el ministro de Obras Públicas, Fernando Vaca Narvaja, y el de Desarrollo Social, Ernesto Paillalef.

La pelea comenzó en los últimos días de 2013, cuando el ex montonero presentó su renuncia por un conflicto con el Tren Patagónico, que estaba bajo su órbita. Pero Weretilneck no aceptó la dimisión por pedido del vicegobernador Carlos Peralta, un peronista que busca mantener la paz entre los distintos sectores del justicialismo y el mandatario.

Vaca Narvaja aprovechó entonces para pegarle a Weretilneck y le recriminó que no envió todos los fondos que había prometido para el tren. "No fueron 41 millones sino que se ejecutaron y mandaron 32 millones. Nos deben 9 millones", le dijo al diario Río Negro.

Las declaraciones del funcionario, que también se quejó por el ajuste que está aplicando la administración provincial, cayeron muy mal en el sector que responde a Weretilneck. Fue el legislador Ricardo Arroyo quien directamente salió a pedir la renuncia del ministro de Obras Públicas.

Fuentes consultadas por LPO explicaron que las palabras de Arroyo en realidad expresan el firme deseo de Weretilneck de sacar del Gobierno al ex montonero, aunque no quiere pagar el costo político de tener que echarlo.

En los últimos días, Weretilneck también arremetió contra el ministro de Desarrollo Social, Ernesto Paillalef, hombre del Movimiento Evita y ex funcionario de Alicia Kirchner.

El gobernador tampoco quiso pagar el costo de su salida y optó por pedirle que eche a varios funcionarios de segunda línea, todo ellos pertenecientes al Evita. Hasta ahora, Paillalef resiste los cambios y desde la agrupación aseguran que están discutiendo con el gobernador como restablecer los “acuerdos preexistentes”.

La falta de definición de Weretilneck sobre estos movimientos se inscribe en el delicado equilibrio de poder que vive la provincia desde la muerte de Carlos Soria. En el peronismo siguen mirando de reojo al gobernador y cualquier cruce puede ser leído como una ruptura. Los más interesados en mantener la calma son Pichetto y Peralta.

El vicegobernador fue chofer y mano derecha del fallecido Soria. Su llegada al gobierno fue un gesto para mantener alineados a los sectores que respondían al “Gringo”. Pero actualmente su vínculo con Martín Soria, el hijo del ex gobernador, está roto y Peralta apuesta a ser compañero de fórmula de Weretilneck en 2015. De hecho, es la cara visible del sector del peronismo que apuesta a esa fórmula.

Peralta, que fue quien acercó a Vaca Narvaja al gobierno provincial, tuvo que volver a intervenir ayer después del pedido de renuncia que hizo Arroyo. “Es una barbaridad que se plantee el pedido de renuncia porque se genere un debate político”, le dijo al diario Río Negro. “Son dos ministros que tienen fuerte origen en el peronismo, con formación política, entonces producen notas y hechos que generan debate”, afirmó.

Pichetto, por su parte, evitó intervenir directamente en la disputa, pero mandó un mensaje de respaldo a la posición de Peralta. En medio de la tensión, el senador apareció en su despacho y se fotografiaron juntos. "Pase a saludarlo", respondió tras el encuentro.