Nicolás Gadano

“Galuccio está cambiando la política petrolera del Gobierno”

El economista y ex técnico de YPF y Repsol analiza el presente y los desafíos futuros del mercado petrolero argentino, en una charla con LPO. “Hay que fusionar Enarsa con YPF, que podría gestionar mejor sus recursos”, advierte.

En un tiempo gobernado por el corto plazo, NicolásGadano elige mirar el presente desde la historia. Después de haber pasado porYPF y Repsol, este economista de 47 años está comenzando a trabajar en elsegundo tomo de un libro, “Historia del petróleo en la Argentina”, que seconvirtió en referencia para los que buscan discutir el rumbo de la empresa quefundó Enrique Mosconi y hoy conduce Miguel Galuccio.

Dos obstáculos demoran el estudio con el que Gadanopretende llegar hasta la actualidad: el tiempo que no tiene para dedicarse aescribir y la coyuntura cambiante que va corriendo desde atrás. “La historiaavanza más rápido de lo que puedo contar”, dice. Fugaz funcionario del ensayofallido de la Alianza e investigador del CIPPEC, hoy atiende en el cuarto pisodel Banco Ciudad, aunque –aclara- no forma parte del PRO. Su enfoque puedesonar provocador para muchos: afirma que YPF fue una creación de la Argentinaoligárquica, sostiene que van a pasar varias generaciones antes de ver losresultados de Vaca Muerta y dice que hoy hay que discutir una nueva ley dehidrocarburos con los ambientalistas en el Congreso.

¿Elacuerdo del gobierno con Chevrón es comparable al de Perón con la Standard Oil?

Cada circunstancia histórica es distinta, pero acá hayvarios puntos en común, que son interesantes. Uno es el contexto, que es unasituación macroeconómica en la que el país está en una especie de trampa deestrangulamiento externo y, si crece, demanda muchas importaciones decombustible cuando cuenta con pocas divisas para importar.

La segunda similitud es cierto giro pragmático de ungobierno –tanto aquel como este- que advierte que sin el concurso de lainversión extranjera, que antes había desalentado, no va a poder revertir esasituación. Hay un potencial y una dificultad para liberar ese potencial: enaquellos años eran los descubrimientos de reservas convencionales en lascuencas de Salta. Hoy pasa algo similar con Vaca Muerta: el esfuerzo deinversión, de tecnología y de equipamiento es muy grande.

Además, se da el detalle histórico, que es como lafrutillita del postre, de que Chevron es la Standard Oil of California: cambióde nombre, después sumó los activos de Texaco pero es la misma compañía. Básicamente,Argentina siempre ha estado en el mismo dilema, primero si permitir o no lainversión extranjera directa y después cómo administrarla.

¿Qué lecriticaría al gobierno en esta etapa?

Más que crítica, tengo una reflexión. La historia nosmuestra que para hacer un desarrollo, un programa petrolero que incorpore lainversión privada –extranjera y local- e incluya la problemática de losrecursos no convencionales hace falta que el diseño institucional, la discusiónpolítica y la construcción de consensos sean mucho más sólidos que lo quepermite la urgencia macroeconómica.

Argentina necesita una nueva ley de hidrocarburos. Laactual es vieja, no está adaptada a la realidad de que el dominio esprovincial, ni a las nuevas tecnologías, ni a los nuevos contratos. Se requiereuna ley marco de la cual se desprendan las legislaciones provinciales. Hoy eldominio es de las provincias, pero la política de hidrocarburos y de abastecimientoenergético son responsabilidad del gobierno federal.

¿Notendría que volver el dominio a la Nación con una nueva ley?

El dominio provincial se incluyó en la Constitución de1994. Mi visión es que lo mejor hubiera sido mantenerlo bajo el dominio de laNación pero hoy las provincias son las que otorgan las concesiones, lospermisos de explotación y determinan cuánto se paga. Ahora, si cada provinciahace lo que quiere, eso va a ir en contra de la inversión. Además, las cuencasno respetan las fronteras provinciales, sino que las exceden. Necesitás un programamuy articulado entre Nación y provincia, que la inversión vea que no hay disputasy las reglas del juego son claras. Todo eso lleva mucho tiempo y muchadiscusión política, en la cual uno tiene que negociar.

Por eso,las decisiones trascendentales terminan saliendo siempre por decreto.

Un decreto presidencial es pan para hoy y hambre paramañana. Hay varias experiencias, la de Perón, la de Frondizi, la de Menem, queen el marco de estas urgencias económicas, salieron rápido pero sin consenso. Yfueron experiencias fallidas que duran un período de tiempo, cinco, diez años ydespués se revierten.

Noruega es un ejemplo no sólo por su empresa estatalde petróleo State Oil, que es reconocida internacionalmente sino también porcómo han manejado sus recursos. Hay una política petrolera sostenida a lo largodel tiempo y no depende de un Presidente. Ese es un modelo. Pero hoy Argentinade nuevo está en una urgencia energética y macroeconómica y el que está en elpoder dice “Necesito las inversiones ya. No me puedo dar el lujo de estar dosaños en el Congreso con las discusiones”. Hasta los empresarios petroleros tedicen, en una posición que considero errónea: “Si vas al Congreso, te salecualquier cosa”. Pero los atajos de un decreto duran poco. Ya lo vimos eso.

El futurode YPF y el falso nacionalismo

¿Qué va ahacer la oposición con YPF?

No sé. Muchos nos opusimos a la expropiación aunquequeríamos tener una empresa estatal de Energía. Las circunstancias estándemostrando que el problema no era puntualmente YPF. Necesitamos que así comoYPF está dando vuelta la curva de producción, también lo hagan las demás empresas.Y para eso, hay que armar un esquema que resulte atractivo. Argentina le va a tenerque pagar a Repsol y no creo que nadie en la oposición hoy esté pensando que hayque volver a privatizar.

¿Y haciaadelante?

Lo que yo estudiaría o haría es fusionar Enarsa conYPF porque Enarsa nunca cumplió el objetivo para el que fue creada. Está conproyectos muy pequeños y con una carga enorme que ha sido importar combustibles.Tiene un activo valioso, que es todo el dominio del off shore y que no ha sidoexplotado como corresponde y que YPF lo manejaría mucho mejor. Y me parece queYPF de acá en adelante va a ser una herramienta muy importante para la políticaenergética nacional.

¿Cómo vela gestión de Miguel Galuccio?

Tiene las condiciones para ser un buen presidente deYPF. Experiencia en los campos de la Argentina, un equipo muy profesional yformación en upstream, que es el eje del problema, exploración y producción. Eldiseño que se hizo es muy adecuado y reproduce el modelo que ha funcionado muybien en otros países, como Brasil. Falta reducir subsidios y que el precio alconsumidor todavía suba –lo que va a ser traumático- para estar más cerca de loque hay que pagarle al productor. Recién cuando desembarcó en YPF, el gobiernocreyó los argumentos que le daba la industria. La conducción de YPF estácontribuyendo a que el gobierno modifique su política hacia la industria.También lo hizo para cerrar el diferendo con Repsol antes de llegar a un juiciocomplicado.

"Galuccio tiene las condiciones para ser un buen presidente de YPF. Experiencia en los campos de la Argentina, un equipo muy profesional y formación en upstream, que es el eje del problema, exploración y producción. El diseño que se hizo es muy adecuado y reproduce el modelo que ha funcionado muy bien en otros países, como Brasil"

¿Por quédiscute en su libro con las ideas principales del llamado nacionalismopetrolero?

Lo que discuto es que el nacionalismo petroleroconstruye una historia de mitos que no se condice con la realidad. Intentaajustar la historia petrolera a una versión bastante vulgar y estándar de lahistoria política argentina, que dice que los buenos fueron Yrigoyen y Perón ylos malos, el resto. Y la historia petrolera es mucho más compleja. YPF no esuna creación de Yrigoyen: es una creación de la Argentina oligárquica y seconsolida en la Argentina de los 30, que es mala palabra. Alvear, elradicalismo que no le gusta al nacionalismo, y Justo, en la década infame. Esparadójico cómo Perón termina en el 55 con los contratos y cae derrocado cuandose denunciaba que estaba entregando el país a la Standard Oil. Y la RevoluciónLibertadora, asociada al liberalismo, reacciona con una políticaultranacionalista, que dura muy poco.

Entonces, yo creo que el nacionalismo petrolero, quepone mucho énfasis en la explotación estatal, no ha dado respuesta al verdaderodesafío, que es darle a la Argentina abastecimiento energético seguro. En todoel mundo hay ejemplos de que se puede trabajar con un adecuado reparto de larenta, con una adecuada protección ambiental y con inversión privada.

¿Eso lopuede hacer Galuccio?

Lo puede hacer el gobierno argentino. Galuccio tieneesa visión también. El problema de YPF no es la conducción de la empresa, sinoel entorno con el que se enfrenta. Tiene que pagar una tasa de 8,5 % en dólaresporque Argentina abandonó su crédito público durante años.

¿Y qué lecriticaría a la visión liberal clásica que se contrapone a ese nacionalismopetrolero?

Que el problema de la Argentina ha sido la falta deplanificación energética porque la energía no es una mercancía como loscaramelos. Lo estamos viendo: cuando hay problemas de abastecimientoenergético, el problema es general. Se puede combinar con participación privadapero el único que está en condiciones de planificar y decirles a los privadoscuál es su rol y hacia dónde vamos es el Estado. En los noventa, eso se dejó delado y lo hemos padecido.

Los especialistas coinciden en que, más allá de lacrisis que vino después con las políticas del kirchnerismo, las autorizacionesde exportación de gas natural de los noventa se basaban en una idea deexcedente que no tenía respaldo en la realidad de los yacimientos, sobre todoLoma de la Lata, que ya estaba en declinación. Hubiera sido difícil cumplir contodos esos compromisos y con el abastecimiento interno justamente porque nohabía una planificación.

"Las autorizaciones de exportación de gas  de los noventa se basaban en una idea de excedente que no tenía respaldo en la realidad de los yacimientos. Hubiera sido difícil cumplir con esos compromisos y con el abastecimiento interno"

El grupode los ex secretarios de Energía enfatiza sobre todo en garantizarle al sectorprivado una alfombra roja para que invierta. ¿Es lo único que hace falta?

Eso pasa con quien ya estuvo en funciones, que estámuy atado a lo que dijo o hizo en su momento. Yo no comparto y me parece que encualquier país del mundo la industria de la energía se regula mucho. Y ademásacá hay una discusión que es la renta, la plata. El recurso es del Estado, esono se discute. Puede discutirse si es provincial o federal, pero nunca de losprivados. A mí me preocupa mucho el dominio provincial, y mucho más con la experienciahistórica. Porque sin desmerecer a las provincias, uno ha visto que lospermisos de exploración que primero se dan son para empresas sin experienciapetrolera previa.

En el libro, cuento como cuando –en los años veinte-se produce el primer boom de empresas que querían venir a la Argentina (laStandard Oil, la Shell, la Anglo Persian), los empresarios argentinos, con esacosa tan especuladora, desertora del rol de empresario, lo que hacían erabuscar sus contactos y conseguir sus permisos de exploración colindantes adónde el Estado había descubierto petróleo, tanto en Comodoro Rivadavia como enPlaza Huincul. Y después, en lugar de decir ahora me voy a convertir enpetrolero, esperaban y le vendían esos mismos permisos por millones de dólaresa las grandes empresas internacionales. La única excepción fue una compañía quese llamó Astra. No sería bueno que lo mismo pase ahora en un nuevo ciclo deempresarios, que uno los conoce de otros sectores y de repente se convierten enpetroleros. Como pasó en una provincia del Sur.

LázaroBáez, Cristóbal López, Manzano…

No quiero hacer nombres pero temo que la vocaciónpetrolera de esos empresarios sea muy efímera y que terminen vendiendo a lasgrandes empresas. Para una explotación a gran escala de una tecnología nueva,YPF no necesita socios de menor escala, sino grandes que traigan divisas ytecnología.

Lageneración Vaca Muerta

Elautoabastecimiento energético del que tanto se habla ¿fue una constante o unaexcepción en la historia argentina?

Creo que no fue una excepción. Por supuesto que hay unpatrón de volatilidad importante pero también es cierto que la producciónpetrolera hasta 1998 fue creciendo. Frondizi la multiplica por 3, Argentina segasifica con grandes yacimientos y sobre el final de la década del 80 se acercaal equilibrio y se consolida con el boom de producción de los 90. Pasarrápidamente a ser un exportador fue un gran error porque no teníamos baseproductiva para tanto.

Me parece que autoabastecimiento no fue accidental nianecdótico. Pero tampoco es una cosa consolidada, de hecho ya lo perdimos. Va allevar unos cuantos años y un esfuerzo, la Argentina va a tener que pagar muchomás de lo que está pagando por la energía. Ahora y después.

¿Quién vaa ver los resultados de Vaca Muerta?

Van a pasar varias generaciones de argentinos antes deverlos. Si logramos hacer una explotación que surge de un consenso articuladoen el Congreso, con las provincias, con las empresas, los consumidores, losgrupos ambientalistas que son muy importantes, las comunidades mapuches en elcaso de Neuquén, los trabajadores… Ese esfuerzo de construcción política va allevar un tiempo pero puede funcionar. Cuando se habla de las proyecciones paraexplotar no convencionales, se piensa en 20 años hacia adelante. Es unaexplotación a largo plazo, en donde habrá que cuidar mucho el tema del agua, delas explosiones, de todo lo que tiene que ver con el fracking. Si alguien creeque eso traerá resultados en el corto plazo, se equivoca. Es algo grande que vaa dar resultados, si se encara en forma inteligente, en el largo plazo. Por esocreo que lo de Chevron estuvo bien, pero la forma en que se hizo es muy pobre.

"Van a pasar varias generaciones antes de ver losresultados de Vaca Muerta. Lo de Chevrón estuvo bien, pero la forma en que sehizo fue muy pobre"

Parecieraque nadie está pensando en incluir a las comunidades afectadas y a los gruposambientalistas.

Es que es algo inevitable. Están incluidos de hecho.Los que piensan que no hay que llevar a los ambientalistas al Congreso paraevitar el quilombo, se equivocan. No llevarlos es peor porque después vas atener a gran parte de la sociedad que está preocupada legítimamente -y quereconoce en esas organizaciones legitimidad- en contra del fracking. Entonces,hacé el esfuerzo de explicar todas las veces que tengas que explicar, de ceder,tendrás que invertir un poquito más, irás más despacio pero vas a avanzar.

Losoptimistas dicen que Vaca Muerta es como tener soja a mil dólares por 30 años…

El exceso de optimismo sobre Vaca Muerta escontraproducente. La sociedad argentina va a caer en la esquizofrenia porquetenemos una realidad donde se corta la energía todo el tiempo y se le dice queestamos frente a una especie de milagro que nos va a salvar a todos. Aunque hayalgo de verdad en esa frase, hay que explicarlo con mucho más cuidado. Elrecurso no convencional es como llevar la soja a la Patagonia, es ir a extraerrecursos menos productivos que los convencionales, más caros, de resultados másinciertos. Vaca Muerta tiene un potencial enorme, pero la Argentina ha tendidoa sobreestimar la riqueza. Esa idea paranoica-nacionalista de que nosotros,siempre, estamos sentados sobre algo que quiere todo el mundo. Nos lo quierenrobar. Hay dirigentes de la oposición que contribuyen mucho con esa idea. Así,cualquier contrato con extranjeros nos va a parecer una estafa.

YPF sufreporque la usan

En sulibro, usted dice que YPF era un elefante herido, incapaz y sin rumbo.

Si, me refiero al final. Me pregunto cómo puede serque YPF, que era casi la novia de los argentinos, haya sido privatizadaprácticamente sin protestas. Hubo, pero sobre todo de sus trabajadores. Es lasociedad la que aprobó eso.

Y se explica porque YPF venía de un maltrato de lossucesivos gobiernos que la había dejado nocaut y con una presencia sindicalinmanejable. Un sindicato corrupto, que tenía mucho más poder que lasgestiones.

¿Esdistinto ahora?

Si, ahora es completamente distinto. YPF le comprabael crudo a la patria contratista y por política se la tenía que vender a laShell y a la Esso muchísimo más barato. Cada vez que hacía esa operación,perdía plata.

¿Cómodefiniría hoy a YPF?

Trabajé en YPF y reivindico la época de Estenssoro, deinicios de los noventa, porque tuvo virtudes excepcionales. Y la más importantefue que no se hizo en el contexto de la urgencia macro, 89/90. La empresa sereestructuró, el Estado preservó el 20 por ciento, cotizaba en Bolsa. No eracontrolada por ningún grupo internacional y la política se decidía enArgentina. Era un modelo de empresa parecido al actual, que se empezó aexpandir al mundo y a Latinoamérica. Competía y se asociaba. Hoy diría que YPFes un caballo ágil, que arrastra un carro pesado y va transitando por unlodazal. Empuja, transpira y avanza. En otro terreno, galoparía a granvelocidad. En este, no.

"Trabajé en YPF y reivindico la época de Estenssoro quetuvo virtudes excepcionales. La empresa se reestructuró, el Estado preservó el20 por ciento, cotizaba en Bolsa. No era controlada por ningún grupointernacional y la política se decidía en Argentina. Era un modelo parecido al actual.Competía y se asociaba"

Tambiénde la era Estenssoro surgieron después los piqueteros.

Sí, está bien, pero la verdad es que YPF con 50 milempleados no podía funcionar. La plata de las indemnizaciones se podría haberutilizado mejor en lugares como Tartagal y Plaza Huincul. Pero no huboplanificación. Muchas veces YPF fue utilizada para resolver objetivos de cortoplazo de otro tipo. Los combustibles como ancla antiinflacionaria, algoridículo e insostenible, que ahora ya no está sucediendo. En la dictadura YPFfue usada como herramienta de endeudamiento para sostener una política, la dela tablita cambiaria, que no aguantaba más. Y se endeuda por 6.000 millonesdólares. Cuando la urgencia domina, YPF sufre y se descapitaliza el sector.

El segundotomo de tu libro, ¿también arroja un balance de luces y sombras?

Si, también. Si en la primera mitad del siglo fuimoshacia el monopolio estatal y el dominio federal, en la segunda mitad fuimoshacia una participación mayor del sector privado y el domino provincial. Laetapa de Frondizi es central y está muy vigente.

¿Quiénentiende dentro de la dirigencia la complejidad que usted ve en el desafío deVaca Muerta?

Hay bastante gente, incluso en el gobierno, claramenteen YPF. Kicillof dijo hace poco algo que explica en alguna medida lo que pasó.El dice que en estos diez años se puso al sector energético al servicio delcrecimiento industrial y de la distribución del ingreso. Y creo queefectivamente fue puesta al servicio del crecimiento pero no de la distribuciónporque sabemos que los subsidios benefician a todos por igual. Energía barata,puesta al servicio de otra cosa. Mucha gente del sector energético sabía queesto no iba a terminar bien pero no quiso o no supo hacer nada para evitarlo.