Advierten que los aumentos policiales subirán la emisión y el déficit en las provincias

La mayoría de los distritos ya reconoció el déficit en los Presupuestos de 2014. Los gobernadores no tienen margen para financiar las subas.

El estallido del conflicto de los policías por recomposiciones salariales apareció en un momento complicado para las arcas provinciales. Los agentes pedían subir los mínimos a un monto entre los diez mil y los trece mil pesos, y los analistas coinciden en que cumplir con los nuevos acuerdos implicará un agravamiento del déficit en las provincias, y el pedido de socorro a la Nación, que tampoco está mucho mejor y deberá recurrir nuevamente a la emisión de billetes.



Por el momento, los primeros acuerdos llevaron el piso a unos 8.000 pesos, que fue replicándose a medida que se iban concretando los acuerdos en los diferentes distritos. El primero fue Córdoba; le siguieron Neuquén, La Rioja y Catamarca, y ahora el gobierno de Daniel Scioli quiere cerrar por una cifra algo superior.



El problema es que la mayoría de las arcas provinciales ya casi no tienen margen para hacer frente a los aumentos. Varias provincias reconocieron en sus Presupuestos para el 2014 que tendrán déficit, y en muchos casos los cálculos fueron subestimados, como en la Provincia de Buenos Aires, en donde Scioli estimó un bache de 2.000 millones de pesos y un endeudamiento por 15.500 millones, pero no incluyó en las partidas los aumentos de sueldo correspondientes al año próximo.



A trazo grueso, el resultado que surge de multiplicar los 54000 policías bonaerenses por un piso salarial de 8500 pesos que propuso el gobierno bonaerense, a lo largo del 2014 habrá que desembolsar como mínimo unos 5.500 millones de pesos, en el hipotético caso-el menos realista- de que todos cobren el mínimo.



Por su parte, en Catamarca, la ley de leyes mostró que la brecha entre ingresos y gastos sería de $150 millones, un número insignificante al lado de los del distrito bonaerense. Pero aún así le dio a los policías un incremento de más del 40%.



Los acuerdos implica un incremento en el salario mínimo del 30% para arriba, llegando en algunos casos al 60 o 70%. Siempre bien lejos del techo del 20% que buscaba poner el gobierno.



Lo grave del caso es que el surgimiento de los reclamos adelantó las paritarias y para colmo lo hizo con un techo alto, que intentarán imitar el resto de los trabajadores estatales, docentes y profesionales de la salud.



Otra es la historia de Córdoba, que cerrará este año con superávit y planea mantenerlo en el año entrante, a pesar de que por diversos conceptos dejó de percibir más de $8.000 millones que le correspondían.



El nuevo convenio implicaría un desembolso de 1.200 a 1.500 millones de pesos.



En diálogo con LPO, el economista del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) elogió la gestión del ministro de finanzas de esa provincia, que la pone en una mejor situación que el resto de sus pares frente a los aumentos que consiguieron las fuerzas.



Argañaraz estimó entre 14 y 15 mil millones de pesos el déficit de las provincias consolidado. El fuerte incremento a los policías agudizará el rojo en muchas de ellas.



“La única forma de que se financien es con plata de la Nación”, aseguró el economista Agustín Monteverde. Para este especialista, las provincias “tienen sus arcas sumamente exigidas con niveles de presión tributaria récord”. Y es que durante este año, muchos distritos crearon nuevos impuestos en busca de financiamiento.



“Las Provincias ya tienen sus presupuestos aprobados. Hay que ver cómo encaran estos aumentos no previstos”, manifestó Argañaraz.



En ese sentido sugirió que “el gobierno nacional puede aumentar las transferencias discrecionales a las provincias”. "Seguramente veremos a muchos gobernadores desfilar por la Casa Rosada el año que viene", vaticinó.



“Las provincias no tienen a la Anses ni al Banco Central para salir en su ayuda”, comentó, en referencia a la estrategia del gobierno de disimular tramposamente el déficit con recursos de esas entidades.



“Es evidente que el gobierno no tiene plata, sino no emitiría. La Nación dispone de una herramienta que no dispone ningún otro que es la emisión de billetes”, coincidió Monteverde.



“Toda esa plata que se otorgará implica más emisión, para atender los reclamos se emite y así se genera más inflación”, alertó el analista.



Refinanciamiento y efecto arrastre

El analista advirtió que el efecto arrastre sobre las paritarias se sentirá porque los acuerdos alcanzados “recomponen el salario” que se perdió por la inflación, y no cubren la suba de precios como sería en un marco de mejorar expectativas. Por lo que el cuadro podría agravarse si los sindicatos del estado toman la misma iniciativa para conseguir porcentajes similares, que luego podrían trasladarse al sector privado.



Para colmo, la idea del gobierno de empezar a desarmar los subsidios a los servicios públicos, con la consecuente suba en las tarifas, podría llevar a los gremios a pedir subas aún más altas.



Por otro lado, los aumentos podrían derramarse hacia los productos que tengan ingresado el componente “seguridad” en su precio, por ejemplo, que a partir de ahora será más caro.



Monteverde aclaró que en este escenario el gobierno deberá concederle el perdón a las provincias para poder refinanciar los préstamos que tomaron con la Nación, porque son incumplibles y de otra manera caerían en default.



Los compromisos financieros de las provincias son un tema muy delicado que la política cambiaria podría agravar. Es que el cepo al dólar llevó a muchos gobernadores a emitir deuda en pesos, atada a la cotización del dólar, conocida como “Dólar linked”. La suba en la tasa de devaluación que viene aplicando el nuevo equipo económico está encareciendo los pagos futuros que deben afrontar los gobernadores en muy poco tiempo. Es decir que cuando sube la devaluación, aumenta la deuda, con la única conveniencia de que no se necesitan los billetes verdes.