Las acciones de Repsol se disparan y le meten presión a Brufau para que apruebe el acuerdo

La reacción de la bolsa madrileña fue positiva y el presidente de Repsol quedó con poco margen para rechazar el acuerdo por YPF. En el mercado creen que por los malos antecedentes de Argentina en otros conflictos, Brufau tiene que aceptar las condiciones actuales. El papel clave de Pemex.
El poderoso Antonio Brufau ha quedado en una encrucijada. Reacio desde un primer momento a alcanzar un acuerdo con el Gobierno argentino por menos de 10.500 millones de dólares por la expropiación de YPF, ahora el presidente de Repsol casi no tiene alternativas para rechazar el preacuerdo firmado ayer en Buenos Aires, donde su ausencia fue más que notoria.

Brufau encabezará mañana la reunión del Consejo de Administración de Repsol donde se votará la aceptación o no del convenio. En lo estrictamente numérico, el empresario nacido en Cataluña está en condiciones de imponer su mayoría y rechazarlo. Pero en términos ha quedado muy debilitado. La presión de La Caixa y Pemex, los principales accionistas de la empresa, y el aval del Gobierno de Mariano Rajoy al acuerdo, lo dejaron con poco margen de maniobra.

El último y más rotundo mensaje se lo dio la bolsa de Madrid. El IBEX 35, el principal índice bursátil de España, reflejaba esta mañana el furor de los inversionistas y las acciones de Repsol subían más de 4,5% y los títulos de la compañía cotizaban a 19,25 euros. Lo mismo sucedía con la constructora Sacyr, que tiene 9,5% del capital de la petrolera y sus acciones subían más de 5%.

Fuentes del mercado consultadas por LPO coincidieron en que la reacción positiva de la bolsa madrileña -que se sumó a la suba que ayer registró YPF en Nueva York- es un mensaje para Brufau más importante aún que los condicionamientos políticos que enfrenta al interior de la compañía.

El ejecutivo queda así muy condicionado de cara a lo que sucederá mañana, justo en momentos en que el resto de los accionistas de la empresa se quejaban por la disminución de las ganancias.

Las fuentes sostienen que hay otros dos factores determinantes para que el acuerdo sea ratificado. El primero es que, dado los antecedentes de Argentina en otros litigios con empresas extranjeras, la indemnización de al menos 5 mil millones de dólares es considerada “razonable”. El segundo factor es que frente a la grave crisis económica de España, el ingreso de esa cifra no es para nada despreciable.

La ausencia de Brufau y el papel de Pemex

La ausencia de Brufau en la reunión que se realizó ayer en Buenos Aires obedeció principalmente a su manifiesta enemistad con los funcionarios argentinos y no tanto a su postura respecto al acuerdo.

Una fuente con conocimiento de los detalles de las negociaciones explicó a este medio que la ausencia del empresario tuvo como objetivo “evitar el choque de planetas con Kicillof”, que pese a su postura de no pagarle a Repsol terminó poniéndose al frente de la firma del acuerdo. “Es muy difícil ponerse de acuerdo cuando están los dos en la misma mesa. Fue importante que no viniera”, detalló el consultado.

El diario español El País sostiene que las condiciones de Brufau estuvieron representadas en la reunión por el ministro de Industria español, Juan Manuel Soria, a quien le habría acercado un texto similar al que se terminó firmando. En ese texto, el empresario exigió que la compensación sea con activos líquidos.

El gobierno de Rajoy había mantenido una posición de coincidencia total con Repsol en esta disputa. Pero con el paso del tiempo terminó avalando la postura del titular de La Caixa, Isidro Fainé, que había iniciado contactos personales con Argentina y mantiene una dura disputa con Brufau.

Diez días atrás, Soria viajó a México para terminar de definir detalles de la negociación con el gobierno de Enrique Peña Nieto y Pemex. Aunque la petrolera mexicana tiene menos del 10% de las acciones en Repsol, la presión del director general de la compañía, Emilio Lozoya, fue determinante.

Medios españoles informaron que el propio presidente mexicano se puso al frente de las negociaciones y mantuvo conversaciones telefónicas con Rajoy, a quien le exigió que fuerce un arreglo. Lo mismo habría hecho en un encuentro que tuvieron el mes pasado en la Cumbre Iberoamericana.

Esta presión deja la puerta más que abierta para el ingreso de Pemex a Vaca Muerta, algo que se venía rumoreando desde hace meses y que sería parte del proceso de "internalización" de la firma. La petrolera mexicana ya había reconocido los contactos entre Lozoya y Miguel Galuccio, pero todo estaba sujeto a la resolución del conflicto entre YPF y Repsol.