Massa, furioso con Mautone, Weiss y Buracco por los aportes a la campaña de Insaurralde

El candidato del Frente Renovador está furioso con empresarios del juego y de la construcción porque le aportaron 60 millones a la campaña de Insaurralde y analiza castigarlos en el discurso de cierre de campaña. Los aportantes fueron acercados por Scioli. 
En medio de una vertiginosa recorrida por la provincia en la última semana de campaña, Sergio Massa tuvo tiempo para que lo informaran sobre los aportes a la campaña de su principal oponente, Martín Insaurralde. Las noticias lo dejaron furioso y tiene a cuatro empresarios en la mira.

El líder del Frente Renovador sabe que para el último tramo de campaña empresarios de bingos y de la construcción le entregaron 60 millones de pesos a Insaurralde. En realidad, el principal gestor ante los ejecutivos fue Daniel Scioli, sostén de la candidatura del intendente de Lomas de Zamora.

Quien se encargó de esa tarea fue Luis Alberto Peluso, el encargado de hablar con los dueños de bingos. “Chiche” Peluso, ex titular de la Lotería bonaerense, es la carta a la que suele apelar Scioli cuando necesita algún aporte extraordinario del mundod el juego. El año pasado trabajó duro para obtener los fondos necesarios para que la provincia pague los aguinaldos.

Esta vez, Peluso reunió a los principales jugadores del sector y les pidió nada menos que el 1,5% de la recaudación de los bingos en el mes de octubre. Los bingueros pusieron el grito en el cielo y le recordaron el “gesto” que tuvieron en 2012, cuando Scioli estaba ahorcado por Nación y no sólo pusieron la plata para el aguinaldo, sino que también aceptaron un aumento de cuatro puntos en la alícuota de ingresos brutos.

Luego de tironeos varios, Peluso consiguió que aporten 30 millones de pesos. En su ronda de consultas, Peluso se cruzó con tres jugadores de peso: Codere, Cristóbal López y Daniel “Tano” Angelici.

Este último nombre podría traer coletazos inesperados ya que el presidente de Boca ubicó en la lista de diputados nacionales del Frente Renovador a Christian Gribaudo y había empezado a jugar abiertamente para Massa, lo que tensionó su relación con Mauricio Macri.

Pero el enojo más grande de Massa es con el presidente de la Cámara Argentina de Salas de Bingos, Daniel Mautone, y el dueño del grupo Midas, Jorge Pereyra. Cerca del tigrense cuentan que está tan furioso que hasta amenaza con pegarles en el discurso de cierre de campaña, que seguramente será una especie de cadena nacional para los canales de noticias.

Mautone tiene salas de bingo en varias provincias -algunas compartidas con Angelici- y es amigo íntimo de Insaurralde. El intendente de Lomas tiene el “privilegio” de compartir la exclusiva mesa de Mautone en la disco Tequila. El binguero, amigo de Marcelo Tinelli y con aceitados contactos en la noche porteña, habría sido quien le presentó a la modelo Jesica Cirio, que en los últimos días se metió definitivamente en la campaña.

También contra los constructores

Los otros dos nombres que se podrían colar en el discurso de Sergio Massa son los de los empresarios de la construcción Gustavo Weiss y Diego Buracco, quienes consiguieron otros 30 millones de pesos para Insaurralde. El primero es el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) y el segundo es el tesorero de la entidad en la provincia de Buenos Aires. La CAC suele ser generosa en sus elogios a los gobiernos nacional y bonaerense.

Las empresas de Weiss y Buracco han sido importantes beneficiarios de la obra pública kirchnerista. Centro Construcciones, la firma de Buracco, ha tenido importante presencia en la construcción de viviendas del Plan Federal y distintas obras en la provincia. El año pasado, Buracco fue a La Ñata a presenciar un partido de fútbol en el que la figura principal fue Scioli.

El vínculo de Weiss con la gobernación bonaerense es mucho más evidente. Su empresa, Eleprint, fue la encargada de la obra de montaje del techo del Estadio Ciudad de La Plata. Además, tuvo a su cargo la construcción del edificio anexo de la Cámara de Diputados provincial, la ruta provincial 6, un sector de la Unidad penal Nº8 de Los Hornos, y la reconstrucción de un sector del Puerto La Plata, entre otras.

Según supo LPO, los cuatro empresarios apuntados por Massa están enterados de la bronca del tigrense y, temerosos de una represalia en público, intentaron un lograr un acercamiento enviándole emisarios. Hasta ahora, ninguno logró el objetivo.