Se afianza la nueva cúpula de Aerolíneas y negocia con los duros gremios

La empresa busca cerrar esta semana con el sector gremial. El encargado de negociar será Jorge Molina, director de Asuntos Institucionales, quien también es nexo con el Gobierno.
Buena nota de Ámbito Financiero que da cuenta del desembarco de la nueva cúpula de Aerolíneas Argentinas, adelantada hace varios días por La Política Online, y la necesidad de acordar con los gremios para llevar adelante la empresa.

Por Sergio Dattilo

Esta semana la flamante cúpula de Aerolíneas Argentinas será clave en el acuerdo que buscan cerrar con el sector gremial, considerado por sus accionistas y ejecutivos como la llave para que la empresa sea viable. Confirmada la salida del ex CEO de la compañía Esteban Maccari -adelantada por este diario hace dos semanas-, el trámite quedará a cargo del flamante director de Asuntos Institucionales Jorge Molina, a quien los accionistas Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual le encomendaron esa tarea y también el vínculo con el gobierno.

En tanto, el nuevo «uno» de Aerolíneas, el español Enrique Meliá (nieto de «Pepe» Meliá, fundador del imperio hotelero que lleva su nombre) se encargará de poner nuevamentea la principal aérea del país en el mapa de las empresas «razonables» en lo que hace a frecuencias y a puntualidad. Quienes están cerca de la empresa recuerdan que mientras fue CEO de Spanair -que el Grupo Marsans quiere comprarle a SAS- la línea fue premiada como la más puntual de Europa.

De todos modos, queda claro que será Molina quien se siente a negociar con quien haga falta: hoy tanto los gremios como el gobierno necesitan un interlocutor más político que técnico. Una de las primeras gestiones de Molina deberá ser definir con el sector oficial cuánto y cómo pagará el Estado su incremento en el capital accionario de Aerolíneas, llevándolo del actual 5% a un máximo de 20%.


Reinversión

Desde la empresa aseguran que no creen que esto sea un primer paso hacia la reestatización de la aérea, pero tampoco saben cómo terminará esta incursión estatal. «Lo que sí le hemos dicho al gobierno es que, cualquiera sea el monto que paguen por las acciones, se reinvertirá en su totalidad en la compañía», dice una fuente.

En tanto, trascendió que lo que decidió a los españoles a cambiar de timonel en medio de la crisis fue un conjunto de temas, entre los cuales pueden mencionarse:


Maccari había surgido de las filas del departamento de Recursos Humanos, donde había sido el hombre que mantenía informados a Díaz Ferrán y a Pascual de las negociaciones que mantenían el ex CEO Antonio Mata con el gobierno y los gremios; sin embargo, esa cercanía con los sindicalistas no se tradujo en una mejor relación con los gremios sino -al menos en el caso del personal de tierra y los auxiliares de a bordo-todo lo contrario: la APA y AAA le enrostraban a Maccari asumir una posición más permeable hacia sus «enemigos», los pilotos de APLA y los técnicos de APTA. La guerra entre estos sectores viene tan dura que el secretario general de la AAA, Ricardo Frecia, le inició una causa por «falsedad ideológica de instrumento público» al subsecretario de Transporte Aerocomercial y hombre fuerte de APTA, Ricardo Cirielli, en relación con la insólita LAFSA, que nunca voló pero sigue pagando los sueldos de ex empleados de DINAR y SW. La semana pasada se conoció que el fiscal Miguel Osorio pidió que se cite a brindar declaración indagatoria a Cirielli, otros funcionarios y gremialistas como imputados por ese delito.


Maccari, según fuentes del personal, «no tenía demasiado contacto con el tema operativo. Por ejemplo, contaba como integrantes de la flota a los cuatro Boeing 747-200, que de hecho ya no podrán volar nunca más. Son aviones de más de 35 años, con un gasto en combustible imposible para los valores de hoy». Lo mismo sucedería con otras aeronaves que dejaron de volar pero que figuran matriculadas, y por lo tanto teóricamente «operativas». Esto fue informado de Díaz Ferrán/ Pascual, que se sorprendieron por el dato.


Finalmente, los españoles decidieron -dato también adelantado por este diarioconformar un «comité de gestión» que incluía a Maccari; la ficción duró menos de una semana: al siguiente viaje de los accionistas a Buenos Aires, justamente para la primera reunión de ese comité que integran junto a Meliá, Molina, el CFO del Grupo Marsans Vicente Muñoz y su mano derecha Carmelo Hernández. Allí Maccari habría comunicado su decisión de irse de manera formal, porque la realidad es que ya venía negociando su desvinculación desde algunos días antes de que Ambito Financiero publicara su salida.