El pueblo como heredero

A 39 años de su muerte rescato ese último mensaje donde Perón nos dijo que el camino de la formación política y organización del pueblo argentino que había llevado adelante durante tres décadas como conductor del movimiento nacional justicialista siga adelante.
El 1 de julio de 1974 el país se conmocionaba con el deceso de Juan Domingo Perón, que a los 78 años estaba en ejercicio de su tercer mandato constitucional y se convertía así en el único jefe de Estado que ocupó en tres oportunidades el sillón de Rivadavia. El mal tiempo no frenó a los seguidores del líder justicialista que llenaron las calles con rostros desconsolados y confusos, como cuando un hijo pierde a su padre.

Con la llegada del peronismo, millones de argentinos conquistaron derechos sociales perdurables como vacaciones pagas, derecho a la educación y la salud gratuita y extendida, viviendas económicas, etc. El nivel de empleo más alto de la historia -sólo había un 2% de desocupación entre 1946 y 1952- y la participación de los trabajadores en la riqueza que alcanzaba al 51% del Producto Bruto Interno. El progreso industrial, el crecimiento del mercado interno, la reorganización de todas las funciones modernas del Estado, produjeron resultados formidables.

La Justicia Social, bandera revolucionaria de nuestro Movimiento, tuvo en Evita a su máxima luchadora, siendo ella símbolo de sacrificio y rebeldía por el bienestar de los desprotegidos, la que se concretó en una acción efectiva, cotidiana, permanente, de entrega y servicio, para consolidar y profundizar la revolución peronista, construyendo una sociedad más justa, donde el trabajo del pueblo sirviera a este y no a minorías privilegiadas.

Quizás estas líneas no alcancen para reconocer la inmensa trayectoria política que nos dejó como legado. Pero siempre es necesario recordar que existió un hombre que condujo los destinos de nuestro país y que estuvo siempre a la altura de las circunstancias. Que lucho hasta el último segundo de su vida por la felicidad del pueblo

A 39 años de su muerte rescato ese último mensaje donde Perón nos dijo que el camino de la formación política y organización del pueblo argentino que había llevado adelante durante tres décadas como conductor del movimiento nacional justicialista siga adelante. Que la Argentina como nación pudiera afrontar por sí y finalmente sobrevivir al vacío político y la crisis profunda del poder nacional que inevitablemente sucedería ante su desaparición, y que sería el pueblo argentino mismo, su único heredero.