Agenda verde: el protagonismo de las ciudades

En este mundo cada vez más globalizado e interdependiente, los gobiernos locales han asumido un fuerte liderazgo en fenómenos de alcance global, pero con fuerte impacto en el plano subnacional, como por ejemplo en la lucha contra el cambio climático. 
En este marco, desde la ciudad de Buenos Aires hemos puesto en marcha una estrategia de internacionalización tendiente a fortalecer el rol de liderazgo regional y global de la ciudad en aquellos aspectos que hacen a la agenda verde.

Recientemente, Buenos Aires, participó de manera activa en la Cumbre de las Naciones Unidas Sobre Desarrollo Sostenible “Río+20”; obteniendo dos resultados muy prometedores: una declaración tripartita con los gobiernos locales de San Pablo y México DF (que suman en conjunto más de 55 millones de habitantes) y la adhesión a una nueva iniciativa promovida por uno de los ámbitos multilaterales más importantes en materia ambiental.

Por un lado y a través de la participación de la ciudad en el Grupo C40 de Liderazgo Climático, Buenos Aires se sumó a la propuesta presentada por el Alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, que busca reducir las emisiones colectivas en 1.300 millones de toneladas en los próximos 18 años.

Asimismo, y aprovechando la solidez de las relaciones bilaterales con San Pablo y México DF, que conforman junto a Buenos Aires el G-3, nuestra Ciudad lideró un esfuerzo tripartito en materia de consolidación de compromisos ambientales. Los Alcaldes de las tres mayores urbes de Latinoamérica -Marcelo Ebrard, Gilberto Kassab y Mauricio Macri- firmaron una Declaración conjunta. En ella se comprometen a implementar un mecanismo de intercambio periódico sobre las agendas ambientales; a explorar mecanismos de financiación para la amplificación de proyectos sustentables; y a trabajar coordinadamente con las organizaciones de la sociedad civil, promoviendo su participación en las respectivas agendas verdes locales. La iniciativa buscará convertirse en la punta de lanza de un compromiso político más amplio entre las principales urbes latinoamericanas.

A diferencia de instancias anteriores, Río+20 ofreció un marco adecuado para la participación de actores cada vez más importantes para la gobernanza ambiental internacional. ONGs, movimientos sociales, empresas, y bancos de inversión, entre otros, aportaron visiones e ideas innovadoras sobre los temas centrales de la cumbre. La ciudad de Buenos Aires, reconociendo esta nueva realidad y en el marco de la iniciativa Río+VOS, participó de los debates en Río acompañada por un grupo de 10 organizaciones ambientalistas, que llevaron su agenda a la cumbre.

Los nuevos desafíos ambientales del siglo XXI obligan a pensar globalmente y actuar localmente. Por primera vez en la historia, desde 2007, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades. Y se espera que hacia 2050, 7 de cada 10 personas en el mundo sean urbanas. En ese contexto, las ciudades se han convertido en actores de primer orden en la construcción de la agenda ambiental internacional, lo que quedó de manifiesto en el marco de Río+20. Allí, las grandes metrópolis fueron exitosas en aquello que los gobiernos nacionales no lograron articular: pasos concretos hacia soluciones urbanas amigables con el ambiente y compromisos específicos para reducir emisiones de gases de efecto invernadero.

Pero estos desafíos obligan también a repensar la naturaleza de nuestras sociedades de consumo. Como se preguntó el Presidente uruguayo, José Mujica, en Río+20 ¿Qué sería de nuestra atmósfera si los más de 1.200 millones de indios tuvieran una proporción de autos por familia similar a la de Alemania? Este tipo de preguntas incómodas son las que necesitamos abordar para lograr el cambio cultural que nuestro planeta requiere para enfrentar con éxito esos desafíos.

La agenda ambiental del siglo XXI pone a las grandes metrópolis como Buenos Aires en el centro de las deliberaciones globales. De cara al futuro, su rol será cada vez más importante, no sólo para aportar ideas innovadoras a la gobernanza ambiental, sino también para reclamar un mayor compromiso a los gobiernos nacionales con una agenda clave para el desarrollo de las generaciones futuras. La ciudad de Buenos Aires, en este contexto, ha asumido el firme compromiso de seguir trabajando arduamente con sus contrapartes regionales y globales para lograr el verdadero desarrollo sostenible de nuestras sociedades.