La valoración de las redes sociales

Luego de la esperada salida a cotización pública de acciones, la red social más importante del mundo Facebook, finaliza un mes de participación ante la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos. Con valores fijados inicialmente en un rango de entre 28 y 35 dólares, sus acciones superaron las expectativas iniciales en el primer día y luego descendieron.
Luego de la esperada, espectacular y decepcionante salida a cotización pública de acciones, la red social más importante del mundo Facebook, finaliza un mes de participación ante la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos. Con valores fijados inicialmente en un rango de entre 28 y 35 dólares por cada una de sus acciones comunes, las mismas superaron las expectativas iniciales llegando a un pico de 42 dólares por acción en el primer día de cotización. Posteriormente las mismas sufireron un cosntante descenso el que mantuvo a la fecha. Más allá de los altibajos registrastrado en estos primeros días de la oferta; lo destacado ah sido observar la magnitud de los valores y acciones negociados: 924 millones de acciones, con un valor de mercado de 87.589 millones de dólares registrados en los solo primeros 4 días de movimientos.
Así y a pesar de todo, se ha convertido en el mayor debut en bolsa de una empresa estadounidense de Internet dejando muy atrás a Google, que en el año 2004 recaudó 1.900 millones de dólares logrando una valoración de 23.000 millones.

Estas cifras registradas están teniendo un efecto colateral en casi todas las redes sociales las que han visto incrementar sus valores sin excepción, como un efecto contagioso y por supuesto no buscado. Esta situación está demostrado que al menos en la actualidad, las denominadas redes sociales son las estrellas preferidas por los usuarios de todo el mundo. Desde ya que ninguna otra (Twiter, Linkedin, Sonico) ha logrado alcanzar estas cifras, en donde parece que la presencia y uso de más 900 millones de usuarios de Facebook confirman la popularidad de la misma. Visto esto, algunos analistas están llamando a esta época y como consecuencia del crecimiento y utilización de estas plataformas de comunicación masivas, especializadas, sectorizadas o temáticas como una nueva era denominada la “burbuja de las redes sociales”. Haciendo recordar al fenómeno registrado hace más de una década sobre la extrema valoración, declive y desaparición de casi todas las páginas de Internet de aquella época.

Sin comparar los actuales valores absolutos alcanzados, me parece que una de las principales diferencias es que hoy las redes sociales tienen un tráfico real de personas, las empresas las utilizan en acciones comerciales concretas y constituyen una canal de comunicación de millones de personas. Estos tres factores las constituyen en una plataforma única de acceso masivo y económicamente accesibles para una audiencia de alcance global. Todas estas características son mucho más fácticas, cosa que no la tuvieron las puntocom de años atrás, en donde la novedad y una exitosa campaña de publicidad lograban acaparar la atención de la gente. Si bien en la actualidad el tema es muy diferente, hay analistas que ven a este mercado como saturado, en decadencia y sin capacidad de receptar a todas ellas. Los valores sorprenden por lo alto y las cifras de sus usuarios no parecen detenerse.

Ahora bien, y más allá de los análisis de mercado, valorativos o financieros de las mismas, que seguramente están más que justificados. Es sorprendente este fenómeno por lo increíble de sus valores mencionados, lo que constituyen cifras record en cuanto a la valoración de empresas tan jóvenes. Por otro lado, lo cierto es que no existe actividad que no esté influenciada o utilice alguna de las 3 empresas de Internet más importantes del momento: Twiter, Facebook y Google. El éxito de esto no solo se debe exclusivamente a ninguna de ellas, ha sido concurrente con el crecimiento y expansión de las redes de acceso de telecomunicaciones, ya sean físicas o inhalámbricas, y por otro lado el abaratamiento y diversidad de equipos y terminales de acceso a Internet, computadoras, notebooks, netebooks y la gran estrella de los últimos años: las tabletas. Estos elementos han confluido para que, en conjunto con la diversidad de contenidos existentes produjeran un espacio propicio de acción para que las empresas mencionadas apliquen y desarrollen sus servicios. Todo estos elementos son componentes diferenciadores de lo ocurrido en otros años, en donde la maduración y actividad en línea estaba recién en sus comienzos o tratando de encontrar y definir su utilidad. Estamos entonces ante otro momento decisivo del desarrollo tecnológico, y podremos ser observadores privilegiados si las aplicaciones resultarán exitosas tanto para su uso sobre las redes sociales como en Internet en general. Y así tendremos la respuesta a la pregunta si la valoración de estas empresas es real o estaremos nuevamente ante una realidad solo virtual.