Los motivos para unificar las elecciones

Millones de pesos en gastos podrían ser evitados o reducidos si se unificaran las elecciones. Además, evitar el desdoblamiento no significa demostrar debilidad de la autonomía de la Ciudad, o "vecinalizar" los comicios denostando la importancia que tiene elegir directamente a Jefe de Gobierno. En lugar de oponerse, tendría más sentido que, en vez de obstaculizar, se impulsaran nuevos proyectos como el de boleta única o voto electrónico.
La polémica que generó el desdoblamiento, o no, de las elecciones pone nuevamente sobre el tapete la falta de propuestas concretas y el arte de oponerse a la hora de enfrentarse a una campaña electoral. Es más fácil simplemente oponerse a las ideas de quién las tiene, que proponer nuevas.

Los votantes saben que este será un año electoral en el que tendrán que estar atentos, escuchar las propuestas y decidir por el mejor candidato. Si esto lo multiplicáramos por seis veces en el año, ese precioso derecho que sostiene a la democracia comienza a sentirse como una carga que atenta contra la participación ciudadana, concepto que tanto defienden y pregonan sectores que se hacen llamar “progresistas”.

En primer lugar, si se unificaran las elecciones, el gasto que se generaría sería mínimo al lado de lo que se puede llegar a gastar en seis elecciones a lo largo del año. El gasto estimado que se realizó para las últimas elecciones de Jefe de Gobierno, en Junio 2007, que se desprende de un informe de la Auditoría General de la Ciudad (AGCBA), fue de 12 millones de pesos, de los cuales tres provinieron de aportes públicos, y los otros nueve de aportes privados. La segunda vuelta electoral representó un gasto de más de 2 millones de pesos, de los que 700 mil provinieron de aportes públicos.

La votación en la que se eligieron Legisladores de la Ciudad en Junio 2009, según otro informe de la AGCBA, significó otro gasto de 2 millones de pesos.

Los informes de la auditoria porteña explican que los números surgen de un cálculo que establece la Ley 268: “La Ciudad contribuye al financiamiento de la campaña electoral de los partidos, alianzas y confederaciones destinando a tal efecto la suma de cincuenta centavos ($ 0,50) para cada categoría por cada elector/a empadronado/a para votar en esa elección”.

Tomando como ejemplo estos casos de elecciones locales y pensando en la posibilidad de segundas vueltas, se puede imaginar la magnitud de dinero que implicaría todo el proceso a nivel nacional. Millones de pesos en gastos podrían ser evitados o reducidos si se unificaran las elecciones, ya que se compartirían los gastos del proceso electoral juntamente con la Nación.

No necesariamente unificar las elecciones significa demostrar debilidad de la autonomía de la Ciudad, o “vecinalizar” las elecciones denostando la importancia que tiene elegir directamente a Jefe de Gobierno. Debemos recordar que la Ciudad de Buenos Aires es uno de los centros por excelencia de la política nacional, por lo tanto sería absurdo no considerar esta situación, involucrando no solo las cuestiones de la Ciudad, sino también debatiendo las cuestiones nacionales.

Tendría más sentido que, en vez de obstaculizar una posible unificación de los comicios, se impulsaran nuevos proyectos como el de boleta única o voto electrónico, que también tendría como resultado una merma en los costos que implica el proceso electoral, ya que disminuiría el costo de impresión de boletas y de todo el sistema de fiscalización.