China y otro modelo para enfrentar la crisis

Frente a las recetas ortodoxas China enfrentó la crisis global con recetas neokeynesianas, expandiendo el gasto y fomentando el consumo. Ni se les ocurre pensar que el Banco Central de China pueda tener autonomía y el sistema previsional sólo lo administra el Estado.
“Por decreto de necesidad y urgencia la presidenta Cristina Fernández de Kirchner decidió que todo economista argentino que haya cursado en las universidades de Harvard o en Chicago debe hacer un curso equivalente en una universidad china, para ejercer o publicar opiniones en suelo argentino. La decisión se tomó al ver cómo la economía del país asiático afrontó tanto la crisis financiera más importante de la historia 2009/10 y la lucha contra la pobreza.”

Una misma crisis, dos recetas.

Los más importantes economistas egresados de estas dos grandes universidades norteamericanas recomendaron a los gobiernos de Grecia, España, Portugal, Italia, Francia, el Reino Unido y Japón un mega-ajuste fiscal con su correspondiente ola de desocupación y baja de las conquistas sociales. Los resultados se observan rápido, el mundo registra el mayor número de desempleados de la historia, 211 millones de personas hoy no tienen trabajo.

Según la Organización de Naciones Unidas, la relación empleo-población, que había aumentado del 58% al 61% en el lapso de 1998-2008, cayó a 60% en cifras actuales.

Mientras tanto, los chinos invirtieron 586.000 millones de dólares (4 billones de yuanes) desempolvando antiguos proyectos de carreteras, ferrocarriles, centrales eléctricas y vivienda pública, con el objetivo de sostener la expansión del consumo y el financiamiento de las pequeñas empresas.

Estas medidas fueron tomadas al ver que China no puede contar con un aumento de las exportaciones dada la merma del comercio mundial.

La fortaleza del gigante asiático ha permitido moderar la caída de los países proveedores de alimentos, minerales y petróleo ( del cual es el comprador del 30% del comercio mundial) evitando una retroalimentación de la crisis internacional.

Además, ha volcado gran parte de sus programas a la estabilidad del campo para detener la constante migración urbana. Si China logra contener el desplazamiento del campo a la ciudad, habrá dado un paso importante en su desarrollo. Para ello ha propuesto un multimillonario plan de pensiones que beneficiará a cientos de millones de personas y permitirá cerrar la brecha entre la calidad de vida urbana y rural.

La lucha contra la Pobreza

En el año 1982 en China vivían 1.008.175.288 habitantes, de las que 862 millones eran pobres (personas que viven con menos de US$ 1,75 por día).

Según un informe del Banco Mundial, hoy son 207 millones, es decir que en 27 años redujeron en 655 millones de personas la indignidad de la pobreza. Con la diferencia que en 1982 esta representaba el 86,4% de la población y en 2010, sobre 1320 millones de habitantes, son un 16,5%.

¿Cómo hizo? No tenían tiempo para un ciclo educativo de 12 años, por lo que reunieron ejércitos de carpinteros, plomeros, albañiles, gasistas y electricistas, oficios que conlleva la construcción, se metieron en zonas rurales, semejantes a las geografías de nuestros barrios de emergencia, y capacitaron durante un año a una cantidad determinada de personas (analfabetos de 4ª generación).

Al terminar su capacitación, el Estado les daba trabajo en obras públicas que llevaba adelante en las zonas urbanas. Al año siguiente capacitaron a otra cantidad y así fue sucesivamente. El resultado es que este país sacó a 655 millones de personas de la pobreza.

Los hijos de estos nuevos obreros han terminado la escolarización primaria y secundaria, y en estos momentos están cursando la universidad. Se da la paradoja que según la UNESCO, Organización de Naciones Unidas para la Educación y la Cultura, China tiene la mayor población con educación terciaria, 23 millones de personas.

Se podrá decir que China no tiene nuestro sistema democrático, sino un régimen de partido único, pero los resultados expuestos son más que ejemplos a imitar. En 1982 decidieron erradicar la pobreza, abrieron su país al ingreso de capitales con el único objetivo de lograr pleno empleo y ascenso social.

Estas diferentes visiones ante la crisis han arrojado como resultado un crecimiento del país asiático del 9,1% en el 2009 y uno de 11,9% esperado para 2010, mientras que los países asesorados por los economistas occidentales tienen índices negativos con su correspondiente ola de miseria y exclusión.

Cuentan los alumnos que han estudiado economía en las universidades orientales, que no se les ocurre pensar que el Banco Central de China pueda tener autonomía de las decisiones del poder político, el sistema previsional sólo lo administra el Estado, ni se les ocurre reducirse para solventar al capital financiero.

Dos visiones distintas ante la vida y el hombre; en una es considerado una simple variable de ajuste económica, da lo mismo que tenga trabajo o no, lo importante es que cierre el déficit fiscal, en la otra, las decisiones se toman en base a la mejora en la calidad de vida de los seres de carne y hueso que pueblan su geografía.

“La agencia de noticias china Xin-Hua publicó que ante la decisión de la presidenta argentina el gobierno de la República Popular en reciprocidad decidió que estudiantes chinos vengan a esta parte del mundo para estudiar el régimen de partidos políticos y salida democrática, con especialización en populismo y en el concepto de un general del que les hablaba su líder Mao Tse Tung que rezaba algo así -La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo-“.

Por lo que en el encuentro que sostendrá el 13 de Julio de 2010 en Pekín, el Presidente Hu-Jin-Tao y Cristina Fernández de Kirchner van a firmar acuerdos por más de 10.000 millones de dólares en inversión del gigante asiático en energía, minería, infraestructura ferroviaria y la posibilidad de que los chinos puedan comprar carnes argentinas.