Es la caja, estúpido

Una lista incesante de eufemismos supuran la porosa realidad de la argentina dialoguista. ¿El problema con Moreno son sus malos modales? ¿La CGT no se fracturó porque Moyano pidió perdón? ¿Lo más saliente de la visita de CFK a Paraguay ha sido su impuntualidad?
Una lista incesante de flagrantes eufemismos supuran hoy de la porosa realidad de la argentina dialoguista. Desafiando la clásica distinción platónica entre lo que verdaderamente es y lo aparente, buena parte de los análisis políticos se encuentran signados por un enfoque que no puede ir más allá de la veleidosa superficialidad.

A manera de ejemplo, hagámonos las siguientes preguntas: ¿el problema con Moreno son sus malos modales? ¿La CGT no se fracturó porque Moyano pidió perdón? ¿Lo más saliente de la visita de CFK a Paraguay ha sido su impuntualidad? Analicemos cada uno de estos casos.

Un soldado poseído

Guillermo Moreno es la reencarnación del Mal. Es el eje diabólico sobre el cual se debe declarar la Guerra Santa. Está poseído por el demonio y es un soldado fiel a las fuerzas del Odio. Como si esto fuera poco, además, es Secretario de Comercio.

Las críticas hacia Moreno apuntan generalmente a la insostenible y cada vez más tozuda intervención y manipulación del INDEC. Más allá de que es muy difícil de mensurar, parece necesario repensar cuál es el costo de esta burla que se actualiza todos los meses.

Es decir, si el precio por evitar pagar una cantidad importante de intereses por los bonos promueve a su vez la fuga de capitales, agudiza las dificultades de financiamiento, se convierte en un símbolo de falta de ética para una población demasiado deseosa de auto-cumplir la profecía del “todos los políticos son corruptos”, le pone un techo bajo a las paritarias y permite que estudios con dudosa calidad metodológica disparen números exagerados que tergiversan, tanto como los de Moreno, los números reales, parece necesario ponerse a pensar el sentido de esta obcecación por mantener las cifras distorsionadas.

Pero el gran problema, aquel que genera la demonización total de un funcionario de segunda línea, es su labor como Secretario de Comercio.

Allí se dice que el problema de Moreno son sus malos modales. Seguramente no debe decir “buenas noches”, escupe en el piso y anda con los cordones desatados.

Esta es la superficie irritante de Moreno. Sin embargo, el verdadero problema con Moreno es que debe ser difícil a la hora de negociar. Seguramente cuando algunos empresarios hablan de rentabilidad, el bruto de Moreno dice “guita” y cuando exigen subsidios y prerrogativas, el Secretario de Comercio a veces dice “no”.

La casi noticia

Esta semana hubo una “casi noticia”: casi se separa la CGT. Los “gordos” se habían enojado e iban a generar una fractura como tantas veces a lo largo de la historia ha existido.

Sin embargo, Moyano dio un discurso en el cual pidió perdón y abrió sus brazos a los compañeros de otros sindicatos.

Mientras superficialmente mucho analistas destacaban que la casi ruptura se evitó por el llamado al diálogo realizado por Moyano, por debajo existía una negociación que supongo debe haber tenido una charla más o menos así: -“Ahora que estás debilitado vas a tener que entregar algo o nos vamos” –“No pienso hacer eso -“Entonces nos vamos” –“Bueno, está bien, quédense con estos negocios y yo me quedo con estos otros”. Un poco más extenso y con algunos revólveres en la mesa, ésta puede ser una descripción adecuada de la mesa de diálogo gremial.

“Cosa de Mina”

CFK llegó tarde y acusó a Taiana por la demora. También habló de la misoginia por la cual sólo se hace hincapié en los casos en que las mandatarias mujeres no respetan los horarios y nada se dice de los ejemplos en que son los varones los impuntuales.

Que varios diarios hayan destacado en su portada la tardanza de la presidenta no es otra cosa que la manifestación consciente e inconsciente de ese comentario típico de hombres “y….¿qué querés?

Es una mina”. Es decir, dado que las mujeres estarían preocupadas por la estética más que los hombres y están más tiempo en el baño que los varones, debería seguirse de allí que es natural que lleguen tarde. No importa qué haya dicho.

Lo que importa es que llegó tarde y, como si esto fuera poco, crispada “como todas las minas”, le echó la culpa “al tipo”, en este caso, el canciller.

Encima de todo, siguiendo la línea filosófica de Mirtha Legrand, afirman que se la pasó hablando de Honduras e hizo poca mención a lo que pasa en nuestro país.
A pesar de que la mayoría de los ciudadanos argentinos no sabe dónde queda Honduras hay una razón por la que debe interesarnos: el golpe de Estado es un antecedente y una advertencia a aquellos gobiernos que osen intentar alguna pequeña, ínfima y humilde modificación en el tablero del poder económico. No hace falta prometer la reforma agraria para que te hagan un golpe.

Basta querer achicar apenas un poco, no mucho, la extensa brecha de desigualdad que existe en nuestro continente, para que peligre la estabilidad democrática.

De todo esto se debe inferir que el gran tema en cuestión no son los alcances de una mentira pícara cuyo límite es una góndola; tampoco es si hombres con sobrepeso se encuentran dispuestos a dialogar. Menos aún lo que está en juego en Latinoamérica en estos días es la necesidad de la puntualidad de las mujeres.

El gran tema acá ¡es la caja, estúpido!