El PRO arma un padrón de la Villa 31 para poder venderla

El macrismo prepara un borrador para depurar el padrón de los habitantes del asentamiento de Retiro, con el objetivo de otorgarles las escrituras de sus viviendas. Michetti había blanqueado la intención del PRO de que los vecinos vendan sus casas al sector privado. En la mesa de urbanización se oponen. La contradicción del kirchnerismo.
Hace poco más de un mes, Gabriela Michetti dijo en el programa de Mirtha Legrand que el gobierno porteño quiere que Nación le transfiera las tierras de la villa 31 para otorgarles el registro dominial a los habitantes y que vendan sus casas al sector privado

“Lo que ha sucedido en otros lugares del mundo con esto es que como esos terrenos son muy apetitosos para el sector privado y el sector inmobiliario, lo que termina pasando es que el sector inmobiliario compra esos lugares y la gente puede comprarse con ese dinero una casa en la ciudad o cualquier otro lugar. Y ese lugar puede integrarse al puerto o hacer un sector de barrios para clase media”, argumentó la candidata del PRO.

Luego de las palabras de Michetti, el PRO aprobó en la Legislatura un proyecto de declaración que solicita a la Cámara de Diputados de la Nación la aprobación de un proyecto que refiere a la transferencia a la Ciudad de las tierras nacionales en donde están asentadas las villas 31 y 31 bis.

Ahora el PRO maneja un borrador para depurar el padrón de la villa, que según el censo de 2010 tiene menos de 30 mil habitantes, aunque en la actualidad superaría los 40 mil.

El objetivo primario de depurar el padrón es el de acotar el número de beneficiarios de las futuras escrituras que el gobierno porteño entregaría a los habitantes de la villa. El objetivo final es el que planteó Michetti: que los vecinos tengan la propiedad de sus viviendas para que las puedan vender al sector privado.

Ese borrador llegó a los delegados de la villa por medio de Fernando Trabucco, el director de la Comisión de Vivienda de la Legislatura. Los delegados que participan de la mesa de urbanización de la villa se opusieron con firmeza al borrador por varias cuestiones.

El nuevo censo deja afuera del proceso de adjudicación de escrituras a una gran porción de los vecinos de la villa.

Según anticipó el sitio Mundovilla, el censo excluye a quienes tengan hijos en edad escolar que no hayan cumplido con la asistencia obligatoria en un número de años a determinar; a quienes reúnan los requisitos para la obtención de créditos hipotecarios en las condiciones para el público fijadas por el Banco Ciudad y a quienes al momento del censo o con posterioridad, fueran titulares o herederos de titulares de inmuebles en cualquier jurisdicción del país o en el país de origen si se tratara de extranjeros, entre otras cosas.

Quienes queden afuera del censo y no reciban títulos de propiedad para poder vender sus casas, podrían ser relocalizados, según blanqueó el titular de la comisión de Vivienda.

En diálogo con DiarioZ, Trabucco aseguró que “hay gente que va a tener que ser relocalizada, otras quedarán afuera. También vamos a presentar facilidades para quienes quieran irse, con planes de vivienda, subsidios y créditos”.

Contradicción de los K

Este medio explicó en reiteradas ocasiones que la ley 3343 que la Legislatura porteña sancionó en diciembre de 2009 dispuso la urbanización de la villa 31.

Desde entonces, influidos por la interna que existe entre los punteros de la villa y por la pelea entre el Gobierno de Cristina Kirchner y el de Mauricio Macri, en el parlamento porteño no se pusieron de acuerdo para aprobar un dictamen que hiciera efectiva la urbanización.

El dictamen de Rocío Sánchez Andía, que contaba con el consenso de la oposición, nunca tuvo la aprobación del PRO. Ese mismo dictamen, que Sánchez Andía buscará llevar al recinto antes de fin de año, fue trabajado casi en su totalidad por el arquitecto Javier Fernández Castro.

Lo paradójico es que Fernández Castro ocupa el quinto lugar de la lista colectora de legisladores que presentó el kirchnerismo para las elecciones de octubre, y pese a esto, su proyecto no cuenta con el apoyo de los legisladores del Frente para la Victoria.

En el bloque de Juan Cabandié advirtieron que no apoyarán el dictamen si no se elimina el apartado de zonificación que establece los usos y las alturas permitidas.

En la mesa de urbanización de la villa sospechan que el Gobierno nacional tiene en mente un par de proyectos que no podrían concretarse si se modifica la zonificación de los terrenos de la villa. Uno de ellos consistiría en que la Autopista Ribereña pase por arriba del barrio.