El mismo día que Cristina pidió inversiones, La Cámpora echó a LAN del país

La presidenta reunió a empresarios y sindicalistas en Santa Cruz y en un encendido discurso elogió a quienes ganaron plata por hacer "negocios y buenas inversiones". Pero en ese instante la Orsna desplazó a la compañía Chilena de Aeroparque y puso en riesgo 3000 puestos de trabajo.
Todo el mismo día y a la misma hora: este mediodía, Cristina Kirchner reunió a empresarios y sindicalista en Santa Cruz para instarlos a multiplicar sus inversiones, mientras LAN era intimada por el cuestionado camporista Gustavo Lipovich que maneja el Orsna a abandonar el hangar de Aeroparque, un boicot a la compañía chilena que la obliga a suspender su operación d ecabotaje en el país.

“No creo que los que ganaron plata sean los K si no los que han sabido hacer negocios y buenas inversiones”, instruyó la presidenta en Santa Cruz, ante un palco armado con figuras como Héctor Méndez (UIA), Eduardo Eurnekián (Aeropuertos 2000), Gustavo Weiss (Cámara de la Construcción); Jorge Brito (Asociación de Bancos Privados); Marcelo Fernández (CGE) y Osvaldo Cornide (CAME).

También formarán parte del encuentro el secretario general de la CGT oficial, Antonio Caló, y la CTA oficialista encabezada por Hugo Yasky.

El encuentro fue anunciado la semana pasada como respuesta al traspié electoral de las primarias y se rumoreó que sería la puntada inicial para anuncios económicos, como el aumento del mínimo no imponible de Ganancias y la implementación de un impuesto a la renta financiera. Por ahora, nada de eso ocurrió. 

También sobre el mediodía, Agustín Agras, director de Asuntos Corporativos de LAN, confirmaba que María Cecilia García, la camporista que integra la Orsna había intimado a la compañía chilena a entregar el hangar de Aeroparque. Es un viejo proyecto del camporista titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, jefe político de Lipovich.

Recalde convenció a Cristina que la "solución" para el déficit galopante de su gestión -unos tres millones de dólares por día-, es sacar del mercado de cabotaje a LAN. De esa manera, Aerolínea tendrá el monopolio total del mercado aerocomercial doméstico y podrá subir las tarifas a su antojo, algo que LAN resistía por cuestiones puramente comerciales: La compañía chilena no tiene subsidios y necesita tener los aviones llenos. 

Agras anunció que buscará evitar el desalojo en la Justicia, y advirtió que si le sale mal, no va a seguir volando a los 14 destinos de cabotaje que tiene en el país ya que hacer el mantenimiento diario de los aviones en Ezeiza para luego trasladarlos a Aeroparque vuelve anti económica la operación.

“La verdad que nosotros tenemos un contrato que vence en el 2023, con una inversión de 5 millones de dólares y nosotros pagamos un canon mensual de 20.000 dólares mensuales. Sin el hangar la operación de LAN en el doméstico es inviable”, resumió el empresario.

Otro de los afectados por esta medida es precisamente Eurnekián, titular de Aeropuertos 2000, a quien Cristina pareció perdonar viejos resquemores y abrazó ante las cámaras en Santa Cruz. Mientras la Presidenta se fotografiaba con el empresario y convocaba a una nueva etapa de entendimiento con el sector privado, Eurnekian perdía en Aeroparque uno de sus clientes más importantes. Aeropuertos se financia con la tasa que se cobra por pasaje vendido y también por aterrizaje y despegue de cada avión.

Fue el propio Agras quien remarcó la contradicción de Cristina. “LAN Argentina da trabajo a 3000 familias, a 3000 argentinos" y recordó que "hace 8 años nosotros entramos de la mano del doctor Néstor Kirchner y siempre nos han pedido que invirtiéramos en el país, que generáramos fuentes de trabajo, que contratáramos a gente, y eso fue lo que hicimos".

Reveló incluso que el Gobierno le trabó a la compañía chilena inversiones como las que pidió Cristina en Santa Cruz. "En los últimos tres o cuatro años hemos querido ampliar nuestra flota, quisimos traer aviones para volar más en el doméstico, y no ha sido autorizado esto por los reguladores. Hemos querido traer aviones para volar más internacional y contratar a más gente, tampoco lo hemos podido hacer. Estamos hablando de inversiones, un avión son 100 millones de dólares. Un avión para volar internacional son 200 millones de dólares. Los puestos de trabajo son puestos de trabajo calificados, o sea estás hablando de por avión (para vuelos domésticos) 100 personas. Un avión internacional más toda la logística estás hablando de no menos de 500 personas que tendríamos que contratar, y no hemos tenido la suerte de poder hacerlo en los últimos tres años".